Hasta hoy, nada nuevo bajo el sol

La campa?a electoral comienza hoy tras una larga precampa?a que realmente no ha aportado nada nuevo ni especialmente llamativo, en ninguno de los partidos o candidatos en liza. Un periodo muy pesado que ni tan siquiera ha conseguido sacudir el ambiente aparentemente amodorrado del conjunto del electorado. Quedan 15 d¨ªas en los que el PSOE y el PP tienen que conseguir emocionar a los ciudadanos (una idea en la que est¨¢n insistiendo fuertemente los expertos de uno y otro lado) y en los que se dir¨ªa que todo se f¨ªa a la celebraci¨®n de los debates televisivos cara a cara. Si hay partido, anuncian unos y otros, ¨¦se ser¨¢ el verdadero campo de encuentro. Visto desde fuera, y dadas las caracter¨ªsticas pactadas por PP y PSOE para los debates, puede resultar que finalmente nos encontremos ante lo que los cronistas llaman un "partido a la italiana", es decir bastante aburrido y supercontrolado, en el que lo que importa no es el juego que t¨² haces sino los errores del rival. Para emocionar al electorado har¨ªa falta precisamente lo contrario. Siempre queda la esperanza de que todos los sparring del mundo son incapaces de predecir la agresividad del contrario ni la capacidad de tu patrocinado para ajustar exactamente, en directo, el tono de su respuesta.

Por lo visto hasta hoy, se dir¨ªa que el PSOE ha optado por una campa?a extraordinariamente "presidencialista", en la que el principal mensaje es el propio Rodr¨ªguez Zapatero. Por lo menos, ¨¦sa fue la idea transmitida por Jos¨¦ Blanco a los jefes de gabinete de los diferentes ministros: "El principal activo en esta campa?a es ZP". Algunos expertos socialistas dudan ante un planteamiento tan estricto, basado en un carisma a¨²n por demostrar, pero otros se muestran convencidos. En el PP no creen que haya que volcarse sobre alguna de las prendas de su candidato, poco llamativas desde el punto de vista medi¨¢tico, sino en una imagen de conjunto del partido y su oferta. Nadie podr¨¢ decir que en estas elecciones no se enfrentan dos modelos absolutamente diferenciados, no s¨®lo en sus pol¨ªticas sino tambi¨¦n en sus campa?as y estrategias.