Dulces sue?os de boj
Jardines singulares en una ruta francesa de Normand¨ªa a Breta?a
La c¨¦lebre frase del poeta barroco Pedro Soto de Rojas "para¨ªso cerrado para muchos, jardines abiertos para pocos" no se cumple en Francia, donde m¨¢s bien se podr¨ªa afirmar todo lo contrario. Gracias a la labor del Comit¨¦ des Parcs et Jardins de France, que preside con gran dedicaci¨®n Didier Wirth, se ha dado un gran impulso a la conservaci¨®n y difusi¨®n de este patrimonio. Fundada en 1990, la entidad ha creado la marca de calidad Jard¨ªn Singular (Jardin Remarcable, en franc¨¦s), cuyo logotipo identifica los recintos incluidos en la red por su dise?o, colecci¨®n bot¨¢nica, conservaci¨®n y ajardinamiento. En www.parcsetjardins.fr se detallan los m¨¢s de 1.105 jardines y parques con sello de singularidad, grandes y peque?os, p¨²blicos y privados, abiertos regularmente o mediante cita previa. Algunos ofrecen alojamiento, haciendo posible aquel sue?o de pasar las vacaciones en un bello jard¨ªn. Quienes ya est¨¦n so?ando, pueden elegir destino en www.giteaujardin.com, con cat¨¢logo ilustrado.
Diez fantas¨ªas en verde. Un refresco bajo un gran cedro del L¨ªbano. Dormir en un 'ch?teau' o en casitas en los ¨¢rboles. Paseos entre pl¨¢tanos o palmeras. Y una escalinata que parece llevar al cielo.
Camino a Poitiers
. Al hilo de todo esto, me hab¨ªa propuesto viajar por la Baja Normand¨ªa con el secreto anhelo de llegar hasta la C?te d'Armor, en Breta?a, para ver, por fin, el jard¨ªn de Kerdalo, creado por el pr¨ªncipe-pintor Peter Wolkonsky en 1965. El viaje en coche desde Madrid tiene su primera parada en las proximidades de Poitiers. En el pueblecito de Bonnes se descubre el ch?teau de Touffou, famoso por el color albaricoque de sus piedras. A orillas del r¨ªo Vienne surgen imponentes la fachada renacentista y la torre de Francisco I que vigila los jardines en terraza de boj y nepeta (restauraci¨®n de Paolo Peyrone). Su origen se remonta al sigo XII, est¨¢ rodeado por un foso sin agua y su bello parque ocupa varias hect¨¢reas. Se pueden visitar las dependencias de la casa y el museo de caza en las caballerizas, adem¨¢s de tomar un refresco sentado frente al gran cedro del L¨ªbano.
Por indicaci¨®n de Herta Orilvy, propietaria de Touffou, marcamos la siguiente parada: el Parc de la Belle y su conjunto de caba?as-hotel en los ¨¢rboles. Las casitas de madera que hacen las veces de habitaci¨®n son espaciosas, bonitas, graciosas y seguras. Y el desayuno lo depositan al pie del ¨¢rbol en una cesta que el hu¨¦sped sube con una soga. El entorno: un parque ajardinado alrededor de una casona antigua del siglo XIX, que adem¨¢s tiene servicio de cafeter¨ªa.
De nuevo en la autov¨ªa, nos dirigimos a Caen, capital de la Baja Normand¨ªa, para seguir camino a Bayeux. El viaje avanza entre alegres pomares, praderas y granjas valladas por hayas, laureles o carpes. La tierra aqu¨ª es buena y las corrientes calientes del golfo dulcifican el rigor del clima, llegando en algunos casos a favorecer un microclima que permite desarrollar especies bot¨¢nicas ex¨®ticas. Aqu¨ª se desarrollan todos los estilos de jardines, desde el monacal hasta el cl¨¢sico racional, pasando por los parques rom¨¢nticos.
Verde, blanco y azul en Bercy.
Barbara Wirth, propietaria del ch?teau de Brecy, en Saint Gabriel de Brecy (a 15 kil¨®metros de Bayeux), explica que para un jardinero "no existe el tiempo, sino la paciencia y la sorpresa". Elementos a los que ella suma talento, amor y entrega. Brecy, construido en el siglo XVII, es un bello ejemplo de jard¨ªn a la francesa y la leyenda lo atribuye al gran arquitecto Mansart. Original en su trazado de cuatro terrazas ascendentes, su eje culmina en una escalinata con puerta forjada en hierro que parece abrirse al cielo. ?rboles recortados en topiario juegan con las elegantes esculturas de piedra que acompa?an el ascenso. Un claustro de verdura bordea alfombras verdes salpicadas de an¨¦monas japonesas y flores azules de cardo. En la terraza superior, dos fuentes simulan cestos repletos de alcachofas y vierten el agua frente a dos pabellones gemelos envueltos en rosas trepadoras y peon¨ªas Gansu Mudan. Se trata de uno de los m¨¢s refinados jardines de Francia, cuya visita no deja indiferente a nadie.
