El misterio Bogdanovich
La publicaci¨®n de su libro de entrevistas a directores cl¨¢sicos devuelve a la actualidad al realizador de The last picture show
Si quieres mantenerte en la industria del cine, no te creas nada de lo que oigas; y s¨®lo la mitad de lo que veas". Peter Bogdanovich afirma que esta frase, pronunciada por Mary McBride Smith Ford, esposa de John Ford, es el mejor consejo que le hayan dado en el mundo del espect¨¢culo. Sin embargo, a veces la sabidur¨ªa te¨®rica no tiene por qu¨¦ ir de la mano del comportamiento pr¨¢ctico, y puede que Peter se creyera m¨¢s de lo que deb¨ªa.
Considerado como el primer gran cr¨ªtico de cine americano que se pas¨® al lado de la creaci¨®n art¨ªstica, Bogdanovich (Kingston, Nueva York, 1939) posee una de las trayectorias profesionales m¨¢s extra?as de la historia del cine. El ascenso y ca¨ªda de un mito, estructura natural de muchas de las pel¨ªculas cl¨¢sicas que tanto le gustaban, podr¨ªa aplicarse perfectamente a su persona. S¨®lo quedar¨ªa por llegar la consabida redenci¨®n del ¨²ltimo acto, lo que para un hombre de 68 a?os quiz¨¢ no sea demasiado tarde. Apartado desde hace d¨¦cadas de los grandes proyectos de Hollywood, espor¨¢dico actor en peque?os papeles y te¨®rico del lenguaje cinematogr¨¢fico desde su juventud, Bogdanovich se ha convertido en un misterio en s¨ª mismo. Un enigma profesional y, sobre todo, personal, que aborda en la primera parte de El director es la estrella, libro de entrevistas a cl¨¢sicos directores de Hollywood, recopiladas en 1997 y que ahora llegan al mercado editorial espa?ol.
El libro comienza con una confesi¨®n. Un largo testimonio que podr¨ªa servir de miniautobiograf¨ªa. Luego vendr¨¢n las extensas charlas con Walsh, Lang, Hitchcock, Von Sternberg, Hawks y Dwan
"Como yo tambi¨¦n he estado en el ojo del hurac¨¢n (...), arrastro all¨¢ donde voy un equipaje abultado. Por eso, quiz¨¢ proceda aligerar esa carga aclarando o corrigiendo algunos prejuicios sobre m¨ª, aunque s¨®lo sea por respeto a los entrevistados, que empezaron a sentarse conmigo antes de que empezara a acumularse aquel equipaje".
El libro de Bogdanovich comienza con una confesi¨®n. Un largo testimonio de m¨¢s de cuarenta p¨¢ginas que podr¨ªa servir de miniautobiograf¨ªa. Luego vendr¨¢n las extensas charlas con Raoul Walsh, Fritz Lang, Alfred Hitchcock, Josef von Sternberg, Howard Hawks y Allan Dwan, realizadas cuando Bogdanovich era tan s¨®lo un te¨®rico del cine y director en ciernes. En esas p¨¢ginas iniciales se condensa el ideario art¨ªstico de un hombre que comenz¨® su carrera con cuatro grandes ¨¦xitos, pero que a partir de ah¨ª s¨®lo cosech¨® espinas o, como m¨¢ximo, caricias consoladoras. El h¨¦roe anda suelto (1968), barat¨ªsima pel¨ªcula (125.000 d¨®lares) producida por Roger Corman y compuesta por retales de otras cintas, le sirvi¨® para entrar en la industria. M¨¢s tarde llegar¨ªan The last picture show (1971), "la pel¨ªcula m¨¢s admirable filmada por un joven director americano desde Ciudadano Kane, seg¨²n la cr¨ªtica de Newsweek"; ?Qu¨¦ me pasa, doctor! (1972) y Luna de papel (1973), grandes ¨¦xitos de cr¨ªtica y p¨²blico, con 13 candidaturas a los Oscar y cuatro premios. Pel¨ªculas que ayudaron a cambiar el cl¨¢sico Hollywood por el llamado Nuevo Hollywood, retratado en el famoso Moteros tranquilos, toros salvajes, de Peter Biskind (editado por Anagrama), espectacular documento de una ¨¦poca a pesar de sus rocambolescas y desmedidas hip¨¦rboles. Cuenta Bogdanovich que uno de esos moteros salvajes, Dennis Hopper, que acababa de triunfar con Easy Rider (1969), se encontr¨® en una fiesta con George Cukor y le dirigi¨® una frase-insulto que ejemplifica el esp¨ªritu de esos a?os: "?Os vamos a enterrar a todos!". Y as¨ª fue... durante un tiempo. Cukor, Ford, Howard Hawks, William Wyler y otros cl¨¢sicos dejaron paso a la generaci¨®n de Hopper, Bogdanovich, Francis Ford Coppola, Martin Scorsese, Robert Altman... Muchos de ellos siguieron en la cima durante d¨¦cadas (Steven Spielberg, Woody Allen, George Lucas), otros vivieron la gloria y el barro (Altman, Mike Nichols, Bob Rafelson, Hal Ashby...), y algunos simplemente desaparecieron tras un no demasiado largo orgasmo (Bogdanovich, Hopper, William Friedkin, Michael Cimino).
