Las ¨²ltimas horas del buque encallado
El armador presenta hoy un plan para retirar los restos del 'Maro'
El mercante Maro, encallado la semana pasada en una zona rocosa a los pies del monte Jaizkibel, en Hondarribia, y partido en tres por los golpes del mar, tiene las horas contadas. T¨¦cnicos de la empresa contratada por los armadores del barco, acompa?ados por un especialista de Salvamento Mar¨ªtimo, consiguieron por fin ayer por la tarde, coincidiendo con la bajamar, acceder a parte de los restos del buque. Comprobaron que no queda gasoil en sus tanques. Al parecer, la fuerza del temporal ha hecho que se disperse, seg¨²n apuntaron desde Salvamento Mar¨ªtimo.
Estas mismas fuentes a?adieron que tampoc¨® se encontr¨® aceite en el buque. Las inspecciones a¨¦reas y mar¨ªtimas realizadas en los ¨²ltimos d¨ªas no han hallado foco alguno de contaminaci¨®n en las inmediaciones del mercante.
En cualquier caso, quedan por terminar de retirar otros elementos contaminantes, como pl¨¢sticos, m¨¢deras, s¨¢banas o colchones, para evitar que con el tiempo terminen en la playa, seg¨²n inform¨® ayer Jos¨¦ F¨¦lix P¨¦rez, abogado de los armadores.
La empresa armadora, la estonia United Marine Managemeent, presentar¨¢ hoy mismo un plan de remoci¨®n de restos, es decir, una propuesta para hacer desaparecer de las rocas el Maro. El plan puede incluir, en principio, varias posibilidades: desguazar el barco y retirar los restos por tierra o por mar o hundir el mercante. La soluci¨®n final depender¨¢ de lo que autoricen Capitan¨ªa Mar¨ªtima y Medio Ambiente.
Mientras se conoce la respuesta para el Maro, San Sebasti¨¢n contin¨²a trabajando para recuperar la normalidad tras el embate del temporal del pasado martes. Los servicios municipales de limpieza han recogido en dos d¨ªas un total de 37.000 kilos de restos, desde muebles, papeleras y piedras arrastradas por el mar hasta productos perecederos retirados de comercios de alimentaci¨®n afectados por el temporal.
Los operarios empezar¨¢n en principio a trabajar hoy para tratar de habilitar un paso peatonal temporal en el Paseo Nuevo, destrozado por las olas.
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