El 'hurac¨¢n Bardem' arrecia
El actor espa?ol, gran favorito a un Oscar, lucha por rebajar el subid¨®n aplicando la filosof¨ªa zen. "Esta gala es una parada que no va a alterar la direcci¨®n que llevo".
La tormenta Bardem arrecia. A la madre, Pilar, le dedican una doble p¨¢gina en Los Angeles Times, mientras ella pasar¨¢ hoy todo el domingo en un avi¨®n para acompa?ar -si se produce alg¨²n retraso en la aduana llegar¨¢ muy justa- a su v¨¢stago en la ceremonia de esta noche. A su hijo peque?o, Javier, lo tienen de promoci¨®n como "una marioneta". "Pronto va a haber alguien que hasta coma y fume por m¨ª". En uno de sus momentos interruptus, Javier Bardem (Las Palmas de Gran Canaria, 1969) charl¨® con parte de la prensa espa?ola -la otra mitad fue vetada en un extra?o proceso de selecci¨®n- y luch¨® por rebajar el subid¨®n de los que le rodean ante el rol de caballo ganador en los Oscar. Su truco: convertir la filosof¨ªa zen en un m¨¦todo de desconexi¨®n mental ante lo que se le avecina. "Debes alejarte de este eco promocional, porque al final tu trabajo queda sepultado por el ruido medi¨¢tico, y hay que volver al inicio, a recordar que estos momentos de alegr¨ªa vienen de una pel¨ªcula. Aunque claro, cuando ves el recibimiento a No es pa¨ªs para viejos, te alegras, porque uno lo ha pasado mal, no ha sido f¨¢cil componer el personaje de Anton Chigurh, un tipo con flequillo raro que va por ah¨ª con una m¨¢quina de matar vacas. Estoy contento pero agarr¨¢ndome las riendas. Hace falta filosof¨ªa zen para no perderse en este ruido. Tengo una distancia ¨®ptima y saludable respecto a cualquier accidente, sea ¨¦ste feliz, un premio Oscar, o desafortunado".
"Los premios son subjetivos. No se puede medir el arte. Son premios"
Pausado, muy preciso a la hora de buscar las palabras que verbalizaran sus pensamientos, Bardem desgran¨® en media hora todo el proceso de interiorizaci¨®n de un momento en el que, ateni¨¦ndose a las casas de apuestas, se convertir¨¢ en el primer actor espa?ol ganador de la estatuilla de Hollywood. Ser¨¢ el sexto Oscar de la noche, de los primeros, y lo entregar¨¢ Jennifer Hudson, la ganadora en la pasada edici¨®n al galard¨®n a la mejor int¨¦rprete secundaria por Dreamgirls. "Ha sido un viaje muy largo que empez¨® en Cannes, con el estreno en el festival de No es pa¨ªs para viejos. Llevo hablando de lo mismo tantos meses... He vivido el viaje con alegr¨ªa y con distancia, porque si no, te puedes perder en todo este ruido que es insano para, y no quiero que suene demasiado pretencioso, el arte. Debo seguir con proyectos que tengan algo importante que decir. Para m¨ª, esta gala es una parada que no va a alterar la direcci¨®n que llevo. Eso no hay Oscar que lo cambie".
Ya, pero un Oscar es un Oscar. Y m¨¢s cuando suena como favorito. "?Favorito? Ni he visualizado el momento. En cambio, la candidatura que tuve en 2001 por Antes que anochezca s¨ª fue una locura. Todo esto era nuevo, y fue una experiencia repentina, con mi primer filme en ingl¨¦s, y avasalladora, aunque me divert¨ª mucho. Esta segunda candidatura es distinta. La veo de forma profesional y como una cita bonita. Sin embargo, todos los premios son subjetivos. No se puede medir el arte. Como dice mi maestro y amigo Eduard Fern¨¢ndez, un premio no es ni bueno ni malo, es un premio".
Mientras en el exterior del hotel deja de llover, en el interior Bardem mantiene el tono melanc¨®lico y sosegado. R¨ªe nervioso, pide algo para su boca seca, desgrana su visi¨®n de la noche de los Oscar. "Mi categor¨ªa es de las m¨¢s dif¨ªciles. Hay un talentazo en ella. Estos premios son una loter¨ªa, un juego, y lo acepto. Yo me enfrento a esto con el placer de saber que yo ya he ganado. He trabajado con los hermanos Coen y he salido ileso. No parec¨ª un marciano en mitad de esta historia tan estadounidense, dentro de un equipo t¨¦cnico y art¨ªstico americano. El resto es accidental. Rodar con los Coen es un milagro. Siendo espa?ol, me parec¨ªa imposible acceder a su mundo. Cuando contactaron conmigo me sent¨ª conmocionado". Sin embargo, rehuye que esa espa?olidad le haga emisario de nada. "No me siento embajador del cine espa?ol; el cine espa?ol es embajador por s¨ª mismo con las decisiones que toma. Como toda industria tiene sus limitaciones y sus grand¨ªsimas virtudes".
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