?Una moda ruinosa?
Los fabricantes de biocarburantes espa?oles est¨¢n que trinan por la competencia desleal de sus colegas estadounidenses. Les acusan de exportan biodi¨¦sel a precios inferiores a los del mercado, gracias a las subvenciones que reciben.
Esa disputa era impensable hace unos pocos a?os. Como en alg¨²n subsector de las energ¨ªas renovables (v¨¦ase la fotovoltaica), la producci¨®n de biocarburantes en Espa?a se ha convertido en un sumidero de inversores habituales en otras actividades especulativas como la promoci¨®n inmobiliaria. Es cierto que muchos de los que facturan biodi¨¦sel lo hacen como resultado de reciclar aceites usados.
Pero a ver c¨®mo se explica que en Espa?a existan 73 plantas operativas o proyectadas para elaboraci¨®n de 6,7 millones de toneladas anuales de biodi¨¦sel y otras 10 para fabricar bioetanol. No hace falta ser un sabueso para ver que la mayor¨ªa de ellas est¨¢n ubicadas en ¨¢mbitos portuarios para tener a mano la materia prima que importan. Y si el producto resultante se vende al consumidor al mismo precio que los carburantes f¨®siles pero exento de impuestos, mientras la importaci¨®n sea barata..., habr¨¢ qu¨¦ preguntarse si ¨¦ste es el modelo elegido por Espa?a para contribuir a la sustituci¨®n de carburantes f¨®siles por otros que tienen su origen en la fotos¨ªntesis.
Biofuels for Transport
Worldwatch Institute
Editorial Esrthscan, Londres
ISBN-13: 978-1-84407-422-8
Este modelo parece que no coincide con el que propone el prestigioso Instituto Worldwatch en este extenso ejemplar distribuido bajo el patrocinio de Abengoa.
Worldwatch s¨ª apoya el desarrollo de los biocarburantes en las franjas tropicales, con muchos condicionantes, como que no se repitan los estragos ambientales de la expansi¨®n en su d¨ªa de la ca?a de az¨²car, que vaya de la mano de nuevas pol¨ªticas de transporte y, sobre todo, a que se tengan en cuenta dos valores. El balance energ¨¦tico y la eficiencia energ¨¦tica.
La diferencia entre los dos conceptos la ilustra con el trigo y el etanol. El balance energ¨¦tico representa el n¨²mero de julios (unidad de trabajo y energ¨ªa) contenidos en el etanol, dividido por los julios consumidos por el agricultor en la plantaci¨®n, fertilizaci¨®n, recogida, transporte y transformaci¨®n del cereal. Para calcular la eficiencia energ¨¦tica usa la misma f¨®rmula, sumando al dividendo los julios de la materia prima cosechada. Dice Worldwatch que, mientras el balance energ¨¦tico puede superar la unidad, la eficiencia energ¨¦tica jam¨¢s debe rebasarla, porque parte de la energ¨ªa contenida en la materia prima se pierde en el proceso de transformaci¨®n. El escenario id¨®neo de Worldwatch para cultivos de materias primas ser¨ªa un territorio donde la planta de transformaci¨®n en biocarburantes est¨¦ situada en un radio inferior a los 200 kil¨®metros de distancia, siempre dentro del mismo pa¨ªs.
Worldwatch es consciente de que ese escenario se ha desbordado y que el transporte internacional de materias primas para biocarburantes ha registrado incrementos espectaculares.
En el transporte a 10.000 kil¨®metros de distancia desde los pa¨ªses de cultivo (Latinoam¨¦rica o Asia) a Europa calcula que se pierde el 10% de la energ¨ªa contenida en la materia prima.
En el proyecto de directiva europea para la promoci¨®n de energ¨ªas renovables anunciada a finales de enero pasado se propone para 2020 que los veh¨ªculos de la Uni¨®n Europea utilicen un 10% de biocarburantes, siempre que no procedan de tierras deforestadas, ¨¢reas protegidas, humedales, pastizales y no compita con el cultivo de alimentos. A pesar de estas salvaguardas, ya comienzan a escucharse voces en Europa dirigidas a revisar ese objetivo.
El jefe de Gobierno italiano, Romano Prodi, ha reclamado abiertamente "un examen profundo" a la vista del encarecimiento de los alimentos. No se puede desvestir a un santo para vestir a otro, viene a decir. Los partidarios de los biocarburantes tampoco quieren convertirse en los chivos expiatorios del alza de esos precios. Pero con el crudo por las nubes y la exigencia de reducir los combustibles f¨®siles, todo apunta a que la pol¨¦mica no ha hecho m¨¢s que empezar.
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