El tab¨² de Higua¨ªn
El Madrid fich¨® al delantero argentino con 19 a?os como "un proyecto de futuro", pero ning¨²n t¨¦cnico del club le dio especial importancia a su formaci¨®n
Pensando en casos similares al de Higua¨ªn, el holand¨¦s Maurits Hendriks, seleccionador de Espa?a de hockey, suele llevarse las manos a la cabeza: "En el f¨²tbol queman el dinero".
Hace un a?o, el Madrid fich¨® a Gonzalo Higua¨ªn por 14 millones de euros. Ten¨ªa 19 a?os, no hab¨ªa jugado m¨¢s de 30 partidos en la Primera de River, y carec¨ªa de la madurez necesaria. El responsable de la contrataci¨®n, el director de f¨²tbol, Pedja Mijatovic, cogi¨® al chico y le dijo: "T¨² eres un proyecto de futuro". El domingo pasado la carrera de Higua¨ªn en el Madrid se aproxim¨® al borde del pozo. Empezando por Fabio Capello, en el club nunca nadie trat¨® a Higua¨ªn como un proyecto. En el vestuario lo confirman: "Los t¨¦cnicos le trataron como a Van Nistelrooy".
El jugador se niega a hablar de la preparaci¨®n espec¨ªfica que sigue
Con Capello jug¨® ocho partidos completos; con Schuster, ninguno
Cuando Van Nistelrooy dej¨® el PSV ten¨ªa 25 a?os. Hab¨ªa completado su formaci¨®n. Como la mayor¨ªa de los futbolistas, el holand¨¦s no fue un maestro prematuro. Aprender le llev¨® a?os. Higua¨ªn debi¨® acelerar el proceso. Capello no se demor¨® en echarlo a la arena. En Huelva, en Zaragoza, contra el Mallorca y frente al Espanyol, en el tramo decisivo del campeonato, Higua¨ªn debi¨® aprender mientras luchaba por la Liga en el club m¨¢s exigente del planeta. Marc¨® dos goles fundamentales y particip¨® en pr¨¢cticamente todas las acciones que determinaron el ¨¦xito final.
Este a?o se lo pusieron m¨¢s dif¨ªcil. Primero, Schuster prescindi¨® de ¨¦l. Higua¨ªn estaba perplejo. No alcanzaba a comprender por qu¨¦ ¨¦l, considerado igual que los expertos hace un a?o, ahora recib¨ªa el tratamiento de un segund¨®n. Hace unos meses, no entraba ni en la lista de convocados. "Yo soy delantero", dec¨ªa, con el orgullo herido. Schuster le ped¨ªa que jugara de volante por la derecha. El experimento no funcion¨®. Con Capello, Higua¨ªn jug¨® ocho partidos de Liga completos. Esta temporada no lleva ni uno. Ha jugado 600 minutos, la mitad de lo que le emple¨® Capello, y ha metido el doble de goles: cuatro. Sin embargo, el p¨²blico le reclama m¨¢s goles.
Aparentemente, a Higua¨ªn le falta pegada. Carlos Bianchi, el ex t¨¦cnico de Boca, pontificaba: "El gol no se ense?a. Con el gol se nace". Un miembro de la zona alta del organigrama t¨¦cnico del Madrid opina que los entrenadores no pueden desentenderse de su responsabilidad. Recurre a una an¨¦cdota: "Cuando a Miguel ?ngel le felicitaron por hacer el David, ¨¦l dijo: 'Yo no lo hice. Estaba dentro de la piedra. Yo lo ¨²nico que hice fue quitar lo que sobraba".
Higua¨ªn es una roca. Arrigo Sacchi sol¨ªa tratar a los veteranos como a juveniles, y semanalmente los pon¨ªa a ejercitar conceptos b¨¢sicos. A Higua¨ªn, Schuster nunca le dio una indicaci¨®n t¨¦cnica particular. Nunca le dijo c¨®mo usar el cuerpo para cubrir el bal¨®n, por ejemplo, y as¨ª evitar que los centrales se le anticipen continuamente. El entrenador se ha limitado a ponerlo en el grupo de delanteros, para que haga el mismo trabajo espec¨ªfico que ellos, cuando toca. En el cuerpo t¨¦cnico lo explican desde la perspectiva psicol¨®gica: "No queremos hacer hincapi¨¦ en la definici¨®n s¨®lo con Higua¨ªn. Le meter¨ªamos m¨¢s presi¨®n de la que tiene".
Ahora Schuster ha decidido apostar por el argentino, que jugar¨¢ hoy en Mallorca. "Es bueno t¨¦cnicamente, r¨¢pido, ve bien el f¨²tbol, sabe moverse y es capaz de generar ocasiones de gol", le elogia un t¨¦cnico del club. "Se maneja bien por detr¨¢s del punta, donde sabe generar y aprovechar espacios".
El domingo pasado, frente al Sevilla, el Bernab¨¦u puso a Higua¨ªn en el disparadero. Fall¨® cuatro ocasiones y el p¨²blico empez¨® a pitarle. Este tipo de manifestaci¨®n, en Chamart¨ªn, se relaciona tradicionalmente con el deceso profesional. Como coraje no le falta, el jugador se sobrepuso. En medio de la silbatina, meti¨® un gol. Un gol que le permite ganar tiempo en su solitaria lucha por aprender el oficio.
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