Accidentes, piojos y amparos
Accidentes
En las migas de tu esplendor,
mam¨¢, recib¨ª el recital
de pogroms y de sangre
que dio rostro a mi rostro.
El puente de esas vidas es
lo respirado a cuestas.
Desde tus hombros miro
las arrugas de las estrellas c¨¦lebres.
A un dedo de lo que fui me soy
en lo que habr¨¦ de ser. Tanto mundo,
tanta abierta confianza en su cambiar
el accidente,
desastres que
dicen al lado adi¨®s.
Poema
El ¨¢rbol detr¨¢s
de la ventana pasa, la tarde
se lleva al mundo y pasa, serpea
la vez que fui, corriente arriba
de un r¨ªo ancho
que pasa. Voces que humedecieron
la sal del viento, ahora en esta
constelaci¨®n que pasa.
El manto de los p¨¢jaros
y el tiempo con su canci¨®n muda.
Amparos
El aire, la roca, el p¨¦ndulo, la
claridad de la noche
dan noticias del mundo que
nadie sabe leer. ?Son ellas
para ellas, no m¨¢s? Las s¨¢banas
arrugadas del d¨ªa
envuelven un fulgor cercado
por rostros que se acaban.
Su solo amparo es el
delirio del deseo.
Piojos
Si el ritmo de un poema
trae vino y mece
las sombras y mam¨¢,
quitame los piojos que traje de la escuela,
pap¨¢,
no saques tu cintur¨®n contra m¨ª:
eso que sopla en una esquina
es mi querer de vos, es un
ni?o en la calle
sin comprender. ?Qu¨¦ haces ah¨ª
envuelto en odios
que nunca pude resolver?
?Qu¨¦ castigabas cuando me
castigabas?
No te pregunto, me pregunto.
Ya s¨¦ que es tarde para todo, menos
este saber de vos que no se sabe.
Te quisiera a mi lado
en el silencio que me diste
y calla como un buey.
?Qu¨¦ se sabe?
Del poema, nada. Llega, tiembla
y raspa un f¨®sforo apagado.
?Se le ve algo? Nada. Tiende una
mano para aferrar
las olitas de tiempo que pasan
por la voz de un jilguero. ?Qu¨¦
agarr¨®? Nada. La
ave se fue a lo no sonado
en un cuarto que gira sin
recordaci¨®n ni esp¨¦rames.
Hay muchos nombres en la lluvia.
?Qu¨¦ sabe el poema? Nada.
Callar
Una ola de amor que
va de mi cuerpo al tuyo es
una humana canci¨®n.
No canta, vuela entre
tu boca y mi verano
bajo tu sol. El calendario no
tiene esta noche o fecha en su papel.
El manantial de vos
cae como vino en la copa
y el mundo calla sus desastres.
Gracias, mundo, por no ser m¨¢s que mundo
y ninguna otra cosa.
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