Cambiar los cambios

Tengo un amigo que presagia que a tenor de lo contentos que est¨¢n Manuel Chaves, Javier Arenas y Diego Valderas con los resultados obtenidos en las elecciones andaluzas, esto tiene toda la pinta de que dentro de cuatro a?os se van a volver a presentar los tres. Y el hombre reclama que, en previsi¨®n de que no haya cambios entre los aspirantes a la presidencia de la Junta, los tres partidos realicen un m¨ªnimo esfuerzo por regenerarse y que dentro de cuatro a?os al menos los n¨²meros dos sean nuevos. En el caso de Chaves, dice mi amigo, que ser¨ªa de agradecer que algunas de esas nuevas caras las adelantara, a ser posible, en su nuevo Ejecutivo. Y as¨ª, descartada desde hace 18 a?os cualquier inc¨®gnita sobre qui¨¦n ser¨¢ el presidente de la Junta, nos quedar¨ªa un cierto margen de sorpresa con la composici¨®n de su Gobierno.

Las elecciones han vuelto a demostrar que, por el momento, el ¨²nico partido pol¨ªtico capaz de obtener m¨¢s votos que el PSOE en las elecciones andaluzas es el propio PSOE en las elecciones generales, a pesar de que ambos comicios se celebren de forma conjunta. Por eso, seguramente el mejor dato para Javier Arenas haya sido romper esta tendencia que tambi¨¦n se daba en su partido. Arenas, esta vez, tampoco gan¨® a Chaves, pero al menos venci¨® al PP de Rajoy en las generales, al que adelant¨® por unos 8.200 votos en la comunidad aut¨®noma. Otro hecho importante para el PP andaluz ha sido el de romper ese axioma de que a mayor participaci¨®n m¨¢s votos para la izquierda. Almer¨ªa y M¨¢laga fueron las dos provincias andaluzas donde m¨¢s se increment¨® el nivel de participaci¨®n en las urnas y en las dos gan¨® las auton¨®micas el PP.

Arenas se puede agarrar a estos datos y a sus diez diputados m¨¢s, pero le ser¨¢ muy dif¨ªcil presentarse como candidato a la presidencia pidiendo de nuevo el cambio por cuarta vez, tras sumar tres derrotas anteriores. Es pronto para alcanzar a ver las consecuencias que tendr¨¢ para el PP la decisi¨®n de Arenas de apostar estos pr¨®ximos cuatros a?os por el centro pol¨ªtico en Andaluc¨ªa "con todas sus consecuencias", despu¨¦s de varios a?os alejado del centro con todas las consecuencias que ya se preve¨ªan y que han sido las mismas de siempre. La pregunta es clara: ?Ser¨¢ Arenas en 2012, por cuarta vez y tras 22 a?os como presidente del PP andaluz, qui¨¦n ponga en evidencia el desgaste de Chaves? ?Las canas de Arenas y sus arrugas pol¨ªticas servir¨¢n para resaltar las del presidente de la Junta?

La nueva mayor¨ªa absoluta del PSOE, tras 26 a?os de gobierno, es un resultado inapelable. Sin embargo, es evidente que los socialistas, una vez que Chaves baje de su segunda nube, tendr¨¢n que analizar los s¨ªntomas de agotamiento que se vislumbran entre su electorado, sus problemas para ganar en las grandes ciudades y en el litoral oriental, as¨ª como el aumento del voto popular en un entorno rural que parec¨ªa inamovible. Es dif¨ªcil que el PSOE piense que habiendo ganado tan claramente tenga que renovar a los vencedores, pero los s¨ªntomas son tan claros que es m¨¢s que probable que si no lo hacen dentro de cuatro a?os, por primera vez en tres d¨¦cadas, el PSOE tenga que enfrentarse a una posible derrota. No hay estructura pol¨ªtica que se mantenga todo ese tiempo sin que se resienta su capacidad de transformar el territorio que gobierna. Y es evidente el anquilosamiento del esquema pol¨ªtico y administrativo de la Junta y de su entramado perif¨¦rico, con delegados de las consejer¨ªas desaparecidos en combate desde hace ya tiempo y el tedio instalado entre muchos de los muchos funcionarios.

Algo habr¨¢ que cambiar en el "cambio permanente" con el que se presentaba Chaves a estas ¨²ltimas elecciones. Quiz¨¢s, lo primero deber¨ªa ser sustituir "permanente" por profundo. Y este profundo no deber¨ªa de llevar comillas.