Menos gala

Los guionistas hab¨ªan estado en huelga hasta pocos d¨ªas antes de la ceremonia de los Oscar, y quiz¨¢s esto explique el menor calibre de unas bromas un tanto dom¨¦sticas. Ante un escenario muy pobre para la ocasi¨®n, que daba la sensaci¨®n de m¨¢s peque?o que en otras galas, con unos cilindros movientes, lo mejor que pod¨ªa hacer la televisi¨®n era buscar el verdadero espect¨¢culo de la platea.

De ah¨ª la explotaci¨®n del contraplano y la inteligente administraci¨®n del mapa de las butacas para enfocar al colega o contrincante del ganador. La emoci¨®n del oscarizado es m¨¢s sabida que la del amigo de ¨¦se, su acompa?ante o del perdedor. V¨¦ase, por ejemplo, la emoci¨®n de Pilar Bardem cuando su hijo le dedic¨® a ella, y a los c¨®micos espa?oles, el Oscar.

Jaume Figueras recuerda todav¨ªa el rostro indisimuladamente cabreado de alguna actriz nominada que se quedaba sin estatuilla. Y si todo falla, siempre est¨¢ a mano un primer plano de Jack Nicholson.

Puestos a pinchar en casi todo, hasta lo hicieron en el cap¨ªtulo m¨¢s f¨¢cil, el de la nostalgia. Se celebraban los ochenta a?os de los Oscar, y el repaso de su historia fue m¨¢s un list¨ªn telef¨®nico, en el que sal¨ªan infinidad de rostros premiados, que una selecci¨®n emocionante y m¨¢s sosegada de los momentos m¨¢s memorables.

El equipo de Canal + que condujo el programa espa?ol hizo, como siempre, un excelente trabajo. Jaume Figueras y ?ngels Barcel¨® desde el plat¨® y Cristina Teva comi¨¦ndose la alfombra roja media hora antes que los locutores titulares de la cadena norteamericana. Entrevist¨® a los mismos y lo hizo con preguntas m¨¢s sabias y pertinentes que el tr¨ªo norteamericano.

El mejor recuerdo de la noche, ver a Javier Bardem recogiendo el premio. Se lo merece.