El cante jondo devuelve el favor a la generaci¨®n del 27

Conferencias de d¨ªa, farra de noche. La generaci¨®n del 27 sab¨ªa pas¨¢rselo bien. Cuando Lorca, D¨¢maso Alonso, Alberti y Gerardo Diego, entre otros, llegaron a Sevilla en diciembre de 1927 para homenajear a G¨®ngora, sus noches no ten¨ªan desperdicio: fiestas de disfraces, arriesgadas traves¨ªas por el Guadalquivir, sesiones de hipnosis y, sobre todo, juergas flamencas. Porque el grupo del 27 no s¨®lo idolatraba a G¨®ngora (lo culto), sino tambi¨¦n cualquier expresi¨®n del folclor profundo (lo popular). Ah¨ª parece la fascinaci¨®n de los poetas por el flamenco. Aquel diciembre y hasta altas horas de la madrugada, los escritores mezclaban el aguardiente con el cante jondo de Manuel Torre, un gitano puro. "Ahora tambi¨¦n se organizan buenas juergas", explicaba ayer la cantante La Negra, es decir, la jovenc¨ªsima Amparo Velasco. "La ¨²ltima farra que recuerdo fue con Saramago y Luis Pastor. Acabamos tomando churros por la ma?ana, aunque Saramago no cant¨®". "Menos mal", replica la cantaora Carmen Linares a su lado, "porque como cante tan bien como escribe nos deja sin trabajo a nosotras".

"Lorca vivir¨¢ hasta 2123. Ser¨¢ eterno", dijo el joven cantaor Pitingo

La improvisada conversaci¨®n se produc¨ªa en las entra?as del teatro Federico Garc¨ªa Lorca, de Getafe, donde anoche flamencos ya cl¨¢sicos como Carmen Linares, Diego El Cigala y los ex Ketama Juan y Josemi Carmona unieron sus fuerzas a la nueva guardia (La Negra y Pitingo) para devolver el favor a la poes¨ªa de una generaci¨®n irrepetible. Fue el primer concierto de Homenaje a la generaci¨®n del 27: 80 a?os y un d¨ªa, organizado por la Fundaci¨®n Instituto del Sur (promovida por el ex presidente Felipe Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Saramago); fue un concierto (en principio ambulante) donde los artistas cantaron poemas de Lorca, Alberti, Miguel Hern¨¢ndez y Le¨®n Felipe.

A las nueve y media de la noche en el teatro son¨® un gran ?ohhh! cuando se anunci¨® a la sorpresa de la noche. El gran Juan Habichuela agarr¨® su guitarra y se marc¨® unas malague?as vibrantes con el joven Pitingo. "Lorca vivir¨¢ hasta el 2123. Ser¨¢ eterno", dijo el joven cantaor antes de mezclar el flamenco con el soul en un tema que "no arregla la hipoteca, pero s¨ª el alma". Y se arranc¨® con una especial¨ªsima versi¨®n del New York, New York. Antes La Negra ya hab¨ªa cautivado con su visi¨®n m¨¢s pop del flamenco y musicando Canci¨®n morena, de Lorca.

Con Carmen Linares y Diego El Cigala lleg¨® el pellizco en el est¨®mago. La andaluza puso el alma en El ni?o yuntero, de Miguel Hern¨¢ndez. "Una canci¨®n que he preparado especialmente para hoy", hab¨ªa dicho antes en el camerino. El Cigala, vestido de negro y delante de una foto gigante de Rafael Alberti, puso el vello de punta con La paloma. Todos juntos sobre el escenario acabaron la noche. "Ahora nos vamos de juerga", dej¨® dicho La Negra. "S¨®lo ha faltado que dejaran fumar y poder tomarse un g¨¹isquito", dec¨ªa una efusiva espectadora al terminar el concierto de una noche que, adem¨¢s de gratis, fue m¨¢gica.