La publicidad

Estoy leyendo los lemas publicitarios de la campa?a electoral, cuatro partidos y catorce palabras, que no son muchas si pienso que acabo de cerrar una novela de cr¨ªmenes de 572 p¨¢ginas, y, quiz¨¢ porque vengo de esa demostraci¨®n de truculencia ficticia y sangrienta, veo que el PSOE y el PP est¨¢n bastante de acuerdo en la interpretaci¨®n de la realidad actual que ofrecen sus esl¨®ganes: "Andaluc¨ªa, suma y sigue" y "Cambiar a mejor es posible". Las dos frases tienen el mismo n¨²mero de s¨ªlabas, nueve, y los dos partidos anuncian que estamos bien, que sumamos y seguimos, aunque sea posible cambiar a mejor, o sumar y seguir.

Hay un matiz. Los gobernantes socialistas hablan de continuidad, de acumulaci¨®n de lo bueno. El PP, que hasta hoy mismo s¨®lo ve¨ªa a su alrededor desastres sociales, admite en su publicidad que la situaci¨®n regional es buena, aunque siempre se pueda cambiar a mejor. Los esl¨®ganes se convierten a veces en indiscreciones involuntarias. Por ejemplo: no sabemos si el PSOE, cuando habla de sumar y seguir, se refiere a la situaci¨®n general del pa¨ªs, o a s¨ª mismo, que, despu¨¦s de tres d¨¦cadas de hegemon¨ªa, da por seguro un nuevo triunfo, un suma y sigue de ¨¦xitos al que por el momento no se le ve t¨¦rmino. Si al fondo del eslogan socialista resuena una nota de fatuidad chillona, en el lema del PP hay un reconocimiento expl¨ªcito de que la Andaluc¨ªa gobernada por su rival est¨¢ bien, aunque ma?ana pueda seguir sumando, es decir, mejorando.

El eslogan de IU lo entiendo menos. "Somos como Andaluc¨ªa", dicen. ?Como qu¨¦ Andaluc¨ªa? ?Como la de hoy? ?Como la Andaluc¨ªa eterna, si existe? La de hoy es la gobernada por el PSOE y, dado que los humanos tienen amor propio, supongo que los de IU se consideran buenos. ?Han conseguido los socialistas seducir tambi¨¦n a los izquierdistas? O puede ser que IU piense en una Andaluc¨ªa v¨ªctima hist¨®rica, o en una Andaluc¨ªa ideal, como la del soneto de Jorge Luis Borges en el libro Los conjurados: la Andaluc¨ªa de los poetas latinos, la fuente isl¨¢mica, los toros, Am¨¦rica, los cabalistas, el literato y el guerrero, la m¨²sica brav¨ªa y a la vez delicada que rima con un verso que le gustar¨ªa a alg¨²n jerarca del PP, de esos que se quejan de que ya no hay camareros como los de antes: "La buena tradici¨®n de no hacer nada". Uno entra en esta enso?aci¨®n patri¨®tica y se olvida de ir a votar, pensando qu¨¦ dir¨ªa IU si el eslogan de Rajoy fuera "Somos como Espa?a".

Aunque la publicidad trabaja con motivos sentimentales y afectos colectivos, el PSOE y el PP han recurrido a un lenguaje comercial y pr¨¢ctico: el suma y sigue, el cambiar para mejor. Son frases hechas, pero lo convencional es lo m¨¢s ¨ªntimo que tenemos: ni nos damos cuenta de que lo llevamos dentro, y votamos por intuici¨®n. El PSOE y el PP anuncian nuevas posibilidades de bienestar y felicidad, y, mientras envejecen los candidatos en el mundo masculino de los equipos dirigentes, los propagandistas los hacen aparecer en las fotos publicitarias con j¨®venes y mujeres, y, no s¨¦ si para amortiguar o resaltar la potencia de los l¨ªderes, los presentan rodeados por la indefensi¨®n de la vejez. Los que cuentan con m¨¢s votos son los que recurren a palabras e im¨¢genes m¨¢s concretas.

La f¨®rmula electoral m¨¢s original e inesperada de la campa?a es la de la Coalici¨®n Andalucista: "Yo voy". Es una expresi¨®n enigm¨¢tica, porque uno va hacia alg¨²n sitio, sale de donde est¨¢, y los andalucistas sostienen un pensamiento pol¨ªtico centrado en lo propio, en la tierra de uno. "Yo voy". ?A d¨®nde? "Yo voy con Coalici¨®n Andalucista", responde la propaganda, y el enigma se resuelve. Puesto que los anuncios los pone Coalici¨®n Andalucista, el eslogan se limita a constatar lo aparentemente obvio: que los de Coalici¨®n Andalucista van con la Coalici¨®n Andalucista.