La academia de Ciencias Econ¨®micas tendr¨¢ reconocimiento oficial

La Real Academia de Ciencias Econ¨®micas y Financieras (RACEF) culminar¨¢ antes de que finalice el actual curso acad¨¦mico su eterna batalla para conseguir formar parte del Instituto de Espa?a, acceso que supone su equiparaci¨®n al resto de reales academias, su reconocimiento oficial como tal dentro y fuera de Espa?a y el acceso a las subvenciones p¨²blicas del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia.

"Ser¨¢ como jugar en la Champions despu¨¦s de haberlo hecho en segunda divisi¨®n", resume gr¨¢ficamente el acad¨¦mico de RACEF y senador del PNV Javier Maqueda.

La RACEF, que se constituy¨® como tal en 1940 aunque sus or¨ªgenes se remontan a 1758, ha permanecido siempre fuera del Instituto de Espa?a porque tiene su sede en Barcelona, y los estatutos del organismo, que datan del franquismo (1947), s¨®lo prev¨¦n que puedan formar parte de la instituci¨®n academias con sede en Madrid.

El Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia ha confirmado que tiene listo un proyecto de Real Decreto en el que se modifica esta discriminaci¨®n por cuesti¨®n de sede. "La decisi¨®n ya est¨¢ tomada. Si la agenda legislativa lo permite, es posible que se publique antes de final de a?o. El plazo del fin del actual curso acad¨¦mico es razonable", se?ala Educaci¨®n.

La modificaci¨®n implica dos requisitos: por una parte, que el ingreso de esta Real Academia, que preside Jaime Gil-Aluja, no signifique un incremento presupuestario. El dinero del Instituto de Espa?a se deber¨¢ repartir entre todas las reales academias (ocho). Y segundo, el ingreso no debe suponer ninguna discriminaci¨®n por cuesti¨®n de g¨¦nero.

En los presupuestos generales del Estado de este a?o, la partida destinada al Instituto de Espa?a asciende a 17,78 millones de euros, cifra que aumenta a 18,33 millones en los presupuestos de 2008, seg¨²n el ministerio.

Injerencia

Una real academia que re¨²ne todas las condiciones y a personas de trayectoria cient¨ªfica, intelectual y docente extraordinaria, y que adem¨¢s tiene sede una ciudad potente como Barcelona, "debe ser como las dem¨¢s, precisamente por su vocaci¨®n de servicio a Espa?a, a Europa y a Iberoam¨¦rica, y en cooperaci¨®n estrecha con el resto de academias", reflexiona el acad¨¦mico numerario de la RACEF y presidente de honor del Club de Roma, Ricardo D¨ªez Hochleitner.

"La tardanza en el ingreso", que el Rey Juan Carlos apoy¨® p¨²blicamente en 2004 y a la que se ha opuesto un grupo de miembros de otras reales academias como la de Ciencias Morales y Pol¨ªticas, "es ya intolerable", insiste Gil Aluja, presidente de la RACEF.