En qu¨¦ manos est¨¢ la bandera
Kosovo no estuvo en el debate. ETA y la delincuencia ocuparon la parte de pol¨ªtica exterior
"Empezaremos por lo que m¨¢s interesa a la gente, el terrorismo". As¨ª empez¨® una de las cinco partes en las que se dividi¨® el debate entre Rajoy y Zapatero, la que se dedic¨® a Pol¨ªtica Exterior y Seguridad. Han pasado apenas unos d¨ªas desde la proclamaci¨®n unilateral de la independencia de Kosovo. Crecen las hostilidades en Afganist¨¢n entre los talibanes y las fuerzas de la OTAN. Tambi¨¦n la tensi¨®n en L¨ªbano entre el partido proiran¨ª Hezbol¨¢ y los partidos prooccidentales. Y aunque Espa?a tiene soldados desplegados en los tres escenarios conflictivos, ni el jefe de la oposici¨®n ni el del Gobierno consideraron que mereciera la pena discutir sobre estas cuestiones, al parecer ajenas al inter¨¦s de la gente. Hay consenso nacional: el terrorismo es ETA y la ¨²nica seguridad exterior que interesa es la de nuestras calles.
Hace pocos d¨ªas que el representante ruso en la OTAN amenaz¨® con el empleo de la fuerza ante la secesi¨®n kosovar. En Belgrado han sido asaltadas embajadas occidentales y han recibido amenazas periodistas y pol¨ªticos partidarios de incorporar Serbia a la UE. Mosc¨² acaba de conceder el asilo pol¨ªtico a Marko Milosevic y Mira Markovic, respectivamente hijo y viuda del fallecido dictador y m¨¢ximo responsable de la limpieza ¨¦tnica y de las guerras balc¨¢nicas. Como el oso ruso nada ahora en la abundancia de los precios estratosf¨¦ricos de la energ¨ªa y tiene en sus zarpas los grifos del gas que consumen los europeos, puede permitirse el lujo de regresar a la autocracia y exigir el derecho de veto sobre los asuntos del continente propios de una superpotencia de tutela. Sin comentarios por parte de Rajoy y Zapatero.
Hay que reconocer que el candidato socialista hizo un buen amago: "Yo quiero referirme tambi¨¦n a la pol¨ªtica exterior, que es muy importante para Espa?a, y ya veo que para usted no". Sus propuestas consistieron en restregarle por el rostro a su contrincante la invasi¨®n de Perejil, las malas relaciones con Francia y, por encima de todo, la foto de las Azores. Rajoy no se qued¨® corto y solt¨® su compendio popular de asuntos exteriores: "Y en pol¨ªtica exterior, yo me llevo bien con Sarkozy y Merkel y usted con Ch¨¢vez y Castro".
La UE se juega mucho en los Balcanes. Es m¨¢s: se lo juega todo. Si algo da sentido a su acci¨®n es la protecci¨®n de los kosovares en 1999 cuando Milosevic quiso liquidarlos o de la minor¨ªa serbo-kosovar ahora que Kosovo hace sus primeros pasos como pa¨ªs independiente. La mayor crisis que ha sufrido la UE en toda su historia fue la sucesi¨®n de guerras de limpieza ¨¦tnica desencadenadas en los Balcanes por el nacionalismo serbio. El vodevil de la fracasada Constituci¨®n europea e incluso la fractura producida por la guerra de Irak son de alcance moderado al lado del horror de la guerra y del genocidio de los que hemos sido testigos pr¨®ximos en los Balcanes, algo que no se hab¨ªa visto en territorio europeo desde 1945.
Tan lejos estamos de aquella sentencia que hac¨ªa bueno para Espa?a todo lo que era bueno para Europa, que nuestros dirigentes ya no se aclaran sobre lo que es importante para Europa ni lo que debe hacer Espa?a en correspondencia. Ante la independencia de Kosovo, nos hemos despegado del grupo central de socios europeos (Alemania, Francia, Italia y Reino Unido) sin una sola fisura entre Gobierno y oposici¨®n. Nuestros iguales est¨¢n en la Europa oriental y ortodoxa, donde Serbia suscita solidaridades por temor a los mimetismos de las minor¨ªas h¨²ngaras en Rumania y Eslovaquia, y de las turcas en Grecia y Bulgaria. Aunque no se diga, hay consenso sobre pol¨ªtica exterior y se llama Kosovo, como demuestra la coincidencia entre los dos ex presidentes del Gobierno de distinto signo. Fruto de este consenso, la bandera constitucional espa?ola ondea estos d¨ªas en manos de los chetniks serbios. Pero de todo esto, tampoco ni una palabra en el debate.
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