Israel quiere desentenderse de Gaza

Nadie quiere la patata caliente de Gaza. Ni Israel, que retir¨® a sus militares y colonos en agosto de 2005 despu¨¦s de 39 a?os, ni Egipto, poder ocupante desde 1948 a 1967. Y Matan Vilnai, viceministro de Defensa hebreo, fue ayer, un d¨ªa despu¨¦s de que Ham¨¢s reventara la frontera de Rafah con Egipto, m¨¢s que expl¨ªcito.

"Hay que comprender que cuando Gaza se abra hacia el otro lado [Egipto], nosotros dejaremos de tener responsabilidades sobre el territorio". Vilnai anunci¨® las intenciones del Gobierno de Ehud Olmert: "Queremos detener el suministro de electricidad, de agua y de medicinas, para que procedan de otro lugar. Tenemos responsabilidades sobre Gaza mientras no haya otra alternativa". En realidad, esas entregas de productos b¨¢sicos ya han sido reducidas a m¨ªnimos o cortadas en seco desde hace siete meses, cuando el movimiento fundamentalista se apoder¨® de Gaza.

Con sus palabras, Vilnai admite que la potencia ocupante es responsable de cubrir las necesidades fundamentales del territorio palestino, una obligaci¨®n incumplida a juicio de todas las organizaciones internacionales de derechos humanos.

Lo que resultar¨¢ inaceptable, no obstante, para cualquier dirigente palestino -ya sea afiliado al partido islamista o a Al Fatah-, es la divisi¨®n entre los territorios que lleva aparejada la iniciativa de Vilnai. El ex primer ministro israel¨ª Isaac Rabin ya enfatiz¨®, hace m¨¢s de una d¨¦cada, su deseo ferviente de librarse de Gaza. Pero ser¨ªa un suicidio para cualquier presidente palestino tragar con un estatuto pol¨ªtico diferente para Cisjordania y la franja.