Kuranyi las caza al vuelo
El punta del Schalke amenaza al Bar?a por su capacidad de remate
No juega de maravilla ni marca muchos goles. No combina demasiado y su f¨²tbol se sustenta desde la primera l¨ªnea, con una zaga tan cerrada como corpulenta. Pero el Schalke 04 alem¨¢n, te¨®rico caramelo en el bombo, es un escollo resbaladizo en los cuartos de final de la Champions, donde el Bar?a no puede tropezar ma?ana. Palidece el equipo azulgrana ante los adversarios f¨ªsicos, que tiran de las jugadas a bal¨®n parado y que recurren a los costados para lanzar sus ataques. Y se horroriza, adem¨¢s, cuando se topa con un rival que rescata la vieja escuela en la punta de ataque, con un delantero alto y fornido que fija a los centrales, que descarga el juego para sus compa?eros y que remacha todo lo que vuela. As¨ª es el Schalke, que fundamenta su f¨²tbol por las alas y que lo concluye en la cabeza del delantero Kevin Kuranyi (Brasil, 1982, con nacionalidad alemana).
Cuando Kuranyi est¨¢ en una fiesta familiar es un espect¨¢culo: con su madre, paname?a, se entiende en castellano; con su padre, de ra¨ªces h¨²ngaras, en alem¨¢n; y con su hermano, brasile?o, en portugu¨¦s. No menos internacional fue su infancia. Tras 14 a?os en R¨ªo de Janeiro, donde se hizo hincha del Flamengo y donde empez¨® a jugar al f¨²tbol en el equipo de su barrio, se march¨® a Panam¨¢ con su padre, pendiente de sus negocios hoteleros. No olvid¨® el f¨²tbol. Entre otras cosas, porque ante la falta de delanteros en un partido le sacaron de la defensa y marc¨® cuatro goles. Aunque maduro y ambicioso con los idiomas, Kuranyi se march¨® al viejo continente para aprender mejor el alem¨¢n.
En Alemania, criado por su t¨ªa, tampoco se olvid¨® del f¨²tbol y opt¨® por hacer unas pruebas en los juveniles del Stuttgart. El club, prendado por la t¨¦cnica de un gigant¨®n -ahora mide 1,90- que todo lo que tocaba era gol, lo fich¨® r¨¢pido. Veloz fue el Stuttgart con la incorporaci¨®n y r¨¢pido result¨® Kuranyi en el curso 2002-2003. Bajo la mano de Felix Magath, marc¨® 15 goles que le valieron el pichichi de la Bundesliga. "Mi mejor gol, sin embargo, fue al a?o siguiente en la Champions ante el Manchester", reconoce el futbolista, orgulloso. De ah¨ª, a la selecci¨®n alemana, convocado primero por V?ller -debut¨® en 2003 frente a Lituania- y secundado luego por Klinsmann y ahora por L?w. No menos mimado le tiene Mirko Slomka, t¨¦cnico del Schalke, a quien se le tacha de estudioso del f¨²tbol, pero no se le reconoce una carrera como futbolista. Slomka, en cualquier caso, aplica un 4-4-2 en Europa -un 4-3-3 en la Liga- y configura un equipo de automatismos defensivos pero d¨¦bil en ataque. Hasta que la coge Kuranyi, de olfato supremo pero escurridizo ante las exigencias t¨¢cticas.
El Schalke se despreocupa del bal¨®n y, en sus contragolpes, ataca por las bandas. Destaca el lateral derecho brasile?o Rafinha, que desparrama t¨¦cnica y desborde, pero a veces se olvida de defender. Los volantes acompa?an la idea, con Kobiashvili, la velocidad y el regate, en la izquierda; y Rakitic, la t¨¦cnica y el golpeo en las jugadas de estrategia, en la derecha. El internacional croata, sin embargo, est¨¢ lesionado. Y todos los centros descansan en Kuranyi, que suma cinco goles de cabeza.
Apasionado de la playa y del surf, Kuranyi, que desea acabar su carrera en una ciudad donde el sol s¨®lo se esconda por la noche, capitaliza la ofensiva del Schalke. Un ataque que pone en jaque al Bar?a.
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