Lo peor para Bogdanovich es que probablemente form¨® parte de la generaci¨®n equivocada, del grupo al que no le gustaba pertenecer. Por quien sent¨ªa reverencia era por los que ellos mismos estaban enterrando, por los muertos. En el pr¨®logo de El director es la estrella, Peter afirma que "la edad dorada del cine dur¨® 50 a?os, de 1912 a 1962", y que cuando le expres¨® a Orson Welles su pesar por la desaparici¨®n del mejor cine, ¨¦ste le contest¨®: "?Pues qu¨¦ quer¨ªas? ?El apogeo del Renacimiento s¨®lo dur¨® 60 a?os!". Amigo personal de Ford y Welles, Bogdanovich, que no fumaba ni beb¨ªa, estaba lejos de la intensidad vital de sus compa?eros de generaci¨®n, algunos de ellos ca¨ªdos en desgracia durante un tiempo a causa del alcohol y las drogas. Sin embargo, el hombre que presum¨ªa de haber visto "todas las pel¨ªculas americanas que merece la pena ver" tambi¨¦n se cay¨® de la c¨²spide. Tras cuatro ¨¦xitos consecutivos, en los que no es dif¨ªcil ver la huella de estilo de Ford, Hawks y Buster Keaton, su profesi¨®n y la vida le dieron un zarpazo tras otro. Daisy Miller (1974) y At long last love (1975), homenaje al musical de estilo Lubitsch, fueron un fracaso; Nickelodeon (1976) se convirti¨® en su ¨²ltima pel¨ªcula para un gran estudio, y con Todos rieron (1981) entr¨® en bancarrota al hacerse cargo de la producci¨®n y distribuci¨®n (cinco millones de d¨®lares) y fracasar en la taquilla. Para colmo, tras una dura separaci¨®n de su musa Cybill Shepherd, Bogdanovich hab¨ªa ca¨ªdo enamorado de Dorothy Stratten, de 20 a?os, una de las protagonistas de Todos rieron. Stratten, ex conejita de Playboy, le correspondi¨® con su amor, pero el marido de ¨¦sta, Paul Snider, la asesin¨® (y despu¨¦s se suicid¨®) cuando se enter¨® del romance con el realizador. "Todos rieron fue la experiencia m¨¢s feliz y a la vez m¨¢s triste de mi vida", dice el director en El director es la estrella, "aquella tragedia cambi¨® mi vida para siempre, y durante un tiempo la oscureci¨® hasta casi el aniquilamiento". Sin embargo, tres a?os m¨¢s tarde, se cas¨® con Louise Stratten, hermana de Dorothy, lo que dio lugar a multitud de murmuraciones m¨¢s o menos p¨²blicas. "Pocas personas han logrado entender esta relaci¨®n m¨¢s all¨¢ de cuatro ideas superficiales sobre sustituciones y reemplazos. Pero, ?por qu¨¦ iban a entenderlo?", zanja el autor, cuyo matrimonio con la segunda Stratten acab¨® en 2001.
Tras la depresi¨®n mental y econ¨®mica, Bogdanovich s¨®lo ha realizado un par de estimables pel¨ªculas (aunque lejos de sus comienzos): M¨¢scara (1985) y ?Qu¨¦ ruina de funci¨®n! (1992); un fallido eco del pasado: Texasville (1991); un agradable musical decididamente menor: Esa cosa llamada amor (1993); innumerables telefilmes de usar y tirar, y ha visto c¨®mo una de sus pel¨ªculas se estrenaba directamente en v¨ªdeo: Illegally yours (1988). De modo que quiz¨¢ haya que quedarse con su papel como actor en la ya m¨ªtica Los Soprano, donde durante varias temporadas ha ejercido de psiquiatra de la psiquiatra. Con su rostro imperturbable, producto de haberlo visto y o¨ªdo todo en su vida (como le dijo la esposa de John Ford), Bogdanovich escucha los problemas de la psiquiatra de Tony Soprano con el saber de la experiencia. "Lo ¨²nico que mantiene vivas a las personas en la vejez es el poder", le dice Orson Welles en una de las entrevistas del libro, "debemos valorar la vejez y dar a los genios la capacidad de funcionar en ella. No quitarlos de en medio". Te¨®rico del cine, director de sabidur¨ªa art¨ªstica m¨¢s que de instinto profesional, Peter, de 68 a?os, se resiste al ocaso, y prepara una pel¨ªcula para 2009, The broken code, ambientada en un futuro pr¨®ximo. El hombre que casi siempre mir¨® al pasado echa un vistazo al porvenir. La redenci¨®n, el ¨²ltimo acto de la cl¨¢sica historia del antih¨¦roe, a¨²n puede tener lugar. -
El director es la estrella. Volumen I. Peter Bogdanovich. T&B, 2007. 382 p¨¢ginas. 23,50 euros Filmograf¨ªa en DVD: El h¨¦roe anda suelto (1968). Paramount. The last picture show (1971). Sony. ?Qu¨¦ me pasa, doctor? (1972). Warner. Luna de papel (1973). Paramount. Saint Jack, el rey de Singapur (1979). Sogemedia.
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