El Iurbentia arruina al Bar?a
Soberbia lecci¨®n del conjunto bilba¨ªno, que desfigura a un adversario sin juego ni recursos
El Iurbentia dio un aut¨¦ntico repaso al Axa Barcelona, que se despidi¨® de la Copa del Rey de mala manera. Los signos del equipo de Ivanovic son ciertamente alarmantes. Su caudal de juego es m¨ªnimo. Apenas se le ve qu¨ªmica. Sus recursos se limitan a la desesperaci¨®n, a la guerrilla individual de algunos de sus jugadores, caso de Trias y Lakovic. Perdi¨® por un punto el Bar?a, pero el juego y el marcador revelaron en muchas fases su inferioridad, por momentos pat¨¦tica.
El Iurbentia es visto como un equipo peque?o. Lo es en cierta medida. No se anuncia con letras de ne¨®n. Cuenta con jugadores rebotados de clubes con pretensiones y algunos jornaleros de la canasta. Pero re¨²ne los elementos precisos para obtener una coreograf¨ªa sencilla y estupendamente interpretada. La claridad de ideas se refleja sobre la pista; el certero manejo del tim¨®n de Marcelino Huertas; el trabajo preciso e impagable de Weis, austero en el tiro, pero sabio en cada uno de los determinantes movimientos de sus 218 cent¨ªmetros; la sincron¨ªa de las decisiones de su t¨¦cnico, Txus Vidorreta, y as¨ª, hasta el fondo de una plantilla m¨¢s larga de lo que parece. Por eso sufri¨® el Bar?a, incapaz de defenderse fuera del per¨ªmetro, desde donde empez¨® percutiendo el Iurbentia; incapaz de leer como merec¨ªa el esfuerzo de Weis, Rancik, Pasalic y Banic por dotar de la imprescindible variedad al juego desde debajo del aro en el segundo cuarto.
IURBENTIA BILBAO 70- AXA BARCELONA 69
Iurbentia Bilbao: Huertas (18), V¨¢zquez (6), Recker (8), Banic (6), Weis (11) -cinco inicial-; Savovic (4), Salgado (3), Lewis (9), Rancik (5) y Pasalic (0).
AXA Barcelona: Lakovic (22), Acker (3), Basile (5), Trias (18), Marconato (6) -cinco inicial-; Pepe S¨¢nchez (3), Neal (4), V¨¢zquez (2), Ilyasova (0), Kasun (0) y Grimau (6).
?rbitros: Amor¨®s, Hierrezuelo y Jim¨¦nez.
Pabell¨®n Buesa Arena: 9.500 espectadores. Recker, baja por lesi¨®n en un hombro.
El cuadro de Vidorreta tiene una coreograf¨ªa sencilla, pero muy bien interpretada
Mantuvo el tipo el Bar?a gracias a su pareja interior. Trias burl¨® a Banic y Rancik y se pareci¨® al de la pasada edici¨®n del torneo, en la que fue elegido el mejor. Pero Trias actu¨® como un apaga incendios, casi como si actuara por su cuenta y riesgo. Careci¨® el juego azulgrana de fluidez en el ataque y los triples, muchas veces se lanzaron como soluci¨®n de emergencia m¨¢s que como resultado de una estrategia. Hasta nueve fall¨® en sus once primeras tentativas. Eso, a?adido a que Grimau y Basile no tuvieron su mejor d¨ªa en las penetraciones, lastr¨® el juego del equipo de Ivanovic.
Muchos jugadores del Bar?a dan la sensaci¨®n de que entran y salen en la rueda de cambios sin entender nada. Utiliz¨® Ivanovic a Kasun, reci¨¦n recuperado de la arritmia cardiaca de la que fue operado; a Neal, reci¨¦n fichado de Turqu¨ªa; a V¨¢zquez, s¨®lo en la segunda mitad; a Ilyasova le dio menos de cuatro minutos en el tercer cuarto. Marcaban el paso sin ton ni son, insatisfechos por lo que hac¨ªan o por la misi¨®n que se les encomendaba. Nada cuadraba.El Iurbentia entr¨® al galope en el tramo final (66-56). Quedaban cuatro minutos. Los suficientes para que saliera a relucir el oficio del Bar?a. Apret¨® las tuercas en la defensa. El Iurbentia cay¨® presa del v¨¦rtigo. Iba camino de una victoria tremebunda. Le pes¨® la tensi¨®n. Lo contrario que a Lakovic, que se sinti¨® como pez en el agua lanzando triples dram¨¢ticos. Estuvieron a punto de servir para la remontada. Pero s¨®lo valieron para maquillar el marcador, no la decepcionante actuaci¨®n del Bar?a, de las que dejan huella.
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