Un manifiesto que vincula inmigraci¨®n e inseguridad levanta pol¨¦mica en Salt
Educadores, mediadores y ONG rechazan las quejas de algunos vecinos
Salt es lugar de convivencia de hasta 75 nacionalidades diferentes. Es una gran riqueza cultural que, no obstante, hace compleja la cohesi¨®n social. La mediaci¨®n y el di¨¢logo con los nuevos vecinos son las herramientas m¨¢s valoradas para integrar y tender puentes entre culturas. Por ello, un manifiesto publicado esta semana que relaciona la inmigraci¨®n con la inseguridad ciudadana ha sentado como un jarro de agua fr¨ªa en muchos sectores.
Los autores del documento son los representantes de cuatro asociaciones vecinales de Salt, a las que se ha unido la Federaci¨®n de Comerciantes. Dicen estar "hartos" y haber perdido la paciencia. "De esa ya hemos tenido demasiada en los ¨²ltimos a?os", zanjan. Denuncian el "deterioro de la convivencia ciudadana", exigen "incrementar urgentemente la presencia policial en las calles" y reconocen "un cierto rechazo" e incluso sentirse invadidos por la comunidad extranjera.
El escrito lo han presentado ante el Ayuntamiento, al que critican por su actuaci¨®n "ambigua" ante el fen¨®meno migratorio. Las asociaciones dicen que los extranjeros incumplen normas municipales. Se quejan de falta de "higiene y orden" en las calles y, especialmente, de la presencia en las aceras y esquinas de grupos de ciudadanos inmigrados. "Nos sentimos inseguros con toda esa gente ocupando la calle", resume el representante de los vecinos del barrio viejo. La federaci¨®n de comerciantes denuncia la instalaci¨®n "indiscriminada y desordenada" de comercios y locales. Es una situaci¨®n que, a su juicio, crea "graves conflictos".
Se trata de una visi¨®n que no comparten la mayor¨ªa de los comerciantes de origen extranjero que regentan carnicer¨ªas, barber¨ªas, locutorios, sastrer¨ªas y restaurantes. "?Qu¨¦ problemas! Yo pago mis impuestos, pago un piso, llevo a mis hijos al colegio, vivo tranquilo en Salt", comenta Ismail, propietario de una carnicer¨ªa halal. Las asociaciones africanas e isl¨¢micas creen que el documento vecinal es "exagerado" y lamentan que no hayan contado con ellos para redactarlo. "Dicen que tenemos resentimiento y no es verdad", asegura el presidente de la asociaci¨®n gambiana Keneba Kantora.
El documento ha creado malestar en sectores que se dedican a fomentar la convivencia y la integraci¨®n de los inmigrantes, que representan casi el 40% de los 29.000 habitantes de Salt. "Nunca hemos tenido problemas de convivencia y nuestras aulas son un reflejo claro de la sociedad de Salt", asegura Lourdes Triad¨®, directora de la Escuela de Adultos, donde muchos extranjeros acuden para aprender catal¨¢n y castellano.
Gemma Bosch, directora del colegio La Farga, donde los alumnos for¨¢neos representan el 80% de las aulas, no aprueba el manifiesto y cree que los vecinos act¨²an as¨ª por miedo. "Temen al otro, al desconocido. Nos esforzamos mucho en ense?ar a los inmigrantes c¨®mo es la sociedad de acogida, pero deber¨ªa ser rec¨ªproco", apunta. La mediadora cultural Montserrat Garc¨ªa considera que hace falta "m¨¢s di¨¢logo y menos polic¨ªa". C¨¢ritas, por ¨²ltimo, opina que el manifiesto puede deberse a sobre todo a la p¨¦rdida de puestos de trabajo en la construcci¨®n. "En ¨¦pocas de vacas flacas pueden saltar las rencillas entre los de aqu¨ª y los de fuera", comentan.
El Ayuntamiento, encabezado por la socialista Iolanda Pineda, entiende "en parte" las preocupaciones vecinales. Fuentes municipales afirman que ya han tomado medidas para solventar algunas quejas. "Se ha aprobado una nueva ordenanza municipal y se est¨¢n realizando inspecciones en locales comerciales y en locutorios para detectar posibles irregularidades", se?ala Pineda.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.