"No hemos abierto un hotel, hemos creado un concepto"
Un hotel sevillano de lujo cuenta con trabajadores de 17 nacionalidades
Chie, Franziska, Clemonce y Mauricio tienen algo en com¨²n. Aunque proceden de Jap¨®n, Alemania, Francia y Ecuador, los cuatro j¨®venes, de menos de 35 a?os, trabajan en el mismo lugar: el hotel EME Fusion de Sevilla. Se trata de un lujoso edificio, modern¨ªsimo y vanguardista, ubicado frente a la catedral -en la cara norte-. Se inaugur¨® el pasado uno de marzo y el 60% de sus trabajadores no son espa?oles. "En total somos de 17 nacionalidades distintas", explica la recepcionista, que es rumana.
"No hemos abierto un establecimiento, hemos creado un concepto", anuncia el director Javier Garc¨ªa Valc¨¢rcel. Muestra mucha seguridad en su proyecto. "Hemos venido al coraz¨®n de Sevilla, a bombear la ciudad con sangre nueva", contin¨²a, con un tono casi de l¨ªder espiritual. Para V¨¢lcarcel lo esencial en cualquier negocio son las personas. Explica que lo m¨¢s valorado por el 99% de los clientes es el trato recibido. Por eso pregona que ha seleccionado a personas humildes, muy amables, que les guste la gente, con vocaci¨®n de atender y "de todas partes".
Mientras el director, con tranquilidad, desgrana su filosof¨ªa de empresa, se escucha de fondouna m¨²sica oriental que contrasta con el tumulto de turistas, caballos y tapas que se ve, muy de cerca, por la ventana de la cafeter¨ªa. La Giralda se encuentra a pocos metros y la "fusi¨®n" entre la belleza de la torre y el ambiente vanguardista de EME, crea una sensaci¨®n "de lujo absoluto", como la define Valc¨¢rcel. Y va m¨¢s all¨¢: "El lujo es simplemente sentirse bien con uno mismo".
La japonesa Chie Ohta es comercial en este hotel de 60 habitaciones. Sube a la piscina, desde la que se aprecia cada detalle de la catedral, y dice con marcado acento andaluz: "Lo que m¨¢s me gusta de Espa?a es tomar cafelito con los amigos". Lleg¨® hace dos a?os tras conocer a un chico sevillano. Y decidi¨® quedarse. A su lado la alemana Franzisca Birschoff, tambi¨¦n comercial, sonr¨ªe impaciente. Espera su turno para contar que ella encaja mejor aqu¨ª que en Berl¨ªn (Alemania) porque posee un car¨¢cter "m¨¢s simp¨¢tico", m¨¢s abierto: "Mis amigas me dicen que pego m¨¢s en Sevilla. Y es verdad", dice emocionada. Ahora vive en Triana y ya ha recogido su traje de sevillanas para la Feria. Mauricio naci¨® en Quito (Ecuador). Escucha a sus compa?eros y s¨®lo se queja del calor. Es el chef del hotel y vivi¨® en Francia antes de elegir Espa?a: "Par¨ªs tiene cosas maravillosas, pero para vivir no hay ninguna duda: Andaluc¨ªa". Los franceses Clemonce Noguez y Martina Cam, a su lado, asienten convencidos. ?l es camarero en uno de los cuatro restaurantes del hotel. Ella, relaciones p¨²blicas. Al preguntar al grupo sobre lo que menos les gusta de Sevilla, unanimidad en la respuesta: "?Nos encanta todo!", contesta cada uno en su acento: "?Aqu¨ª no te aburres nunca!".
El director, parece haber conseguido su premisa de "punto de encuentro para ciudadanos del mundo". Pero no se conforma con ello y sigue apostando por "las personas". Ahora ha comenzado un proyecto, Pupilos EME, en el que contrata para el hotel a chicos de 16 a 18 a?os con problemas de inserci¨®n o educativos y se les ense?a un oficio. Javier es uno de ellos. Tiene s¨ªndrome de Down. "Es el primer hotel de lujo del mundo en el que al cliente lo recibe un trabajador con s¨ªndrome de Down", se enorgullece.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.