"S¨®lo adelant¨¦ los expedientes que ordenaban los pol¨ªticos", dice Ceballos
Dos de los principales imputados del 'caso Guateque' se carean fugazmente
Al fin se escuch¨® p¨²blicamente la voz de Victoriano Ceballos. Casi tres meses despu¨¦s de que se destapara la presunta trama corrupta municipal de agilizaci¨®n de licencias a cambio de dinero, el principal imputado del caso Guateque asegur¨® que nunca adelant¨® ning¨²n expediente. "S¨®lo los que ordenaban los pol¨ªticos", se defendi¨®. Y siempre, seg¨²n ¨¦l, sin que hubiera un soborno de por medio del que ¨¦l se beneficiara. EL PA?S tuvo acceso, hace mes y medio, a 130 expedientes de entre 2005 y 2007 que figuran en el sumario (donde se investigan m¨¢s de 3.300 procesos) y que fueron agilizados por ¨®rdenes de concejales. La justificaci¨®n que dieron ¨¦stos, al consultarles este peri¨®dico, fue que hab¨ªa mucho atasco. "A veces se adelantan expedientes porque estamos saturados", afirmaban los ediles. Al menos tres hosteleros que prefieren ocultar su nombre desmintieron entonces lo que ahora dice Ceballos. Los empresarios reconocieron haber pagado entre 2.500 euros y 6.000 euros. Sus licencias fueron otorgadas.
Ceballos, jefe de la Divisi¨®n de Impacto y An¨¢lisis Ambiental del Ayuntamiento de Madrid, habl¨® durante m¨¢s de media hora mientras esperaba, en los pasillos del juzgado de Plaza de Castilla, para carearse con su antiguo jefe, Joaqu¨ªn Fern¨¢ndez de Castro. El motivo de ese duelo judicial, que dur¨® menos de tres minutos, era una carta desde la prisi¨®n -atribuida a Fern¨¢ndez de Castro y difundida por los medios de comunicaci¨®n- en la que ¨¦ste calificaba a su subordinado de ladr¨®n: "Victoriano Ceballos es, sin duda, el ¨²nico chorizo". Pero ayer, ni uno ni otro, que dejaron la c¨¢rcel de Alcal¨¢ Meco el 24 de enero tras pagar una fianza de 60.000 euros, dieron validez al documento, una emotiva carta desde la c¨¢rcel en la que Fern¨¢ndez de Castro se defend¨ªa y que contiene minuciosos detalles sobre el ?rea de Medio Ambiente, en la que ambos trabajaban.
Poco antes de producirse el breve careo, Ceballos insinu¨® que la carta podr¨ªa responder a manipulaciones. "Joaqu¨ªn es un bendito. No ha podido escribir esa carta. Porque tiene unas profundas convicciones religiosas y porque tiene cultura", defendi¨® Ceballos en presencia de Fern¨¢ndez de Castro. La imagen de ambos charlando amistosamente choc¨®. Porque es muy distinta de la que se vivi¨® a la salida de ambos de prisi¨®n. Entonces ni se hablaron. Sus familias tampoco se miraron, a pesar de que compartieron m¨¢s de cuatro horas de espera.
Fern¨¢ndez de Castro asegur¨® ante el juez que desconoc¨ªa la carta. "Esa manifestaci¨®n no es m¨ªa", dijo respecto de las acusaciones contra Ceballos en el texto. ?ste asegur¨® haberse enfadado cuando ley¨® la carta. Seg¨²n ¨¦l, pidi¨® explicaciones a su jefe. "Le cre¨ª y le sigo creyendo. No fue ¨¦l", se?al¨®. Con esa afirmaci¨®n, termin¨® el fugaz careo, m¨¢s breve que un round de boxeo y que se produjo cuando todos los imputados llevan varios d¨ªas fuera de prisi¨®n.
Pero la ma?ana vivi¨® adem¨¢s un segundo careo en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 32. Este enfrentamiento tampoco tuvo aires de duelo, pues los dos protagonistas negaron la mayor. Ceballos y David Jim¨¦nez, un ingeniero y funcionario de Urbanismo, rindieron cuentas por una conversaci¨®n telef¨®nica intervenida por la Guardia Civil. En esa llamada, Jim¨¦nez propuso a Ceballos repartirse "un kilito" (6.000 euros) por agilizar la licencia del pub Jaleo, en la calle de Orense. "2.500 para ti, 2.500 para m¨ª y otros 1.000 para la chica de Tetu¨¢n", era la oferta. El abogado de Jim¨¦nez explic¨®, al terminar el careo: "fueron una broma y se han querido elevar a categor¨ªa de delito". Su cliente se?al¨® ante el juez que se interes¨® por la licencia del pub porque el due?o era amigo suyo. El expediente fue denegado.
Ceballos justific¨® la conversaci¨®n diciendo que era un "bulo". Seg¨²n ¨¦l, el atasco de expedientes era tan grande (el funcionario explic¨® que estaba ¨¦l solo en el departamento) que brome¨® con la posibilidad de pedir un soborno. Ceballos vino a decir, siempre en broma, que o se pon¨ªan a pedir dinero o nunca agilizar¨ªan los expedientes. Porque seg¨²n reiter¨®, no se hac¨ªa con ninguno salvo con los que se especificaba por orden de, los que "ordenaban los pol¨ªticos".
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