Dinero no circulante
?Qu¨¦ saben los bancos centrales que desconocemos los dem¨¢s mortales? ?sa es la primera cuesti¨®n que emerge tras la gigantesca inyecci¨®n de liquidez que las principales autoridades monetarias del mundo activaron la semana pasada, por tercera vez desde que se inici¨® la crisis de las hipotecas locas en EE UU, en agosto.
La operaci¨®n conjunta de la Reserva Federal y otros cuatro bancos centrales (entre ellos, el europeo) consiste en lo siguiente: abrir una nueva ventanilla y dotar de liquidez al sistema financiero por valor de 135.000 millones de euros a cambio de los activos hipotecarios que nadie quiere en el mercado; los bancos centrales devienen en una especie de avalistas que permutan bonos del Tesoro con vencimiento a los 28 d¨ªas (con m¨¢xima garant¨ªa de solvencia) a los bancos que lo solicitan, aceptando como garant¨ªa esos activos de los que nadie sabe su valor.
El FMI dice que ha de usarse el dinero p¨²blico para salvar a la banca en crisis. ?Insin¨²a nacionalizaciones?
Dinero p¨²blico y colaterales de alto riesgo: con raz¨®n el n¨²mero dos del FMI, John Lipsky, declar¨® que los Gobiernos deben barajar todas las opciones, "incluyendo el uso de fondos p¨²blicos para salvaguardar el sistema financiero". ?Insin¨²a nacionalizaciones de p¨¦rdidas en el sector? ?D¨®nde fue a parar la teor¨ªa de que cada palo aguante su vela?
El presidente de la Banca Mediolanum, Ennio Doris, que est¨¢ visitando Espa?a, declar¨® (Cinco D¨ªas de 13 de marzo): "La crisis acabar¨¢ cuando la dimensi¨®n del problema de las hipotecas subprime se conozca realmente. Algunas estimaciones apuntan a p¨¦rdidas de 600.000 millones de d¨®lares. Hasta ahora se han reconocido menos de 200.000 millones. Pero a¨²n no se sabe cu¨¢nto han perdido cada uno de los bancos, tanto peque?os como grandes. En abril sabremos los resultados del primer trimestre. Ah¨ª aflorar¨¢n otras p¨¦rdidas. Si sale entonces, la liquidez volver¨¢ porque todo el mundo sabr¨¢ cu¨¢l es la situaci¨®n. Pero si vemos que no sale todo, deberemos esperar otro trimestre". ?Son estas p¨¦rdidas tres veces superiores a lo anunciado las que conocen con antelaci¨®n las autoridades centrales?
Se anunci¨® la inyecci¨®n de liquidez, pero los mercados no se movieron. Se trata de una excepci¨®n peculiar: dinero no circulante. Los bancos lo acumulan, pero no lo prestan: o porque no se f¨ªan de los colegas que lo demandan, o porque lo reservan para cuando venzan esos activos referenciados a hipotecas, cr¨¦ditos al consumo, tarjetas de cr¨¦dito..., cuyo valor se ha desplomado y tengan que devolver el dinero a sus clientes. Hasta el punto de que el problema actual de muchos de los bancos en dificultades no son las hipotecas subprime, sino que no hacen negocio.
Las turbulencias adquieren poco a poco otra caracter¨ªstica: ya no est¨¢ afectada por las mismas s¨®lo la aristocracia de los bancos de inversi¨®n -necesitada de recapitalizaci¨®n-, sino muchos bancos comerciales, las aseguradoras de bonos (monolines), algunas firmas de alto riesgo y distintos hedge funds. -
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