Once sumideros para enterrar CO2
El Estado se reserva lugares para almacenar emisiones de centrales t¨¦rmicas
Si hay que reducir la emisi¨®n de CO2 a la atm¨®sfera, ?por qu¨¦ no enterrarlo? La captura del di¨®xido de carbono desde la central en que se origina es una f¨®rmula innovadora y controvertida que ya da pasos en Espa?a. El Estado se ha reservado once emplazamientos de distintas superficies por toda la geograf¨ªa peninsular como futuros emplazamientos para almacenar a m¨¢s de 1.000 metros de profundidad las emisiones de di¨®xido de carbono de centrales t¨¦rmicas.
La superficie de los once emplazamientos est¨¢ completamente definida en tierra y mar, tal como se hace con las reservas mineras, para que en un futuro pr¨®ximo ning¨²n particular ni empresa especule con la propiedad de los terrenos bajo los cuales se almacene el di¨®xido de carbono. Los lugares elegidos son cuatro en la plataforma continental del Cant¨¢brico, frente a los municipios de Llanes y Buelna (Asturias), Suances (Cantabria) y Mundaka (Vizcaya); otro en la bah¨ªa de Huelva; y el resto en tierra firme en las cercan¨ªas de Colmenar Viejo (Madrid), Guardo (Palencia), La Tumba (Zaragoza), Eljuive (Teruel), Tomelloso (Ciudad Real) y La Murada (Alicante).
Cada almac¨¦n de CO2 es herm¨¦tico y se sit¨²a a 1.000 metros bajo tierra
Nadie ha estudiado en Espa?a la geolog¨ªa profunda salvo las petroleras
"Hemos descartado muchos emplazamientos porque eran peque?os. Hay que tener en cuenta que un almac¨¦n geol¨®gico para gas tiene que ser completamente herm¨¦tico y esas condiciones no se suelen encontrar por encima de los mil metros de profundidad", precisa Juan Manuel Kindel¨¢n, presidente de la Fundaci¨®n para Estudios sobre la Energ¨ªa, la organizaci¨®n que se ha responsabilizado de identificar los lugares id¨®neos. La inscripci¨®n de estas zonas se ha llevado a cabo por parte de la direcci¨®n General de Pol¨ªtica Energ¨¦tica y Minas a favor del Estado.
Ignasi Nieto, secretario general de Energ¨ªa, y Kindel¨¢n acordaron dar este paso para evitar a especuladores que pretendan reclamar supuestos derechos mineros. "Decidimos que ser¨ªa bueno para el Estado inscribir estas reservas antes de hacer los estudios en profundidad sobre cada emplazamiento", afirma Kindel¨¢n, quien en el pasado fue responsable de la empresa p¨²blica de residuos radiactivos Enresa y presidente del Consejo de Seguridad Nuclear.
El aumento sostenido del precio del petr¨®leo y la incertidumbre generada por la energ¨ªa nuclear ha impulsado en los pa¨ªses industrializados el retorno al carb¨®n, del que existen importantes reservas. El problema que acarrea su explotaci¨®n son las cuantiosas emisiones a la atm¨®sfera de di¨®xido de carbono y otros gases, que provocan el efecto invernadero y el cambio clim¨¢tico.
La mayor¨ªa de estos pa¨ªses han suscrito el Protocolo de Kioto y muchos de los que todav¨ªa no lo han hecho se han comprometido a reducir dr¨¢sticamente esas emisiones. Una de las v¨ªas para poder seguir explotando las reservas carbon¨ªferas y evitar sus efectos nocivos es la aplicaci¨®n de tecnolog¨ªas que reduzcan las emisiones y su secuestro o captura durante y despu¨¦s de la combusti¨®n. Otra es mediante su valorizaci¨®n o transformaci¨®n qu¨ªmica en plasticos, un objetivo en el que trabaja el Instituto de Carboqu¨ªmica del CSIC en Zaragoza y el Instituto Nacional del Carb¨®n en Oviedo.
En Puertollano, la central t¨¦rmica experimental de Elcog¨¢s lleva desde 1999 aplicando distintas tecnolog¨ªas para atrapar el CO2 antes de escapar a la atm¨®sfera. Queda por identificar cu¨¢les ser¨ªan los emplazamientos seleccionados para enterrarlo con seguridad.
A esa tarea se dedica espec¨ªficamente un equipo del Instituto Geol¨®gico y Minero encabezado por Roberto Mart¨ªnez en colaboraci¨®n con otras entidades cient¨ªficas y varias compa?¨ªas que cuentan con la financiaci¨®n de 25 millones de euros del CDTI para un proyecto Cenit que engloba todo el proceso bajo la direcci¨®n de Juan Carlos Ballesteros, de Endesa.
El IGME y las compa?¨ªas petroleras como Repsol son quienes mejor conocen los potenciales emplazamientos de esos sumideros en Espa?a. Obviamente, la geolog¨ªa de los terrenos donde han efectuado prospecciones se domina mejor que la de otros sobre los que no se ha desarrollado ninguna actividad similar.
Kindel¨¢n, que es ingeniero de minas, ha recurrido a un equipo dirigido por los profesores Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ªnez-Val y Emilio Men¨¦ndez e integrado por consultores y catedr¨¢ticos. El proyecto ha contado con 250.000 euros facilitados en patrocinio por varias empresas y la ayuda del Ministerio de Industria.
100 millones de toneladas
Una vez terminado el estudio, la Fundaci¨®n pidi¨® a Industria que congelara inmediatamente las coordenadas de los emplazamientos seleccionados para evitar su comercializaci¨®n. Seg¨²n Kindel¨¢n los sumideros de CO2 deben tener una capacidad m¨ªnima de 100 millones de toneladas, el volumen de gas que emite una central t¨¦rmica de carb¨®n a lo largo de los 30 a?os de su vida ¨²til.
En su opini¨®n, las centrales t¨¦rmicas deber¨ªan instalarse en las proximidades de estos sumideros para no tener que asumir el coste del transporte del CO2.
Como complemento a la identificaci¨®n y registro de estos 11 sumideros, el Ministerio de Industria destinar¨¢ 10 millones de euros de los fondos mineros para que el IGME acelere sus trabajos en la identificaci¨®n de otros potenciales emplazamientos. Kindel¨¢n sostiene que "no existen datos sobre la geolog¨ªa profunda porque no le ha interesado a nadie. Nadie los ha estudiado, salvo las petroleras".
La captura de CO2 pretende ser una soluci¨®n al cambio clim¨¢tico que no convence a los ecologistas, que temen que se relajen los esfuerzos mundiales para reducir emisiones. "Es una soluci¨®n de final de tuber¨ªa, que s¨®lo sirve para emitir m¨¢s CO
2 aunque luego se entierre", declar¨® Raquel Mont¨®n, portavoz sobre energ¨ªa de Greenpeace. "Se da un bal¨®n de ox¨ªgeno a las empresas m¨¢s contaminantes", opina.
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