Poble Sec, lejos de los focos

Se llama Poble Sec (pueblo seco) porque hasta 1854 no se instal¨® la primera fuente en este barrio, tradicional enclave obrero cuyos hijos m¨¢s ilustres son los m¨²sicos Joan Manuel Serrat y Jaume Sisa, o la comunicadora Julia Otero. Enclaustrado entre la avenida Paral¡¤lel, que marca la frontera con el Raval, la monta?a de Montju?c y el puerto, el barrio ha visto c¨®mo la turistizaci¨®n de la ciudad ha convertido sus espacios lim¨ªtrofes en marca obligada en cualquier gu¨ªa, mientras que ¨¦l quedaba relegado a una nota a pie de p¨¢gina, una opci¨®n a explorar si te sobra un d¨ªa o media noche.

Pero Poble Sec mantiene todav¨ªa el atractivo de lo aut¨¦ntico. Los locales que aqu¨ª se encuentran, incluso los m¨¢s nuevos, poseen un pedigr¨ª especial. Pasear por sus angostas y empinadas calles supone una experiencia entre inc¨®moda y reveladora. Entrar en sus bares, salas de fiesta y teatros recuerda en muchas ocasiones al ambiente canalla que se respiraba aqu¨ª durante la primera mitad del siglo XX, cuando su proximidad con el Barrio Chino y el puerto lo convirti¨® en el mejor prost¨ªbulo de la ciudad, la cuna del music hall, del cabaret local y de una comunidad art¨ªstica que se miraba en Montmartre, pero deb¨ªa agudizar mucho el ingenio para ver romanticismo en su decadencia.

Partido del Bar?a en el Mau Mau, tapas en el Quimet Quimet y un libro en ingl¨¦s en Elephant Books. Con el Paral¡¤lel como eje, el visitante se pierde por calles y locales con una atm¨®sfera muy especial.

UNA CALLE

Existen pocas calles en Barcelona que marquen una frontera tan clara y evidente cono el Paral¡¤lel. A un lado, el Raval, con su mestizaje, su modernidad de escaparate y sus turistas. Al otro lado, los viejos teatros, deprimidos durante d¨¦cadas de crisis (el Molino, ese homenaje ib¨¦rico al Moulin Rouge, sigue cerrado) y que ahora se aferran a la impostada moda del teatro musical. En el Victoria (en el n¨²mero 65) podemos ver hoy Grease, y en el Apolo (en el 102), Cabaret.

Los dem¨¢s negocios que se acumulan en esta avenida parecen detenidos en el t¨²nel del tiempo. Todo es tan de los setenta en el Paral¡¤lel que, de aqu¨ª a poco, si nada cambia, empezar¨¢ a considerarse no una avenida trasnochada, sino patrimonio hist¨®rico de la transici¨®n catalana. En plena calle, de cualquier modo, se ha levantado hace poco el primer atisbo de invasi¨®n ravalera. Melon District (Paral¡¤lel, 101) es una moderna residencia de estudiantes y j¨®venes viajeros. Todo cristal, metal y colores vivos. Su caf¨¦ es espectacular y su propuesta, tan en sinton¨ªa con la Barcelona de los erasmus y los clubes abiertos el lunes por la noche, significa la primera materializaci¨®n del exilio al que Ciutat Vella est¨¢ empujando, tanto por sus precios como por su rigidez institucional, a muchas nuevas apuestas de ocio.

LA NOCHE

Pero aqu¨ª lo nuevo sigue siendo lo menos. La idiosincrasia urban¨ªstica del barrio provoca que los locales de ocio de Poble Sec, en su mayor¨ªa, posean un aire clandestino que los convierte en irresistibles. El Rouge (Poeta Cabayes, 21) lleva a?os ahondando en la conexi¨®n con los bajos fondos parisienses. Se trata de un bar en tonos rojos, sillas bajas y terciopelo que podr¨ªa estar en Montmartre y que remite a la ¨¦poca en que los bares para conversar todav¨ªa no inclu¨ªan la palabra chill out. Mau Mau (Fontrodona, 33), ejemplo de resistencia underground, es un club social alternativo en el que tanto hay m¨²sica en directo como sesiones de disc jockeys o proyecciones en pantalla gigante de los partidos del Bar?a. Sin complejos y sin impostaciones, el espacio, recientemente renovado, es un verdadero cl¨¢sico entre la fauna local. Muy cerca, la Sala Apolo (Nou de la Rambla, 113) y su hermana peque?a, La 2, se mantienen como sendos templos de la electr¨®nica de vocaci¨®n m¨¢s internacional y del rock alternativo que se niega a seguir los dictados de la prensa anglosajona, respectivamente. Locales como ?bano (Paral¡¤lel, 124) se adscriben a la modernidad, pero siempre con un signo de interrogaci¨®n, mientras que Tinta Roja (Creu dels Molers, 17) es otro punto de encuentro del mestizo sonido Barcelona, que suena a todo menos a sardana, afortunadamente.

COMER

El Quimet Quimet (Poeta Cabanyes, 25) sigue siendo la cima gastron¨®mica y vintage del barrio. Un espacio en el que se mata por un pedazo de m¨¢rmol sobre el que apoyar la ca?a y que es, por derecho propio, uno de los cl¨¢sicos de tapas de la ciudad. San Telmo (Vila i Vil¨¤, 53), en cambio, ha sido durante muchos a?os el mejor restaurante argentino de la ciudad. Con una carta realmente completa y una parrilla exquisita, el local posee una decoraci¨®n entre indiana y afrancesada, am¨¦n de una colecci¨®n de clientes con pedigr¨ª. Foc (Blasco de Garay, 8), por su parte, es, a pesar del envite de la plaga de pubs irlandeses que invaden Barcelona, el ¨²nico restaurante donde degustar cocina brit¨¢nica. Su flan de Bailey's vale un Potos¨ª.

COMPRAS

A pesar de que hay desfiles de moda del barrio en la plaza del Sortidor, lo cierto es que la oferta en tiendas de moda de la zona es todav¨ªa escasa y muy centrada en vestir a la comunidad centroamericana local, enamorada sin remedio del hip-hop yanqui y del look pandillero. Pero si la moda no est¨¢ de moda aqu¨ª, la artesan¨ªa s¨ª lo est¨¢, gracias a la tienda La Crafteria (plaza del Sortidor, 5), un local casi ¨²nico, al igual que Elephant Books (Creu dels Molers, 129), librer¨ªa especializada en libros en ingl¨¦s.

Poble Sec no tiene un edificio trofeo, no tiene un gran museo ni un hotel con firma. Tiene viejas chimeneas de f¨¢bricas que los bombardeos durante la Guerra Civil no pudieron derribar, tiene el Mercat de les Flors (Lleida, 59), un edificio novecentista construido con motivo de la Exposici¨®n Universal del 29 y ampliado en el 90 con una c¨²pula de 12 metros de Miquel Barcel¨®, y que es un espacio esc¨¦nico sin igual en la ciudad. Sobre todo, Poble Sec tiene vida de barrio, locales aut¨¦nticos y una idiosincrasia que, no sabemos por cu¨¢nto tiempo, ha resistido las embestidas de una ciudad que tur¨ªsticamente se anuncia como "la mejor tienda del mundo".