Irving Penn, ladr¨®n de almas

Riguroso blanco y negro. Escenarios austeros. Iluminaci¨®n estudiada. Precisa. El mirar desafiante de Salvador Dal¨ª. Truman Capote atrapado en una esquina con un abrigo m¨¢s grande que la vida. O Giorgio de Chirico, coronado por un laurel figurado. Si todos ellos pudieran hablar, dir¨ªan que un tipo llamado Irving Penn intent¨® robarles el alma en una ocasi¨®n.

El recorrido sirve para reconocer su influencia en las nuevas generaciones

El fot¨®grafo, maestro de la imagen del siglo XX, sigue a sus 91 a?os trabajando. Y es protagonista de una modesta pero exquisita retrospectiva titulada Close encounters (Encuentros cercanos) organizada por la Morgan Library de Nueva York como un repaso a sus inolvidables retratos de grandes del arte y las letras estadounidenses y europeas.

Como buen neoyorquino, Penn siempre se rode¨® de los personajes adecuados. A muchos los retrat¨® por encargo de la revista Vogue, para la que comenz¨® a trabajar en los a?os cuarenta y desde la que se lanz¨® a su carrera como fot¨®grafo. As¨ª surgi¨®, por ejemplo, aquella imagen del m¨²sico Igor Stravinsky, a quien Penn acorral¨® en una esquina de su estudio, en un montaje de dos paredes m¨®viles que utilizar¨ªa en 1948 como fondo para muchas de sus im¨¢genes.

A trav¨¦s de 67 retratos, no s¨®lo se recorre su carrera, tambi¨¦n se rastrea la influencia que tuvo en las generaciones actuales. Tan expl¨ªcita en las exposiciones de los j¨®venes fot¨®grafos del barrio de galer¨ªas de arte de Chelsea como al hojear cualquier revista de moda. La historia arranca en Roma en 1944 con el retrato de Giorgio de Chirico y se cierra en Nueva York en 2006 con el de Jasper Johns.

Penn comenz¨® su carrera entre pinceles y lienzos. Cuando fue consciente de que nunca conseguir¨ªa pasar de pintor mediocre, dio el salto a la direcci¨®n de arte en revistas de moda. Y fue en el ejercicio de ese desempe?o en Vogue como descubri¨® su talento tras el objetivo.

El retrato es la parte esencial de su legado. Como la amistad. Frecuent¨® a pintores (de Marcel Duchamp a Marc Chagall; de Joan Mir¨®, a Georgia O'Keefee) y a literatos (Arthur Miller, Italo Calvino o Philip Roth). Todos se suceden ante los ojos en retratos de cuerpo entero o en los impactantes primeros planos que dominaron su arte desde 1983.