Recuerdo emocionado al matrimonio Jim¨¦nez Becerril
El 30 de enero de 1998 dos pistoleros de ETA asesinaron a tiros en una calle de Sevilla al concejal del PP Alberto Jim¨¦nez Becerril y a su esposa Ascensi¨®n Garc¨ªa. El atentado conmocion¨® a la ciudad, poco habituada al horror terrorista. Diez a?os despu¨¦s, representantes pol¨ªticos, asociaciones de v¨ªctimas y muchos ciudadanos han homenajeado a la pareja con distintos actos para reivindicar su memoria.
La familia, con el apoyo del PP, convoc¨® en un hotel a un buen pu?ado de s¨ªmbolos de la resistencia a ETA, quienes junto a pol¨ªticos del partido al que pertenec¨ªa el fallecido, evocaron a la pareja y aprovecharon, en algunos casos, para arremeter contra el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. La conductora del acto fue la hermana del concejal, Teresa Jim¨¦nez Becerril, quien destac¨® que el esp¨ªritu de ambos estar¨¢ siempre presidente, y elogi¨® el coraje de los oradores: "Ellos
nos dan dolor y dolor, y ellos valor y valor".
Entre los pol¨ªticos, adem¨¢s del presidente del PP andaluz, Javier Arenas, intervinieron el ex ministro Jaime Mayor Oreja, Soledad Becerril, el portavoz del PP en el Ayuntamiento, Juan Ignacio Zoido; el eurodiputado Carlos Iturgaiz, y la alcaldesa de Lizarza, Regina Otaola. Tambi¨¦n hablaron la hermana del concejal del PP Miguel Angel Blanco, Mari Mar; el presidente del Foro de Ermua, I?aki Ezquerra; el presidente de la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo (AVT), Jos¨¦ Alcaraz; Maria Jes¨²s Gonz¨¢lez, la madre de Irene Villa, y el secuestrado por ETA Jos¨¦ Antonio Ortega Lara, quien recibi¨® una gran ovaci¨®n.
Horas antes, el cardenal de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, ofici¨® una misa en la Catedral, tras la cual que se realiz¨® una ofrenda floral en la esquina de la calle Don Remondo, donde fueron asesinados Alberto y Ascensi¨®n. Se produjo cierta tensi¨®n cuando una de las asistentes increp¨® al alcalde, Alfredo S¨¢nchez Monteseir¨ªn. Le llam¨® "sinverg¨¹enza" y le dijo "est¨¢is traicionando a Espa?a". Seg¨²n informa Europa Press, el alcalde le escuch¨® pacientemente, pero su esposa reaccion¨® y se?al¨®: "No sabe lo que es vivir as¨ª, es muy triste que mis hijos no puedan abrir el buz¨®n de mi casa, y as¨ª llevamos diez a?os".
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