La prisa mata
M¨¢s del 32% de los trabajadores vive en un permanente estado de estr¨¦s que atenta contra su salud y productividad
Lo quiero para ayer". ?sta es una de las afirmaciones m¨¢s escuchadas por los profesionales espa?oles, que en muchas ocasiones est¨¢n inmersos en una carrera de velocidad que parece no tener ni direcci¨®n ni final. Eso s¨ª, por el camino "van perdiendo la salud, as¨ª como la capacidad de disfrutar, de innovar y, en definitiva, de aportar valor a?adido para la empresa en la que trabajan", lamentan los expertos en comportamiento organizacional.
Por m¨¢s que se insista en que "la prisa no aporta nada positivo, muchos l¨ªderes siguen creyendo, equivocadamente, que introduci¨¦ndola en su estrategia empresarial obtendr¨¢n mejores resultados en menos tiempo", afirma la coach Maite Bar¨®n, directora de Building Visionary Organisations. Sin embargo, "al perseguir fren¨¦ticamente la cantidad, marginando por completo la calidad, terminan perdiendo ambas", a?ade.
"El cambio de paradigma consiste en comprender que ir despacio no s¨®lo permite llegar m¨¢s r¨¢pido, sino tambi¨¦n m¨¢s lejos", dice Bar¨®n
Debido a "la interminable cantidad de trabajo pendiente y a la sensaci¨®n de que apenas existe tiempo para ejecutarlo", la actividad de cada vez m¨¢s profesionales consiste en ir "apagando fuegos", apunta Bar¨®n. "Entre otros efectos negativos, esta hipervelocidad desencadena que las personas caigan en el automatismo y la inercia, que les impide reflexionar sobre lo que est¨¢n haciendo".
Como consecuencia directa de esta cultura organizacional t¨®xica y nociva, se estima que m¨¢s del 32% de los trabajadores (unos 6,5 millones de espa?oles) vive en un permanente estado de estr¨¦s, que "ciega y bloquea su actividad creadora", seg¨²n se desprende del informe Cisneros VI, de la Universidad de Alcal¨¢ de Henares. Y lo cierto es que se trata de una alteraci¨®n del organismo "muy perniciosa para la salud", afirma el doctor Antonio Francino, m¨¦dico del servicio de cardiolog¨ªa del Hospital Cl¨ªnico de Barcelona.
Entre otros s¨ªntomas, destaca "la ansiedad, la taquicardia, la sudoraci¨®n, el nerviosismo, el insomnio y la indigesti¨®n". Adem¨¢s, "el estr¨¦s provoca que las personas lleven h¨¢bitos de vida muy poco saludables, lo que les sumerge en un peligroso c¨ªrculo vicioso", asegura. Todo ello "aumenta la presi¨®n y frecuencia cardiacas y los triglic¨¦ridos, provocando importantes riesgos cardiovasculares en el organismo, como la diabetes, el colesterol, el tabaquismo, la obesidad, la angina de pecho y el infarto cerebral", concluye este m¨¦dico.
Exigencias de la mente
"El estr¨¦s y la ansiedad son se?ales que nos env¨ªa el cuerpo para hacernos conscientes de que no podemos cumplir con las exigencias impuestas por la mente", explica el psic¨®logo Ricardo Ros. "Y aparecen en nuestro organismo cuando, debido a una elevada carga de responsabilidades y expectativas, nos orientamos en exceso hacia el futuro", se?ala.
"Al preocuparnos por lo que todav¨ªa no ha pasado o por lo mucho que todav¨ªa nos queda por hacer, nuestros pensamientos nos alejan del momento presente -del aqu¨ª y ahora-, que es el ¨²nico que existe en realidad", a?ade Ros, autor de Stop a la ansiedad (Editorial Trace), que est¨¢ recibiendo miles de consultas a trav¨¦s de la web www.magalian.com. De ah¨ª que sea tan importante "saber distinguir la realidad -lo que sucede en cada momento y donde uno puede actuar- de los pensamientos, que nos llevan a escenarios inexistentes, gener¨¢ndonos la experiencia del malestar interno".
Para superar definitivamente esta "inconsciencia organizacional", es imprescindible que cada uno de sus miembros comprenda la necesidad de experimentar un "cambio de paradigma", basado en la "paradoja" de que "ir despacio no s¨®lo permite llegar m¨¢s r¨¢pido, sino tambi¨¦n m¨¢s lejos", sostiene Bar¨®n. En opini¨®n de esta reconocida experta, "la verdadera creatividad y productividad nacen de la serenidad y no de la ansiedad". Y a?ade: "Para cultivar la paz en nuestro interior hemos de gobernar nuestra mente y nuestros pensamientos".
Sin embargo, "se trata de un trabajo que muy pocos profesionales est¨¢n dispuestos a gestionar", lamenta Bar¨®n. Pero tarde o temprano llega un momento en que mirar a otro lado deja de ser una opci¨®n. "Si una persona quiere saber si est¨¢ bien consigo misma y es realmente due?a de su vida, tan s¨®lo ha de salir de la oficina, sentarse en un banco de la calle y no hacer nada durante 15 minutos", reta esta especialista. Y concluye: "La experiencia que obtenga puede que le lleve a replantearse ciertos cambios en su estilo de vida".
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