Chaves se mete presi¨®n
Una reflexi¨®n del presidente abre las especulaciones sobre su sucesi¨®n
El relevo de Chaves no es un tema que est¨¦ en la agenda del PSOE. Hasta ayer, cuando el l¨ªder socialista lo subray¨® con un fluorescente como los que suele utilizar al contestar a una pregunta de Carlos Francino en la SER acerca de si prefer¨ªa a un hombre o una mujer como su sucesor. "Ha llegado el momento" de que sea una mujer dijo. Esta declaraci¨®n ha abierto las especulaciones sobre su retirada de la pol¨ªtica, precisamente de lo que menos quiere hablar su partido y el punto m¨¢s d¨¦bil de Chaves en sus sextas elecciones como candidato a la presidencia de la Junta tras 18 a?os en el poder. M¨¢s que en su gesti¨®n, la oposici¨®n andaluza centra sus cr¨ªticas en que lleva muchos a?os, en que es "el presidente m¨¢s antiguo de Espa?a", como le dijo el popular Javier Arenas en el reciente debate a cuatro en televisi¨®n. Y ha sido ¨¦l solito, una vez m¨¢s, el que se ha metido presi¨®n.
Lo primero que pens¨® una persona de su c¨ªrculo de confianza cuando lo escuch¨® fue "la madre que lo pari¨®", consciente de que el dirigente socialista con sus declaraciones abrir¨ªa una puerta que estaba cerrada con muchos candados. Chaves, despu¨¦s de entregar las medallas de Andaluc¨ªa, aclar¨® en los micr¨®fonos de Canal Sur que su sucesi¨®n no est¨¢ abierta y que se hab¨ªa limitado a manifestar una preferencia por una mujer como l¨ªder del PSOE. En una entrevista con EL PA?S publicada en octubre pasado, Chaves intent¨® zafarse de la presi¨®n sobre su sustituci¨®n: "Ese no es un problema para el partido en estos momentos. Lo podr¨¢ ser dentro de cinco, de seis, de siete a?os, puede serlo, pero ahora, no", dijo. Ahora el mismo ha adelantado la fecha de resoluci¨®n del "problema".
No es la primera vez que Chaves abre esta espita. Ya ocurri¨® en la primera legislatura de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar cuando trascendieron unas reflexiones suyas muy positivas acerca de la decisi¨®n del popular de autolimitar su permanencia en el poder a ocho a?os. Esta reflexi¨®n realizada ante un grupo de amigos corri¨® como la p¨®lvora en el PSOE y dio pie a que se interpretara como un deseo de que quiz¨¢s estuviera pensando en dejar de encabezar la candidatura socialista a la presidencia andaluza que llevaba ejerciendo entonces 10 a?os.
Otra decisi¨®n suya que contribuy¨® a dar vuelo a los rumores sobre su revelo fue cuando eligi¨® a la actual presidenta del Parlamento de Andaluc¨ªa, Mar Moreno, como n¨²mero dos del PSOE de Andaluc¨ªa en el pen¨²ltimo congreso del partido. A Moreno le encarg¨®, como ella misma reconoci¨® en una cena en club Antares de Sevilla, el "garantizar que el problema del relevo no sea un problema". Estas palabras que implican que Chaves efectivamente estaba pensando en su sucesi¨®n, pusieron en guardia a ciertos sectores del PSOE que miraban con mucha suspicacia el control cada vez mayor que la diputada por Ja¨¦n, una de las cabezas m¨¢s l¨²cidas y vanguardistas del PSOE, empezaba a ejercer sobre las potentes organizaciones provinciales.
Chaves, de hecho, baraj¨® proponerla como secretaria general del PSOE de Andaluc¨ªa en el 10? Congreso Regional, que se celebr¨® muy poco despu¨¦s de ganar por mayor¨ªa absoluta las elecciones auton¨®micas del 2004. Pero el hecho de obtener tan amplio respaldo electoral le hizo reconsiderar su idea inicial. Chaves quer¨ªa dejar la secretar¨ªa general, pero seguir siendo presidente de la Junta y el abandono de la direcci¨®n socialista implicaba que todo el mundo iba a leer la elecci¨®n de Mar Moreno como un gesto sucesorio que, a la postre, significaba tambi¨¦n poner fecha de caducidad a su actividad pol¨ªtica. Por ese motivo la descart¨® -"el ganar por mayor¨ªa absoluta ha sido un lifting", dec¨ªan en el PSOE- y baraj¨® entonces una operaci¨®n menos arriesgada desde el punto de vista interno: la de situar a su mano derecha en el partido, Luis Pizarro, como secretario general. Esta operaci¨®n se fue al traste por el pulso que plante¨® el ex portavoz parlamentario Jos¨¦ Caballos y Chaves par¨® el reloj. Un reloj al que ha vuelto a dar cuerda y qui¨¦n sabe si para rato.
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