La guerra entre ingenier¨ªas detiene la reforma de las carreras

Termina la legislatura, pero el Gobierno a¨²n no ha cerrado, por lo menos en lo que toca a la normativa, la reforma de las universidades para adaptarlas a Europa. Faltan las ingenier¨ªas. Tras una agitada pelea de atribuciones profesionales (qu¨¦ trabajos se pueden hacer, por ley, con cada t¨ªtulo) entre los actuales ingenieros (que estudian ahora cinco cursos) y los ingenieros t¨¦cnicos (estudian tres), que termin¨® con un acuerdo en septiembre, las negociaciones entre el Ministerio de Educaci¨®n, los rectores y los colegios profesionales volvieron a encallar el pasado 18 de enero, seg¨²n diversas fuentes presentes en aquella reu-ni¨®n. Los t¨¦cnicos no aceptan que los grados de cuatro a?os en los que se convertir¨¢n sus ingenier¨ªas tengan que ser especializados (graduado en Energ¨ªa El¨¦ctrica, en lugar de graduado en Industriales, por ejemplo) y los superiores exigen que los masters que ser¨¢n necesarios para convertirse en ingeniero superior sean siempre de dos a?os. Un solo curso, dicen, no asegura una buena formaci¨®n, pero el Gobierno quiere que existan ambas posibilidades.

Los superiores avalan el plan de los rectores; los t¨¦cnicos y Educaci¨®n, no

Aunque el director general de Universidades, Javier Vidal, insiste en que se ha avanzado mucho desde aquel encuentro de enero y en que "el desacuerdo es m¨¢s aparente que de fondo", el sector est¨¢ empezando a impacientarse porque ya no queda tiempo para que la propuesta definitiva llegue antes de las elecciones generales del 9 de marzo. T¨¦cnicamente, es pr¨¢cticamente imposible empezar a tramitarla, dice el ministerio. "Despu¨¦s de todo el trabajo hecho, no queremos plantear nada sin un acuerdo", explica Vidal. Una de las principales tareas de Mercedes Cabrera al frente del Ministerio de Educaci¨®n era precisamente sacar adelante esta reforma.

Los ingenieros superiores culpan a los colegios profesionales de ingenieros t¨¦cnicos de la falta de acuerdo en la ¨²ltima reu-ni¨®n. El presidente del Consejo General de Colegios de Ingenieros Industriales de Espa?a, Manuel Acero, asegura que ellos aceptaron la propuesta de los rectores: las actuales ingenier¨ªas t¨¦cnicas se convierten en grados de cuatro a?os que dan un t¨ªtulo especializado y el master para poder ejercer los trabajos que hoy hacen los ingenieros superiores son de dos a?os. Propuesta que, asegura Acero, va en la misma direcci¨®n de los acuerdos que han firmado las escuelas t¨¦cnicas y las superiores, por ejemplo, el de los directores de escuelas de industriales sellado en septiembre del a?o pasado. Acero recurre a este ejemplo para asegurar que colegios de ingenieros superiores, rectores y escuelas van en una direcci¨®n, mientras los colegios de ingenieros t¨¦cnicos son los que van por otra. "En las universidades hay un acuerdo para salir adelante", asegura el director de la Escuela de Industriales de la Polit¨¦cnica de Madrid, Jes¨²s F¨¦lez.

Este peri¨®dico no ha podido contactar con el presidente del Instituto de Ingenieros T¨¦cnicos de Espa?a (Inite), Jos¨¦ Javier Medina, y un portavoz asegur¨® que las que se est¨¢n manteniendo ahora son negociaciones internas. El decano del Colegio Oficial de Ingenieros T¨¦cnicos Industriales de Madrid, Juan de Dios Alf¨¦rez, se mostr¨® hace unos d¨ªas muy preocupado por c¨®mo va el proceso, aunque para explicar por qu¨¦ remite al Inite.

El director general de Universidades, Javier Vidal, quita importancia a las desavenencias y explica cu¨¢les fueron las objeciones de los t¨¦cnicos en la famosa reuni¨®n de mediados de enero. "Se trata de c¨®mo se podr¨¢ acceder a los masters desde el grado y si este t¨ªtulo obliga a hacer una especialidad". En cuanto a los masters de uno o dos a?os, Educaci¨®n quiere mantener abierta la posibilidad de acceder a una profesi¨®n de ingeniero superior con un solo curso de posgrado. "Aunque los de dos a?os ser¨¢n los m¨¢s habituales, queremos que las universidades puedan ofrecer unas carreras con una duraci¨®n similar a la que hay ahora", dice Vidal. Esto es, cinco a?os: cuatro de grado y uno de un master al que s¨®lo se podr¨ªa acceder desde unos determinados grados de ingenier¨ªa.

Una vez m¨¢s, las desavenencias sobre contenidos, atribuciones y duraci¨®n de los t¨ªtulos guardan en el fondo, al menos en buena parte, la pelea de unos (los t¨¦cnicos) por igualarse a los superiores y de estos por mantener una diferenciaci¨®n clara de los dos tipos de ingenieros. Unos aseguran que la diferenciaci¨®n no tiene sentido porque en la pr¨¢ctica todos hacen el mismo trabajo. Los otros, que mantener dos v¨ªas en las ingenier¨ªas, una de especializaci¨®n y otra, con m¨¢s cursos y una formaci¨®n m¨¢s amplia y generalista, es fundamental para mantener el prestigio obtenido hasta ahora. En definitiva, ambos desean alcanzar un buen puesto de salida para el momento en que, como ha prometido impulsar el Ministerio de Educaci¨®n, se revisen las atribuciones profesionales para ordenar el guirigay que existe actualmente.