Charlize Theron, m¨¢s que guapa
A Theron siempre le gusta recordar el amor que siente hacia su trabajo con frases que implican mucho m¨¢s que el glamour y la fama. Habla del hecho de trabajar como algo que te permite lidiar con tus demonios. "Si no tuviera este trabajo, probablemente me estar¨ªa psicoanalizando. Hay gente que va a terapia. Yo voy a trabajar". No es de las estrellas que se muerden la lengua. Su experiencia vital le ha forjado un car¨¢cter que va m¨¢s all¨¢ de una chica guapa, rubia y alta. Theron tiene una historia que contar, un pasado que como en toda buena pel¨ªcula le da a¨²n mayor solidez a su estrellato. Como la Meryl Streep de Memorias de ?frica, tambi¨¦n "ten¨ªa una granja en ?frica". En su caso, en Benoni (Sur¨¢frica), donde naci¨®. All¨ª vivi¨® con sus padres, Gerda y Charles, sin apenas medios, pero una madre de origen alem¨¢n que deseaba m¨¢s para ella y que desde siempre la anim¨® a desarrollar ese talento innato que ten¨ªa para las artes. En esa granja, en 1991, Gerda dispar¨® contra su marido cuando regres¨® a casa borracho y la madre temi¨® por la vida de ambas. La polic¨ªa determin¨® que la muerte de Charles fue en defensa propia y nunca se presentaron cargos. Es un tema del que Theron procura no hablar, aunque no le importa que otros hablen por ella. Siempre fiel a su madre, tambi¨¦n sigui¨® a pies juntillas sus consejos aceptando el concurso de belleza que a los 16 a?os la sac¨® de Sur¨¢frica camino de Mil¨¢n para ser modelo, una huida hacia delante que poco despu¨¦s la llev¨® a Nueva York, a la escuela Joffrey Ballet, para seguir su gran pasi¨®n como bailarina, carrera esta ¨²ltima frustrada por un problema en la rodilla que la convirti¨® en otra actriz m¨¢s en la meca de los sue?os.
Suspira y una vez m¨¢s recuerda a su madre al hablar de su forma de vivir la vida, disfrutando de lo bueno y lo malo. "Como dice mi madre, uno tiene que pasar por lo malo para saber disfrutar lo bueno. Ella tambi¨¦n es la que siempre me recuerda que da igual por lo que est¨¦ pasando, siempre hay alguien al que le va diez veces peor. Yo tengo dos piernas, dos brazos, mi vista es bastante buena y no he tenido la gripe en dos a?os", enumera volviendo a to??m¨¢rselo a risa. No se puede quejar.
La actriz surafricana, de 32 a?os, una estrella que busca su lugar entre las bellezas de Hollywood, una mujer de rompe y rasga, lleva hoy vestido de color carb¨®n de Camilla Marc y zapatos de tac¨®n de aguja con estampado de pantera de Christian Louboutin que subrayan a¨²n m¨¢s su poder¨ªo. Su sola presencia dice: aqu¨ª estoy yo y s¨¦ lo que quiero; aunque ella matiza: "Para m¨ª, la vida es una aventura maravillosa que nunca s¨¦ d¨®nde me va a llevar. Como digo siempre, si ni tan siquiera me gusta saber qu¨¦ es lo que voy a cenar, menos a¨²n me gusta la idea de saber lo que voy a hacer en los pr¨®ximos cinco a?os. Hay algo en m¨ª que disfruta del misterio, a quien le gusta ser sorprendida".
