Los nacionalistas catalanes, descolgados del gran duelo

La batalla de los socialistas para mantener su ventaja sobre el PP en Catalu?a ha alcanzado cotas tan altas que los nacionalistas catalanes han quedado descolgados de la campa?a electoral. El PSC ha tratado de movilizar a su electorado repitiendo hasta la saciedad lo que confes¨® Ana Botella poco despu¨¦s de las elecciones de 2004: "En el PP supimos que ¨ªbamos a perder cuando vimos la alta participaci¨®n registrada en Catalu?a".

El PSC quiere que se repita la historia. Necesita mantener su ventaja de 15 esca?os sobre el PP, la misma que en 2004 se convirti¨® en clave para aupar a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero a La Moncloa.

Los socialistas catalanes, con Carme Chac¨®n a la cabeza, han echado toda la carne al asador. El PSOE tambi¨¦n se ha volcado: Zapatero ha hecho hasta tres m¨ªtines en tres semanas y Felipe Gonz¨¢lez ha acudido otras dos ocasiones. El PSC tambi¨¦n ha recurrido al voto del miedo y ha consagrado su campa?a a advertir de la "involuci¨®n" que supondr¨ªa su vuelta a La Moncloa. Su lema que m¨¢s fortuna ha hecho ha sido el que presenta a los dirigentes del PP como los malos de una pel¨ªcula de Quentin Tarantino con el lema "si t¨² no vas ellos vuelven".

El PP ha azuzado la xenofobia para obtener r¨¦ditos en barrios socialistas

El PP ha respondido mandando a Catalu?a a todos sus dirigentes nacionales. Ello ha permitido tapar las insuficiencias de un partido convaleciente de la grave crisis del pasado verano que acab¨® con la dimisi¨®n de su presidente regional, Josep Piqu¨¦. El PP ha apostado especialmente fuerte por las provincias de Girona y Lleida, las ¨²nicas donde no obtuvo ning¨²n diputado en 2004 y que ahora espera volver a poner en su mapa azul.

La candidata del PP Dolors Nadal ha recurrido al mensaje xen¨®fobo para hacer mella en los feudos socialistas de las periferias urbanas don

de m¨¢s inmigraci¨®n se registra. Nadal reiter¨® ayer mismo que los inmigrantes son causantes de la situaci¨®n de "inseguridad" en los barrios.

Converg¨¨ncia i Uni¨®, Esquerra Republicana e Iniciativa-Esquerra Unida se las han visto y se las han deseado para colocar sus mensajes. Y cuando CiU lo ha logrado ha sido en t¨¦rminos poco productivos para su campa?a.

Los nacionalistas de Artur Mas, representados esta vez por el democristiano Josep Antoni Duran Lleida, no han logrado atajar las discrepancias internas de CiU. Mientras el entorno de Mas exig¨ªa que cualquier pacto poselectoral con el PSOE incluya como contrapartida la ruptura del tripartito de izquierdas que gobierna la Generalitat, el candidato y l¨ªder de Uni¨® Democr¨¤tica, Duran Lleida se ha negado tajantemente. "Esto ser¨ªa casi el acta de defunci¨®n de CiU", ha llegado a decir Duran.

Durante la campa?a tambi¨¦n se ha evidenciado la marcha atr¨¢s de Duran en sus intenciones de integrar a CiU al Gobierno que salga de las urnas si sus votos son necesarios para investir al pr¨®ximo presidente. Duran cree que la crisis econ¨®mica de los pr¨®ximos meses podr¨ªa perjudicar a su partido si ¨¦ste forma parte del Gobierno.

Esquerra Republicana tampoco ha logrado colocar ning¨²n gran mensaje que le permita mantener los apoyos que le dieron hasta ocho esca?os en 2004. Todas las encuestas le vaticinan un pronunciado descenso.

El partido que mantiene intactas sus expectativas es Iniciativa, que espera conservar sus dos diputados en el grupo parlamentario de Izquierda Unida y forzar un giro a la izquierda del PSOE.