El gran reto de un 'chef' medi¨¢tico
SERGI AROLA GASTRO, el nuevo local del cocinero tras dejar La Broche
Con 40 a?os reci¨¦n cumplidos, despu¨¦s de acumular fama y renombre en La Broche (restaurante del hotel Miguel ?ngel de Madrid con el que consigui¨® dos estrellas Michelin y que ahora ha abandonado), Sergi Arola se enfrenta al que probablemente sea el desaf¨ªo profesional m¨¢s dif¨ªcil de su vida: demostrar que es capaz de rentabilizar un restaurante de su exclusiva propiedad ejerciendo el oficio de cocinero. Quienes le reprochan el hecho de estar m¨¢s pendiente de los medios de comunicaci¨®n que de las cocinas se preguntan si ser¨¢ capaz de asumir en su nuevo establecimiento el sacrificio que este reto comporta.
Para poner a punto su flamante local se ha lanzado un ¨®rdago a s¨ª mismo. Primero, con una inversi¨®n millonaria que tardar¨¢ en amortizar mucho tiempo. Despu¨¦s, con un planteamiento gastron¨®mico arriesgado que no se sabe si conectar¨¢ con las tendencias del mercado. A nada conduce cuestionarse si sus mesas est¨¢n demasiado pr¨®ximas, que el local cierre los fines de semana, o si resulta adecuada su intransigencia en el uso de las chaquetas.
SERGI AROLA GASTRO
Zurbano, 31. Madrid. 913 08 72 40. www.sergiarola.es. Cierra s¨¢bados y domingos. Entre 100 y 200 euros por persona. Men¨² Gastro, 140 (todos los precios sin vino ni IVA). Men¨² B¨¢sico, 120. Men¨² Quesos, 110. Men¨² Ejecutivo, 85 (incluye copa de vino).
Cocina ... 7
Pan ... 6,5
Postres ... 7,5
Caf¨¦ ... 9
Bodega ... 7,5
Aseos ... 8
Servicio ... 7,5
Ambiente ... 8
Lo que est¨¢ en juego es su modelo de negocio: un falso bistrot con ambiente de lujo, donde no existe carta y s¨®lo se ofrecen men¨²s cerrados a precios considerables. El de m¨¢s envergadura, que se denomina Gastro (140 euros, m¨¢s 6,50 por el servicio de pan y pastelitos, adem¨¢s del IVA y los vinos), incluye tres tapas, cuatro entrantes, un pescado, una carne y tres postres. Un fest¨ªn gastron¨®mico con el ¨²nico reparo de que los platos est¨¢n compuestos por bocaditos m¨ªnimos.
Recetas t¨¦cnicamente irreprochables, de car¨¢cter urbano, como ¨¦l mismo las define, que transmiten escasas emociones a pesar de incorporar elevadas dosis de trabajo y estar elaboradas con materias primas escogidas. Tapitas que desaf¨ªan el paladar de los comensales con su frialdad zen y su modernidad et¨¦rea. Tras abrir boca con varias frusler¨ªas (pechuga de pintada con mole poblano, boquer¨®n a la espalda con caramelo, y con su versi¨®n de las patatas bravas del tama?o de dedales), se pasa a los entrantes, en los que Arola revive pasadas experiencias mientras saca a relucir las bases de su peculiar estilo.
PARQUEDAD DE LOS PLATOS
EL MEN? Gastro prosigue con cuatro tapitas que la casa denomina entrantes: unos esp¨¢rragos blancos y verdes a la vinagreta algo ins¨ªpidos; ostra escabechada al estilo de Sacha, con una sugerente ensalada de cidra y brotes vegetales; un agradable manojito de esparde?as con pasta (tagliolini), morillas y parmesano, as¨ª como taquitos de lengua de ternera, con unas aceitunas de Campo Real que no aportan gran cosa. Luego, varias sugerencias en la misma l¨ªnea. A los minipulpitos salteados les sobra algo de sal; est¨¢n bien las habitas y los guisantes con salmonetes y velo ib¨¦rico, y no desmerece la escudella (cocido) catalana, con alubias de Santa Pau, pelota y foie-gras, que provoca ansiedad (una vez m¨¢s las cantidades) por la parquedad de lo que llega a la mesa. Los postres presentan mayor nivel que la oferta salada. Incluyen un pa?uelo de regaliz con fresitas, helado de vainilla con virutas de cacao y una esfera de chocolate a la espuma de azafr¨¢n y jengibre. Por simplificaci¨®n de la propuesta estrella surgen el resto de los men¨²s, m¨¢s sencillos.
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