Al lado de Bayeux, en direcci¨®n a Cherburgo, destacan dos jardines para el sue?o eterno: el del cementerio americano de Colleville-sur-Mer, impresionante frente a los acantilados, y el del camposanto alem¨¢n de La Cambe, a la sombra de los tilos.
Vauville y Martinvast.
Llegamos a Cotentin, el Finisterre normando, para visitar el jard¨ªn bot¨¢nico de Vauville. Guillaume Pellerin, jardinero por tradici¨®n familiar, cuida junto a su esposa, Cleophee de Turckheim, este conjunto singular que se nutre de m¨¢s de 500 especies del hemisferio austral. La reconocida colecci¨®n cient¨ªfica sirve de escenario a una casa solariega del siglo XVII. Aloes, gigantescos Echiums pinana y muchas variedades de palmeras crean una atm¨®sfera subtropical sorprendente a 300 metros del mar y rodeados por un paisaje de brezales. Ofrecen turismo de habitaci¨®n.
El parque y castillo de Martinvast, a cinco kil¨®metros de Cherburgo, posee un arboreto magn¨ªfico con ¨¢rboles centenarios y la posibilidad de albergar hu¨¦spedes. Granja modelo del siglo XIX, son curiosas de ver sus instalaciones llenas de encanto rom¨¢ntico.
Un jard¨ªn del que se pueden tomar ideas al mismo tiempo que comprar plantas vivaces y arbustos es el que tiene Colette Sainte Beuve en Castillon, en las cercan¨ªas de St. Lo. El vivero se llama Plantbessin y est¨¢ abierto todo el a?o. A media hora en coche de aqu¨ª, cerca de Coutances, la escritora Caroline Lecardonnel ha creado una sucesi¨®n de nueve jardines en Manoir D'Argences. Dice que ahora escribe con las im¨¢genes de su jard¨ªn, un lugar id¨ªlico al que se llega por una majestuosa avenida de pl¨¢tanos y donde se organizan un festival de cine y otro de m¨²sica de c¨¢mara.
C?te d'Armor
. Es el momento de emprender ruta hasta Tredarzec, en la C?te d'Armor, y visitar por fin Kerdalo. No me decepcion¨® el emplazamiento, muy pr¨®ximo a la costa, en un valle que recorre el r¨ªo Jaudy y que desemboca en una cala frente al pueblo de Treguier. Cuando en 1997 fallec¨ªa el pr¨ªncipe-pintor-jardinero Peter Wolkonsky, arist¨®crata de origen ruso, su hija Isabelle, horticultora de formaci¨®n, emprendi¨® con su marido, el conocido paisajista ingl¨¦s Timothy Vaughan, la reconstrucci¨®n de lo que el tiempo hab¨ªa borrado o la naturaleza invadido.
En sus 18 hect¨¢reas se re¨²nen dos mil especies de plantas. Frente a la preciosa mansi¨®n de piedra de estilo bret¨®n, una terraza se asoma a un huerto dividido en cuatro cuadros de vivaces con una rica combinaci¨®n de texturas y colores. El jard¨ªn fluye hacia el mar con exotismo y teatralidad. A espaldas de la casa, una serie de terrazas conforman un jard¨ªn mediterr¨¢neo. La enorme cultura del artista se hace patente en rincones como la gruta de las ninfas, de marcado gusto italiano, o el templo dedicado a san Fiacre, patr¨®n de los jardineros.
MEYE MAIER es delegada de la Mediterranean Garden Society
GU?A PR?CTICA
Informaci¨®n
- Casi todos los jardines abren entre Semana Santa y noviembre. Suelen abrir de 14.00 a 18.00. Salvo el parque de La Belle, todos los jardines mencionados tienen la denominaci¨®n de jard¨ªn singular.
- Comit¨¦ des Parcs et Jardins de France (www.cpjf.fr).
- www.jardin-vauville.fr.
- www.jardins-argences.com.
- www.arnaga.com.
- Parque de la Belle (www.parcfloraldelabelle.com).
- www.guide-chateaux.com
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