Carmen Fern¨¢ndez muri¨® sin justicia
La mujer dedic¨® los ¨²ltimos 12 a?os de su vida a recuperar a sus dos hijos
Brindaba con agua. En la ¨²ltima d¨¦cada, tras perder a sus hijos menores por alcoholismo, se hab¨ªa convertido en una abstemia radical. Para celebrar las ¨²ltimas Navidades, pidi¨® bombones, gambas y un p¨®ster de David Bisbal.
Pero en las ¨²ltimas Navidades ya no brind¨®. Carmen Fern¨¢ndez Fern¨¢ndez, de 49 a?os, falleci¨® en Madrid debido a un c¨¢ncer el 7 de diciembre. Antes de catar los bombones que le pidi¨® a su abogado, Gabriel Velamaz¨¢n. Antes de saber que el Tribunal Constitucional zanjaba 12 a?os de pleitos contra la Junta de Andaluc¨ªa por la retirada de sus dos hijos menores en 1996. Muri¨® seis semanas antes de que los jueces de la sala segunda dijesen que hacer justicia era darle la raz¨®n.
"Era educada, un poco desconfiada e inmensamente triste"
Por und¨¦cima vez un ¨®rgano judicial le daba raz¨®n. Pero muri¨® sin que se hiciera justicia. Jam¨¢s normaliz¨® la convivencia con sus dos hijos a pesar de que los tribunales consideraron "ileg¨ªtimo" haberla privado de ellos tras su rehabilitaci¨®n.
Gan¨® cuando ganar ya no le importaba nada. "Ten¨ªa problemas much¨ªsimo m¨¢s graves, el dinero le importaba poqu¨ªsimo", asegura su letrado. Ni era importante ni era suficiente. La propia Carmen, en junio de 2006, afirmaba: "No hay dinero en el mundo que me compense por estos a?os, como no hay dinero que me compense por una enfermedad irreversible ni por devolverme la salud a m¨ª o a mis hijos".
En su reciente sentencia, el Tribunal Constitucional confirm¨® que la Junta deber¨¢ pagar 1,7 millones de euros por lo ocurrido. Ser¨¢n sus herederos los beneficiarios de la suma. Entre ellos, por imperativo legal, estar¨¢n sus cuatro hijos. Los dos nacidos de su primer matrimonio. Y los dos, fruto de una segunda relaci¨®n, declarados en desamparo en Sevilla cuando viv¨ªan desatendidos en Las Vegas, el barrio sin ley del Pol¨ªgono Sur.
La millonaria indemnizaci¨®n fue fijada por la Secci¨®n Sexta de la Audiencia de Sevilla atendiendo al dolor que le caus¨® separarse de los ni?os y a la renuncia a la expectativa de recuperarlos por el tiempo transcurrido hasta el fallo a favor. Para entonces, los cr¨ªos ten¨ªan 10 y 11 a?os. Y en alguna ocasi¨®n hab¨ªan escuchado que su madre estaba muerta. M¨¢s de la mitad de su vida hab¨ªa transcurrido en Dos Hermanas, en la casa de una familia que los acogi¨® pensando en adoptarlos y que acudi¨® al Constitucional al sentirse deso¨ªda en el proceso. Unos acogedores con intereses contrapuestos a los de Carmen Fern¨¢ndez, que hicieron todo lo que pudieron para evitar perder a unos menores que el servicio de protecci¨®n les entreg¨® como adoptables. Entre las armas que emple¨® la pareja no siempre figuraron las m¨¢s limpias: el cambio de apellidos de los cr¨ªos pese a no estar adoptados legalmente. Se descubri¨® cuando la mayor, al cumplir los 13 a?os, exigi¨® retornar con su madre biol¨®gica, dijesen jueces, acogedores y funcionarios lo que dijesen.
"Fue el d¨ªa que vi a Carmen m¨¢s feliz", revive Velamaz¨¢n. Madre e hija se reencontraron a las espaldas de los juzgados. Carmen Fern¨¢ndez recuper¨® as¨ª una parte de lo perdido, pero no la otra. La ¨²ltima vez que vio a su hijo menor fue en 2000. "Iba llorando, pobrecito, fue en un punto de encuentro familiar, pero no hay d¨ªa en que no piense en ¨¦l", rememoraba durante una entrevista con este diario en junio de 2006.
A aquella Carmen Fern¨¢ndez lleg¨® con un cuerpo infantil, achicado por una cadena de enfermedades, algunas vinculadas por los jueces a su "calvario" como una depresi¨®n reactiva cr¨®nica. Ya se hab¨ªa mudado a Madrid, donde resid¨ªan sus hijos mayores, sus hermanos y su madre. En los ¨²ltimos tiempos, antes de ser anulada por la met¨¢stasis, cuid¨® de una hermana enferma y una madre mayor. Una existencia que parece salida de la pluma de Dickens o de un gui¨®n de Loach. Con un agravante: fue real.
"Jam¨¢s he conocido a nadie con una vida tan terrible", confiesa Velamaz¨¢n, que acab¨® salt¨¢ndose todas las barreras profesionales para implicarse plenamente en la vida de una clienta a la que siempre trat¨® de usted y llam¨® en p¨²blico do?a Carmen. Un ejercicio de compensaci¨®n frente a quienes la desde?aban por su superado alcoholismo y su halo de tragedia. "Era educada, un poco desconfiada e inmensamente triste", la describe Asunci¨®n Garc¨ªa Acosta, la fundadora de la Asociaci¨®n Pro Derechos Humanos de los Menores, que siempre ha batallado al lado de las madres biol¨®gicas que se opon¨ªan a la retirada de sus hijos.
Tras perder a los ni?os, Carmen Fern¨¢ndez afront¨® su alcoholismo en una asociaci¨®n y comenz¨® su lucha para recuperarlos. Con escasos medios -trabaj¨® de limpiadora y cocinera- y suficiente indignaci¨®n. Ella fue una de las promotoras del encierro y la huelga de hambre que un grupo de madres biol¨®gicas protagoniz¨® en Sevilla en 2001 en la sede de la Asociaci¨®n Pro Derechos Humanos de Andaluc¨ªa. Una protesta que cuestion¨® las decisiones del sistema de protecci¨®n de menores en m¨¢s de un caso. Batall¨® con concentraciones, pancartas y visitas a medios de comunicaci¨®n mientras crey¨® que podr¨ªa cambiar el rumbo de las cosas. Finalmente la venci¨® la enfermedad y el escepticismo. Gan¨® la batalla definitiva cuando ya no significaba nada. Tan deteriorada que su madre, en una visita, no la reconoci¨® a primera vista. Muri¨® sola.- Audiencia Nacional. Reclamaci¨®n patrimonial por el anormal funcionamiento de la Administraci¨®n de Justicia ante la lentitud del proceso (12 a?os).
- Tribunal Supremo. Reclamaci¨®n por la retenci¨®n durante un a?o de la indemnizaci¨®n concedida por la Audiencia de Sevilla en una sentencia.
- TSJA. Reclamaci¨®n patrimonial por el mal funcionamiento de la Junta de Andaluc¨ªa.
Causas pendientes
- Audiencia Nacional. Reclamaci¨®n patrimonial por el anormal funcionamiento de la Administraci¨®n de Justicia ante la lentitud del proceso (12 a?os).- Tribunal Supremo. Reclamaci¨®n por la retenci¨®n durante un a?o de la indemnizaci¨®n concedida por la Audiencia de Sevilla en una sentencia.- TSJA. Reclamaci¨®n patrimonial por el mal funcionamiento de la Junta de Andaluc¨ªa.
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