Pocos la creen. Sus compatriotas la ven demasiado fr¨ªa y calculadora como para disfrutar de las sorpresas. Hasta sus compa?eros de trabajo tienen claro que sigue un camino pautado hacia el estrellato. Si se descuida, pod¨ªa haber acabado como otra Elizabeth Berkley o Gretchen Mol, rubias despampanantes de fama muy ef¨ªmera. Pero Charlize Theron ha sabido encauzar su carrera, aunque nunca niega que fueron sus poderosos atributos los que le abrieron las puertas con ese papel de asesina noruega vestida de tigresa que interpret¨® en Dos d¨ªas en el valle (1996), un trabajo que no recibi¨® ni cr¨¦dito en la campa?a publicitaria, pero que qued¨® en la memoria del espectador. De ah¨ª que todas las ofertas que vinieron despu¨¦s la trataran de s¨ªmbolo sexual. "Pactar con el diablo (1997) fue toda una lucha porque tuve que hacer cinco pruebas de rodaje, to??das ellas basadas en mi f¨ªsico, no en mis habilidades como actriz". O La otra cara del crimen (2000). "?Otra! Ya sabes, era joven y el hecho de que ven¨ªa de ser modelo era otro tab¨². Pero las cosas han cambiado mucho desde Monster". Se trata de la pel¨ªcula que le dio un Oscar, un filme independiente en el que esta sirena capaz de parar el tr¨¢fico con su presencia y vender el perfume que sea (en la actualidad, J'Adore de Christian Dior) en los anuncios de televisi¨®n con s¨®lo fingir que se desnuda se transform¨® en la persona m¨¢s horrenda hecha mujer, la asesina Aileen Wuornos, prostituta condenada y ejecutada en 2002 por numerosos asesinatos. "Si te soy honesta, cuando echo la mirada atr¨¢s ni por un segundo tengo la sensaci¨®n de que todo lo que me ha ocurrido estaba planeado. Lo que s¨ª reconozco es que mejor as¨ª, porque si todo esto me hubiera llegado a los 19 a?os, no s¨¦ si podr¨ªa sentarme aqu¨ª con el aprecio que siento hacia mi carrera", resume. "Yo lo ¨²nico que quiero es trabajar con buenas historias y buena gente. Nunca me gustar¨ªa ser la mejor actriz de una pel¨ªcula mala. Prefiero compartir buenas historias con los que me rodean".
Entre quienes la rodean, Charlize es r¨¢pida en destacar dos nombres: Tucker y Denver. Dos perros. "Acabo de perderlos? Ha sido un a?o triste. Pero ahora tenemos otros dos, uno de 13 a?os y otro de 10, y estoy contenta porque s¨¦ que han tenido una buena vida. Pero les echo de menos?". La actriz se pasa la vida rescatando perros. Rodaje al que va, rodaje en el que se pone a buscar casa a esos animales perdidos que siempre acaban deambulando por el set. Una pasi¨®n que le ha acercado al hombre que lleva a su lado seis a?os, aunque sin boda y sin ni?os. Se trata del tambi¨¦n actor Stuart Townsend, de 35 a?os. Ambos se conocieron durante el rodaje de Atrapada (2002), pel¨ªcula que s¨®lo deben de recordar ellos. A Townsend no s¨®lo le cautiv¨® la belleza de su compa?era de rodaje, sino ese empe?o en rescatar perros. "Tambi¨¦n nos gustan las tostadas. Entre nosotros hay m¨¢s cosas que nos unen; si no, no llevar¨ªamos siete a?os juntos", a?ade con humor. Entre esas otras cosas que comparten figura el cine; volvieron a trabajar juntos en Juegos de mujer (2004), filme en el que completaron el tri¨¢ngulo amoroso de ficci¨®n con Pen¨¦lope Cruz. Y ahora Theron est¨¢ a sus ¨®rdenes en el filme Battle in Seattle, pel¨ªcula que el irland¨¦s tambi¨¦n ha escrito sobre los enfrentamientos que vivi¨® esa ciudad estadounidense durante la fracasada celebraci¨®n de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio.
Adem¨¢s, Theron no es de esas estrellas que tanto abundan; no es de esas que se escudan en su timidez a la hora de dar sus opiniones pol¨ªticas y sociales. Hace una d¨¦cada se embarc¨® en una campa?a contra las violaciones en Sur¨¢frica y tampoco ha perdido oportunidad de criticar la guerra de Irak, tema de su ¨²ltimo y exitoso es??treno, En el valle de Elah. "Estoy interesada en el mundo, y mi deseo es llegar a entender lo que pasa ah¨ª fuera. D¨¦se cuenta de que yo crec¨ª en uno de esos pa¨ªses turbulentos".
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