El perfecto camale¨®n
Se reeditan varias obras de Romain Gary, el autor que exprimi¨® hasta el l¨ªmite la f¨®rmula de Rimbaud "Je est un autre"
Un alarido recorre la historia del arte, un grito que Rimbaud formul¨® en el siglo XIX: "Je est un autre". Ser otro como necesidad, como juego, como refugio, como salvaci¨®n. Son muchos los escritores que han jugado a ser otros: Antonio Machado fue Juan de Mairena y Abel Mart¨ªn; Karen Blixen fue Isak Dinesen; el reverendo Charles Lutwidge Dogson fue Lewis Carroll... Pessoa, gran aficionado a los heter¨®nimos, los llamaba "otros de ¨¦l mismo". Pero probablemente el caso m¨¢s llamativo en la historia literaria de los seud¨®nimos es el de Romain Gary, nacido Roman Kacew y tambi¨¦n conocido como ?mile Ajar, Shatan Bogat y Fosco Sinibaldi. ?l fue el perfecto camale¨®n.
Romain Gary llev¨® la f¨®rmula de Rimbaud "Je est un autre" hasta sus ¨²ltimas consecuencias. Su heter¨®nimo ?mile Ajar creci¨® de tal manera que Gary, acusado por la cr¨ªtica de imitar a aqu¨¦l, tuvo que escribir un libro, que entreg¨® a su editor con la condici¨®n de que se publicara tras su muerte, donde explicaba que el Otro era ?l. En Vida y muerte de ?mile Ajar, Gary narraba la estrategia que hab¨ªa ideado para crear a su ¨¢lter ego m¨¢s famoso. En 1974, persuadi¨® a un amigo para que enviase los manuscritos firmados por un tal ?mile Ajar desde R¨ªo de Janeiro a la editorial Gallimard en Par¨ªs. Ajar public¨® cuatro novelas con enorme ¨¦xito. Cuando la segunda, La vida ante s¨ª, gan¨® el Goncourt, Gary se encontr¨® con la sorpresa de ser el ¨²nico escritor que hab¨ªa ganado dos veces el prestigioso premio: en 1956, por Las ra¨ªces del cielo, que public¨® como Romain Gary; y en 1975, por La vida ante s¨ª, firmada por Ajar. Lejos de detenerse ah¨ª, llev¨® el juego a¨²n m¨¢s lejos: su primo Paul Pavlowitch asumi¨® la personalidad del misterioso Ajar ante los medios de comunicaci¨®n. A eso se le llama ponerse a los cr¨ªticos por montera.
A Gary, que lleva m¨¢s de 30 a?os muerto, le har¨ªa gracia comprobar la reedici¨®n simult¨¢nea en Espa?a de sus libros m¨¢s famosos: los dos Goncourt, firmados, a¨²n hoy, por ¨¦l y por ?mile Ajar. Su heter¨®nimo ha resistido el paso del tiempo gracias, fundamentalmente, a la literatura tierna, corrosiva, absurda y po¨¦tica que se public¨® bajo su nombre. ?Qu¨¦ m¨¢s da si Ajar nunca existi¨®? Cuando la ficci¨®n se alza poderosa, la realidad y sus notarios se retiran de puntillas. Las ra¨ªces del cielo, considerada la primera novela ecologista de la historia, pertenece a Gary, igual que La vida ante s¨ª, un hermoso relato de amor entre un ni?o y una anciana, pertenece a Ajar. Adem¨¢s de estos dos libros, que se reeditan ahora, en el segundo semestre del a?o Galaxia Gutenberg retomar¨¢ su primera novela, Una educaci¨®n europea. Este s¨²bito inter¨¦s por el escritor es un golpe de suerte para los que sue?an con leer buenas historias. Nunca es tarde para ser feliz.
Cuando Gary cre¨® a Ajar ten¨ªa 60 a?os y estaba cansado de ser "el famoso Romain Gary": hab¨ªa escrito m¨¢s de 30 libros, hab¨ªa ganado numerosos premios y, con su aire medio agitanado, medio aristocr¨¢tico, se hab¨ªa convertido en uno de los artistas m¨¢s admirados de Francia. Brillante e infatigable, escrib¨ªa igual en ingl¨¦s que en franc¨¦s. ?l mismo dec¨ªa que hab¨ªa empezado a pensar en ruso, luego en polaco, despu¨¦s en franc¨¦s y finalmente en ingl¨¦s. Era amigo de Camus y directores como Costa Gavras, John Huston y Peter Ustinov hab¨ªan llevado sus novelas al cine. As¨ª lo describ¨ªa Ana?s Nin en sus Diarios: "Fr¨¢gil, con grandes ojos verde azulados, piel bronceada de meridional y una boca aquejada de un rictus (debido a una herida de la guerra), que estropeaba sus rasgos. Sin esa boca, que le daba aire de rufi¨¢n, habr¨ªa sido guapo".
