"Anhelo cambios para Cuba, pero no s¨®lo econ¨®micos"
"Si tuviera que definir lo que he hecho utilizar¨ªa la palabra farsa", comentaba ayer Antonio Orlando en conversaci¨®n telef¨®nica desde Miami, donde vive desde hace ocho a?os; "una farsa con trasfondo hist¨®rico". Pero a?adi¨®: "Es una novela de aventuras, y tambi¨¦n una biograf¨ªa imaginaria".
Pregunta. Una mujer peque?a con una vida muy intensa. ?Se queda ah¨ª la cosa?
Respuesta. Es, sobre todo, una novela de aventuras. Pero tambi¨¦n se puede leer como una met¨¢fora de lo que ocurri¨® con los pa¨ªses peque?os a finales del siglo XIX. Lo que pas¨® con las islas, como Cuba o Puerto Rico. Eran tiempos en que los pa¨ªses coloniales eran aut¨¦nticos depredadores y los que hab¨ªan llegado tarde al reparto, como Estados Unidos, estaban dispuestos a todo por estar entre los m¨¢s grandes.
P. El trasfondo hist¨®rico no se limita entonces a ser un simple tel¨®n de fondo...
R. Empec¨¦ a trabajar en la novela en 2002. Han sido cinco a?os y he dedicado mucho tiempo a la investigaci¨®n. No se sabe mucho de Chiquita, hay poco que rascar sobre ella, pero vivi¨® una ¨¦poca apasionante. La de las guerras de la independencia de Cuba, y la de la belle ¨¦poque, donde el mundo del espect¨¢culo tuvo una gran importancia. Y donde ella brill¨®. Pero no es una novela realista.
P. ?Estuvo en los lugares por los que pas¨® su personaje?
R. Me interesa mucho reconstruir los espacios reales de los personajes de los que me ocupo. Incluso he intentado ver el mundo desde su estatura. Estuve en Nueva York, Boston, Washington... Persiguiendo los teatros donde actu¨® y aloj¨¢ndome en los hoteles que frecuent¨®.
P. ?Cu¨¢ndo empez¨® a escribir?
R. Muy pronto, en 1975. Viv¨ªa en Cuba y me dediqu¨¦ a la literatura infantil, de una manera exclusiva hasta 1985. Los libros para ni?os te permiten una inmensa libertad creativa, servirte de par¨¢bolas y met¨¢foras, salir del mundo inmediato y construir universos imaginarios.
P. ?Fue traum¨¢tica su salida de Cuba?
R. No soy un personaje pol¨ªtico. Ni disidente, ni perseguido. Lo que no quiere decir que no tenga mis opiniones. El caso es que no tuve ning¨²n problema para salir cuando lo hice en 1991. Buscaba nuevas perspectivas y horizontes. Estuve en Costa Rica, despu¨¦s en Colombia. Llevo ocho a?os en Miami.
P. ?Cu¨¢ndo empez¨® con la literatura para adultos?
R. Hubo un periodo de una mayor apertura en Cuba alrededor de 1985. Fue entonces cuando escrib¨ª mis primeros libros de cuentos, Strip-tease y Querido Dr¨¢cula. Son cuentos con mucho de absurdo, fantasiosos, de ciencia-ficci¨®n. Mi primera novela, Aprendices de brujo, la escrib¨ª cuando ya estaba fuera. Es la historia de dos ricos de Bogot¨¢ que viajan a La Habana en los a?os veinte para ver a una actriz italiana que ha vuelto a los escenarios.
P. Ha vivido en lugares muy distintos, ?a qu¨¦ lugar pertenece finalmente?
R. No s¨¦ cu¨¢l es mi casa, he perdido el sentido de pertenencia. Seguramente eres del lugar donde est¨¢n tus afectos, tus libros, tus pel¨ªculas.
P. ?Hay alg¨²n escritor cubano que lo haya influido especialmente?
R. Virgilio Pi?era. Aunque no se note de manera inmediata, hay muchas huellas de su obra en la m¨ªa. Sobre todo tem¨¢ticas y formales.
P. ?Y qu¨¦ me dice de lo que est¨¢ pasando en Cuba?
R. Anhelo que haya cambios, pero no quiero que sean s¨®lo cambios econ¨®micos. Tienen que ser transformaciones que afecten a los derechos elementales de cualquier ser humano. Cuando haya en Cuba libre expresi¨®n, se puedan defender las posiciones pol¨ªticas en las que cada uno crea y se pueda entrar y salir libremente del pa¨ªs, entonces empezar¨¦ a creer en las palabras de los que mandan.
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