"Todav¨ªa somos pocas"
Gracia Querejeta se muestra perpleja porque su ¨²ltima pel¨ªcula, Siete mesas de billar franc¨¦s, no haya llegado a Ja¨¦n y a muchas otras ciudades espa?olas hasta cinco meses despu¨¦s de su estreno en San Sebasti¨¢n. Merced a la s¨¦ptima edici¨®n de la Muestra de Cine Espa?ol In¨¦dito, que organiza la Diputaci¨®n de Ja¨¦n, cintas como ¨¦sta de Gracia Querejeta -Goya a la mejor interpretaci¨®n femenina protagonista para Maribel Verd¨², y a la mejor interpretaci¨®n femenina de reparto para Amparo Bar¨®- se han podido mostrar al p¨²blico jiennense. La muestra prosigue hoy con la entrega del Premio Miguel Picazo al maquillador Crist¨®bal Criado, nacido en Arjona (Ja¨¦n) y que ha trabajado en pel¨ªculas como Terminator 2 y El abuelo. La clausura ser¨¢ ma?ana con la proyecci¨®n de Oviedo express, de Gonzalo Su¨¢rez. Entre pel¨ªcula y pel¨ªcula, Gracia Querejeta reflexiona sobre el momento del cine espa?ol.
Pregunta. ?C¨®mo se plante¨® Siete mesas de billar franc¨¦s?
Respuesta. Es una historia en la que dos mujeres est¨¢n condenadas a entenderse, donde no se discute el liderazgo. Es una historia de superaci¨®n de varios personajes, y no solamente de mujeres.
P. No corren buenos tiempos para el cine espa?ol.
R. En efecto, no corren buenos tiempos. Todav¨ªa queda por hacer el reglamento de la nueva Ley del Cine, que est¨¢ aprobada, y esperemos que, de una forma u otra, la cosa mejore. Uno de los principales problemas que tenemos es nuestra dependencia de las televisiones para financiarnos. Eso significa que, o llegamos a acuerdos con ellos, o si no, lo tenemos muy complicado.
P. Otro de los problemas es el de la distribuci¨®n.
R. As¨ª es. Es uno de los problemas m¨¢s graves. Es dif¨ªcil conseguir un distribuidor, y luego colocan las pel¨ªculas donde ellos quieren. Resulta asombroso que la pel¨ªcula, que a¨²n se est¨¢ proyectando en dos salas de Madrid cinco meses despu¨¦s de su estreno haya tardado tanto en llegar a Ja¨¦n y a otras ciudades espa?olas. Es como ir a una carrera de 100 metros unos, los americanos, con unas buenas zapatillas y otros, nosotros, con la venda en el pie. No podemos competir con el cine americano en nada, ni en cantidad de dinero invertido en promoci¨®n ni en n¨²mero de copias. Adem¨¢s, no nos olvidemos de que aqu¨ª existen licencias de doblaje, lo que significa que si el cine americano no se pudiera doblar al castellano ir¨ªa mucha menos gente a verlo.
P. ?Cu¨¢l es el papel que deben jugar las administraciones para reflotar el sector?
R. Yo creo que en el Gobierno socialista ha existido voluntad pol¨ªtica de enmendar los problemas de la cinematograf¨ªa, lo que pasa es que todo es muy complejo. Hay una revoluci¨®n t¨¦cnica que lo hace muy complicado. La gente est¨¢ dejando de ir a las salas, aqu¨ª y tambi¨¦n en Estados Unidos. Por eso hay una huelga de guionistas all¨ª. Luego tenemos el problema de la pirater¨ªa, que es complicad¨ªsimo de solventar y que est¨¢ haciendo mucho da?o. La verdad es que nadamos contracorriente, hacer una pel¨ªcula en este pa¨ªs es un milagro.
P. ?Las mujeres lo tienen m¨¢s dif¨ªcil para dirigir pel¨ªculas?
R. La cosa est¨¢ muy dif¨ªcil para todo el mundo, sobre todo por lo que comentaba de que son las televisiones las que, de una manera directa o indirecta, deciden qu¨¦ tipo de pel¨ªculas se hacen. Tenemos el patio complicado todos, en principio. Pero de todas formas, no creo que Itziar Bolla¨ªn, Chus Guti¨¦rrez, Isabel Coixet o yo mismo hayamos tenido suerte, creo que algo se ha demostrado. Todav¨ªa somos pocas, pero por l¨®gica con el tiempo seremos m¨¢s. De todas formas, para el p¨²blico es anecd¨®tico que la pel¨ªcula la dirija un hombre o una mujer. Lo que quieren es que les guste. S¨ª es cierto que uno de los rasgos del cine dirigido por mujeres es que, en general, hay m¨¢s protagonistas femeninas.
P. Desde H¨¦ctor, su anterior pel¨ªcula, ya han pasado cuatro a?os.
R. Necesito tomarme mi tiempo, que es siempre bastante grande entre una y la siguiente porque necesito que pase tiempo para olvidarme de la anterior y volver a escribir. Hay que dejar respirar a las pel¨ªculas.
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