ELA defiende el esp¨ªritu de Lizarra para cohesionar a los nacionalistas

Cuando el nacionalismo peor lo est¨¢ pasando tras el rev¨¦s electoral del 9-M, el sindicato ELA aboga por recuperar el esp¨ªritu de Lizarra para volver a ilusionar y cohesionar a las "fuerzas soberanistas" y a sus bases. A seis d¨ªas de que se celebre el Aberri Eguna (D¨ªa de la Patria Vasca), el sindicato ha hecho un llamamiento a todos los nacionalistas para que sumen sus fuerzas como la mejor manera de "poder hacer frente a un proceso en favor de la soberan¨ªa".

El Pacto de Lizarra fue suscrito en septiembre de 1998 por todos los partidos pol¨ªticos vascos nacionalistas, as¨ª como por Ezker Batua y distintos sindicatos y asociaciones, para buscar la soberan¨ªa de Euskadi y el fin del terrorismo. Paulatinamente, este pacto se ha ido enterrando, especialmente por el PNV. Y ahora ELA considera el momento de rescatarlo y ponerlo bajo los focos. Un documento elaborado por la central con motivo de la celebraci¨®n del Aberri Eguna, constata "una falta de entusiasmo en las bases del movimiento abertzale" debido a la falta de unidad.

El secretario general de la central, Jos¨¦ Elorrieta, alert¨® de la urgencia de que las fuerzas soberanistas establezcan una estrategia com¨²n, dado que en estos momentos "los que suman son los partidos estatalistas".

Propuesta amortizada

Para la central nacionalista, las dos ¨²nicas referencias que tienen los soberanistas en este momento son ETA, que "ahoga la posibilidad de un proceso civil y fomenta la desmovilizaci¨®n", y la propuesta de consulta sobre el derecho de autodeterminaci¨®n del lehendakari, que se encuentra "amortizada".

Seg¨²n ELA, la decisi¨®n de ETA de romper el alto el fuego "socava" la convivencia y advierte de que acciones como su ¨²ltimo asesinato, el del ex concejal del PSE en Mondrag¨®n Isa¨ªas Carrasco, "soliviantan" a la sociedad y "enturbian" la dimensi¨®n hist¨®rico-pol¨ªtica del conflicto. En cuanto a la propuesta del lehendakari, asegura que est¨¢ amortizada porque "el discurso soberanista del nacionalismo gobernante" se hace funcional para el Estado. "Se alimenta la ret¨®rica patri¨®tica espa?ola, mientras en el d¨ªa a d¨ªa s¨®lo se discuten cotos tasados de gesti¨®n". Ambas estrategias, la de ETA y la de Ibarretxe, motivan la desmovilizaci¨®n de las bases del nacionalismo, advierte ELA.

En este escenario, el Pacto de Lizarra es la "¨²nica referencia" estrat¨¦gica capaz de concitar todav¨ªa hoy "la ilusi¨®n de la mayor¨ªa". concluye Elorrieta.