Mujer de leyes ante la ley
La salvedad judicial sobre el grupo de EHAK ahorra por ahora un duro trance a la presidenta del Parlamento
Izaskun Bilbao (Bermeo, 1961) debi¨® de respirar aliviada el viernes cuando conoci¨® los pronunciamientos del juez Baltasar Garz¨®n y de la Sala del 61 del Tribunal Supremo sobre la suspensi¨®n y el proceso de ilegalizaci¨®n de EHAK y ANV. La disoluci¨®n del grupo parlamentario de EHAK, al que debe su elecci¨®n como presidenta del Parlamento, queda al margen de las medidas judiciales. Esto la salva, al menos de momento, de verse en la misma situaci¨®n que su predecesor, Juan Mar¨ªa Atutxa, y, como ¨¦l, probablemente abocada a una condena de inhabilitaci¨®n.
Por su condici¨®n de mujer de leyes -se licenci¨® en Derecho en la Universidad de Deusto, aunque tambi¨¦n es m¨¢ster en administraci¨®n de empresas- el dilema entre obedecer las instrucciones judiciales o mantener la posici¨®n ya anunciada por su partido le habr¨ªa supuesto un trance extremo.
"Una inhabilitaci¨®n le har¨ªa da?o; tiene ambici¨®n", dice un alto funcionario
"No me gustar¨ªa tener que verla en esa situaci¨®n", se?ala Miguel Buen
"Por su s¨®lida formaci¨®n jur¨ªdica ella sabe que, ante una orden judicial de disoluci¨®n, la maniobra de su partido de trasladar la responsabilidad de la decisi¨®n al pleno no le otorga ning¨²n margen legal a?adido", se?al¨® a este peri¨®dico el vicepresidente de la C¨¢mara, el socialista Miguel Buen. "S¨®lo puedo decir que no me gustar¨ªa tener que verla en esa situaci¨®n", a?adi¨® Buen, sin escatimar manifestaciones de aprecio y respeto a quehacer diario de Bilbao.
La presidenta del Parlamento ha insistido, desde que se conoci¨® el inesperado fallo condenatorio del Supremo, en la necesidad de que haya un ¨®rgano arbitral que dirima las situaciones de conflicto entre poderes. Por lo dem¨¢s, ha actuado con suma prudencia en las fechas que han mediado entre las condenas a Atutxa, Bilbao y Kn?rr y las decisiones de Garz¨®n y el Supremo del viernes. En ning¨²n momento ha llegado a sugerir siquiera hacia d¨®nde apuntar¨ªa su actuaci¨®n en caso de verse emplazada a disolver el grupo de EHAK.
Tras su silencio lat¨ªan la inc¨®gnita sobre la decisi¨®n de los jueces y la esperanza de que ocurriera lo que finalmente ha pasado: que el c¨¢liz pasara ante ella sin tener que probarlo. A su favor juega adem¨¢s el factor tiempo porque, a diferencia de 2003, la legislatura est¨¢ en su tramo final, pendiente de lo que suceda con la consulta del lehendakari. La disoluci¨®n de la C¨¢mara disolver¨ªa tambi¨¦n el problema.
Un enfrentamiento entre el Parlamento y la judicatura "es lo ¨²ltimo que querr¨ªa una mujer de orden como ella y que tiene expectativas en su carrera pol¨ªtica", valora un alto funcionario de la C¨¢mara. Y ello pese a su condici¨®n de "persona de mucho car¨¢cter" que le atribuyen cuantos la conocen o han trabajado con ella. "Pero no est¨¢ entre esos perfiles de su partido que llevar¨ªan incluso con orgullo una condena judicial de este tipo", afirma el mismo alto funcionario.
"Una inhabilitaci¨®n le har¨ªa da?o. Interrumpir¨ªa una carrera para la que tiene ambiciones y tiempo, porque, a diferencia de Atutxa, es a¨²n joven", coinciden otras personas que trabajan cerca de ella en el Parlamento. Izaskun Bilbao, que preside la Conferencia de Asambleas Regionales Legislativas de la UE, aspira a repetir al frente de la C¨¢mara y, llegado el caso, ser¨ªa una candidata igualmente clara a un puesto en el Gobierno, se?alan.
La presidenta es una mujer con un discreto pero sostenido recorrido pol¨ªtico -como concejal en su pueblo, primero; directora de servicios en los departamentos de Cultura e Interior del Gobierno, despu¨¦s, y parlamentaria por fin-, que se vio aupada de modo inesperado a la presidencia de la C¨¢mara en 2005, ante el bloqueo que sufri¨® la nueva candidatura de Atutxa.
La suya fue una apuesta avalada por el entonces presidente del PNV, Josu Jon Imaz, con cuyas posiciones se la identificaba dentro del grupo parlamentario.
Prudencia y gestos hacia la oposici¨®n
Izaskun Bilbao sabe que es presidenta de la C¨¢mara porque su predecesor colm¨®, con sus acciones para sacar de apuros al Gobierno en minor¨ªa, la paciencia de la oposici¨®n, y es prudente con ella. No tuvo un despegue brillante (la C¨¢mara pas¨® su primer medio a?o casi inactiva), pero ha desempe?ado el cargo sin estridencias y recuperado las deterioradas relaciones de la etapa anterior. Tampoco lo ha desaprovechado para su proyecci¨®n p¨²blica, tanto en Euskadi como dentro y fuera de Espa?a.
El rigor, la preocupaci¨®n por su imagen y una cierta tozudez, son las caracter¨ªsticas que m¨¢s le atribuyen. "S¨ª, es muy estricta", coinciden sus compa?eros. Pero intenta no imponerse por la v¨ªa de la votaci¨®n y son pocas las ocasiones en que la Mesa ha decidido de ese modo.
Con la oposici¨®n ha tenido gestos que le han valido su respeto. Por ejemplo, al oponerse a reconsiderar asuntos ya tramitados que el tripartito pretendi¨® despu¨¦s desactivar. En cuestiones de principio para su partido, sin embargo, no hay duda: ni siquiera contest¨® al PSE cuando le pidi¨® conmemorar el refer¨¦ndum del Estatuto de Gernika. Su fuerte car¨¢cter y alta confianza en s¨ª misma la llevan a encastillarse en sus posiciones. Pero tambi¨¦n sabe rectificr "si se convence o ve un peligro", dicen.
Una an¨¦cdota reciente ilustra su modo de actuar. Bilbao se enfrasc¨® en una rueda de prensa en una discusi¨®n de media hora con un periodista por una informaci¨®n que tach¨® de manipuladora, para terminar pidiendole disculpas cuando le demostr¨® que la bas¨® en datos facilitados por su gabinete. Pero para entonces hab¨ªa anulado por completo el objetivo de su comparecencia: hacer p¨²blicas las cuentas de la C¨¢mara, por primera vez en su historia
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