Hasta su vida personal ten¨ªa un aura de leyenda: de origen jud¨ªo, hab¨ªa nacido en Lituania en 1914 y, con 14 a?os, se hab¨ªa instalado en Francia junto a su madre. Fue piloto en la Segunda Guerra Mundial, gaullista, diplom¨¢tico, portavoz de Francia en la ONU, guionista, director... Fue tambi¨¦n marido de la actriz Jean Seberg, y con ella tuvo a su ¨²nico hijo, Diego. En 1945 public¨® su primera novela: Una educaci¨®n europea. Fue el inicio de una asombrosa carrera literaria. Hasta que en 1974, sinti¨¦ndose prisionero de su propia leyenda, cre¨® a Ajar. "Quer¨ªa ser espectador de mi segunda vida. Fue como volver a nacer. Todo me fue dado de nuevo".
El deseo de tener un seud¨®nimo era antiguo; su propia madre se lo aconsej¨® cuando ten¨ªa 13 a?os: "Un gran escritor franc¨¦s no puede tener un nombre ruso. Si fueses un virtuoso violinista estar¨ªa muy bien, pero para un tit¨¢n de la literatura francesa no funciona". Durante meses, el joven Roman Kacew pas¨® horas enteras probando seud¨®nimos. Los caligrafiaba con tinta roja en un cuaderno especial: "Goethe" ya estaba ocupado, igual que "Shakespeare" y que "Victor Hugo". Cuando public¨® su primera novela, lo hab¨ªa encontrado: Romain Gary.
Despu¨¦s de que le concedieran el Goncourt por Las ra¨ªces del cielo, invent¨® nuevos heter¨®nimos: Sinibaldi, Bogat y Ajar. Eran los seud¨®nimos de otro seud¨®nimo y Gary jugaba con todos como un malabarista con las pelotas que lanza al aire. El ¨¦xito de Ajar le oblig¨® a olvidar a los otros: La vida ante s¨ª no s¨®lo gan¨® el Goncourt, sino que fue llevada al cine, obtuvo el Oscar a la mejor pel¨ªcula extranjera y un C¨¦sar a la mejor actriz para Simone Signoret.
Cuando los cr¨ªticos empezaron a sospechar que Ajar era la marioneta tras la que se escond¨ªa un autor famoso, se?alaron a Queneau y a Aragon. Un burl¨®n Gary public¨® la tercera novela de Ajar, Pseudo, donde ¨¦ste reivindicaba su identidad. "?Soy ?mile Ajar! -grit¨¦, golpe¨¢ndome el pecho-. ?El aut¨¦ntico, el ¨²nico! ?Soy el hijo de mis obras y el padre de las mismas! ?No debo nada a nadie! ?No soy un impostor! ?No soy un seudo-seudo! (...) Y aqu¨ª estall¨® con una risa maniaca: ji ji ji".
Alguien que se ha creado a s¨ª mismo tiene derecho a destruirse. Eso hizo Romain Gary. En 1980, con 66 a?os, coloc¨® una toalla roja sobre la almohada, se puso el pijama y se dispar¨® un tiro en la boca con un rev¨®lver Smith & Wesson. Su suicidio fue multitudinario: murieron Roman Kacew, Shatan Bogat, Fosco Sinibaldi, ?mile Ajar y Romain Gary. Lo que nadie sabe es qui¨¦n de todos ellos apret¨® el gatillo.
La vida ante s¨ª. Traducci¨®n de Ana Mar¨ªa de la Fuente. Plataforma. Barcelona, 2007. 224 p¨¢ginas. 19 euros. DeBolsillo. Barcelona, 2008. 192 p¨¢ginas. 8,95 euros. Las ra¨ªces del cielo. DeBolsillo. Barcelona, 2008. 528 p¨¢ginas. 9,95 euros.
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