Los j¨®venes arquitectos del monumento al 11-M construyeron un concepto, el vac¨ªo
Para construir algo que representase "el descanso", montaron un espacio verde con olor a manzana, suelos gelatinosos, sensaciones blandas y m¨²sica chill out. Fue en la feria de Arco de 2004. All¨ª, en medio de obras de arte contempor¨¢neo, crearon un lugar donde pararse a experimentar el placer de estar a gusto. Y aquello les dio nombre: Fascinante Aroma de Manzana (FAM).
El siguiente reto, tras ganar otro concurso con un proyecto, era mucho m¨¢s complejo y trascendente: hacerle un monumento "al vac¨ªo". Pero a un vac¨ªo muy especial: el que dejaron las 190 v¨ªctimas asesinadas en los atentados del 11-M.
Defienden la idea de "crear espacios vivos y fundir los l¨ªmites entre sujeto y objeto"
Ese lugar, ubicado en la estaci¨®n de Atocha, donde ayer volvieron a concentrarse los m¨¢ximos responsables pol¨ªticos de este pa¨ªs para recordar a todos los que ya no est¨¢n, es el que les ha dado a conocer en Espa?a y en el extranjero.
Un espacio presurizado de color azul cobalto, bajo tierra y proyectado hacia el cielo por el haz de luz del exterior. Lo que se ve en la superficie de ese lugar es s¨®lo su c¨¢scara, porque este monumento est¨¢ hecho para meterse dentro y experimentar exactamente eso: el vac¨ªo.
Los j¨®venes arquitectos de FAM se han convertido as¨ª en una especie de constructores de "otros conceptos". "Hay demasiadas construcciones a nuestro alrededor que s¨®lo se fundamentan en uno: "Rentabilidad econ¨®mica", dicen.
Dejar experimentar, crear espacios vivos, buscar la interacci¨®n y fundir los l¨ªmites entre objeto y sujeto, entre el espacio y el habitante. Son algunas de las directrices que marcan sus proyectos. Modernos o cl¨¢sicos, es lo de menos. Son ecl¨¦cticos y poco mit¨®manos. Sencillamente viven y trabajan hoy con los esquemas y la sensibilidad de nuestros d¨ªas y "por sus obras les conocer¨¦is".
As¨ª es. Se conoce su obra, pero ellos son todav¨ªa, para la mayor¨ªa, una inc¨®gnita. Se llaman, por orden alfab¨¦tico: Esa¨² Acosta, Raquel Buj, Pedro Col¨®n de Carvajal, Mauro Gil-Fournier y Miguel Jaenike. Tienen 29 a?os y residen en Madrid desde que comenzaron juntos la carrera de Arquitectura, aunque son de Tenerife, Palencia, Mallorca, Burgos y Guetxo (Bilbao), en el mismo orden.
Han preferido mantenerse a la sombra de sus edificaciones, pese a que ese monumento al vac¨ªo les ha llevado a Mil¨¢n, Nueva York, Berl¨ªn... Porque no era s¨®lo un monumento a los muertos del peor atentado sufrido en Espa?a, sino que, adem¨¢s, era un reto arquitect¨®nico. Nunca antes se hab¨ªa construido una estructura de m¨¢s de tres metros s¨®lo con ladrillos de vidrio y pegamento.
De momento, lo quieran o no, son "los arquitectos del monumento del 11-M", sin embargo ha habido otros muchos proyectos antes y parece que vienen muchos m¨¢s. El a?o pasado ganaron otro concurso en Madrid para construir 100 viviendas en la zona de Cuatro Caminos. "Ya basta de proyectos de pelotazo especulativo. Ya vale de ese urbanismo anodino tipo Sanchinarro o Sese?a. ?Qui¨¦n quiere vivir ah¨ª, rodeado de cuatro sucursales bancarias pero sin panader¨ªa, sin videoclub, sin lugares de intercambio y obligado a coger el coche para ir al centro a encontrar todo eso?", plantean desde su estudio en un ¨¢tico de la misma calle Atocha. "Madrid tiene un problema de centralismo grave. Habr¨ªa que empezar a pensar en una ciudad descentralizada o multic¨¦ntrica, con espacios para ser disfrutados en s¨ª mismos por todos", dicen casi pis¨¢ndose unos a otros sobre la mesa de trabajo de su estudio.
Su corta, aunque intensa, trayectoria empez¨® realmente en los ¨²ltimos a?os de carrera. Viajaron a ?frica juntos y all¨ª comenz¨® a fraguarse un equipo con inquietudes similares y con ganas de hacer cosas. Comenzaron a colaborar con Arquitectos Sin Fronteras e hicieron una inmersi¨®n en el mundo de la cooperaci¨®n, como por ejemplo ejecutando proyectos de reactivaci¨®n econ¨®mica dirigidos a mujeres senegalesas. Y luego elaboraron un proyecto te¨®rico de ciudad pensando en Dakar y en c¨®mo conciliar la manera de vivir africana, siempre interrumpida por problemas de transporte, electricidad o energ¨ªa, con la ciudad occidental. Algo no tan lejano de lo que piensan hoy, aunque dejaron la cooperaci¨®n.
"Hay que construir para la gente, para su uso y su disfrute; crear espacios en los que sea posible vivir como se quiere, como se prefiere. Las personas tienen que convertirse en actores. La arquitectura no tiene que estar re?ida con el uso de lo p¨²blico ni con la cultura, al rev¨¦s, puede promoverlo", dice Mauro.
?Algunas ideas para Madrid? "Un parque vertical, quiz¨¢ una soluci¨®n sea crecer hacia arriba: imagina 10 plantas de uso p¨²blico, sitios a los que poder ir a estar"; "un Pompidou madrile?o, que acerque la cultura a la gente"; "una ciudad transitable tambi¨¦n en bicicleta y a pie, sin caer en el rollo de peatonalizar todo, que los coches tambi¨¦n dan vida a la ciudad". ?Un buen ejemplo a seguir? "La ampliaci¨®n del Museo Reina Sof¨ªa de Jean Nouvel: ha liberado metros cuadrados para uso p¨²blico; o la remodelada plaza de Tirso de Molina, que ha recuperado un espacio".
Un mont¨®n de propuestas y una idea base: "Faltan sitios de desahogo". Entretanto disfrutan con su nuevo proyecto de viviendas para Cuatro Caminos: "Ser¨¢ como una escena urbana. Un espacio pintoresco en Tetu¨¢n. Otra burbuja que empieza pens¨¢ndose al rev¨¦s: desde lo p¨²blico a lo privado, desde la idea de que sea un espacio chulo, divertido, del que la gente pueda decir "vete all¨ª". "No ser¨¢n viviendas herm¨¦ticas, la idea es que no est¨¦n tan marcados los l¨ªmites y se pueda estar en casa como en el parque, como colgado de un ¨¢rbol", adelantan. Y as¨ª, reivindicando la "arquitectura del sujeto" frente a la "arquitectura de autor", preparaban ya otro proyecto y andaban d¨¢ndole vueltas a otro concepto: "la esfera", la "idea de globalidad"... qui¨¦n sabe qu¨¦ se traer¨¢n entre manos.
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