Barcelona paga el agua el 53% m¨¢s cara que Lleida
Los habitantes de la capital de Catalu?a son m¨¢s ahorradores, pero el coste es mayor
Los ciudadanos de Barcelona son los que pagan el agua m¨¢s cara de toda Catalu?a y los que mejor uso hacen de este bien que hoy tanto escasea y que es motivo de guerras territoriales. Son los que menos consumen, los que m¨¢s agua ahorran. En la provincia de Barcelona, la tarifa de uso dom¨¦stico ponderada por poblaci¨®n, que incluye el precio de suministro, el canon del agua y el IVA, alcanz¨® los 1,273 euros el metro c¨²bico en 2006. La tarifa es el 5% superior a la de la media catalana, que fue de 1,212 euros, y casi el 53% m¨¢s cara que en la provincia de Lleida, cuya tarifa dom¨¦stica no alcanz¨® ni el euro: 83 c¨¦ntimos el metro c¨²bico. Las comarcas ilerdenses son, adem¨¢s, las que m¨¢s agua consumen: 144 metros c¨²bicos al a?o por abonado, frente a una media de 125 en toda Catalu?a y de 124 en Barcelona.
En la monta?a, el agua requiere menos tratamiento que en la ciudad
La factura tiene cinco componentes: el coste del agua y cuatro impuestos
Son los ¨²ltimos datos de la Agencia Catalana del Agua (ACA), a partir de la informaci¨®n facilitada por las entidades suministradoras (casi 950 empresas censadas), con una hip¨®tesis de consumo de 10 metros c¨²bicos al mes, que es lo que gastan la mayor¨ªa de los abonados, casi dos tercios.
"Que los precios sean distintos no es malo, siempre y cuando los criterios para la fijaci¨®n de precios sean los mismos, es decir, que reflejen los costes", se apresura a explicar la ACA. El problema es que no siempre es as¨ª: "En las zonas de monta?a no se hila tan delgado, puesto que hay muchas explotaciones anticuadas y en algunas ocasiones no existe un equipo profesional adecuado que haga un buen escandallo de los costes", admiten fuentes de la agencia.
?Cu¨¢les son estos costes? ?Qu¨¦ estamos pagando en el recibo del agua? En la mayor¨ªa de los municipios se abonan cinco conceptos: lo que de verdad vale el agua, es decir, el suministro, y cuatro figuras impositivas: un canon, dos tasas y un impuesto (v¨¦ase el cuadro adjunto). El principal componente es el precio del suministro. Es aproximadamente la mitad de la factura. Se obtiene en funci¨®n del consumo del usuario y es lo ¨²nico que recauda la empresa suministradora.
Incluye los gastos de captaci¨®n del agua y su potabilizaci¨®n, el control sanitario, su distribuci¨®n hasta los hogares y los costes de mantenimiento de las instalaciones y del servicio al cliente.
Las principales diferencias entre una factura de Lleida o Girona con una de Barcelona viene por ah¨ª. "El tratamiento que requiere el agua en un municipo de monta?a es distinto, m¨¢s barato. Seguramente no hay que bombearla y los tratamientos de potabilizaci¨®n que requiere son m¨ªnimos: un poco de cloro y poco m¨¢s. En Barcelona, el agua necesita mucho m¨¢s tratamiento y eso se refleja en los precios", explica la ACA.
A partir de ah¨ª todo son impuestos. El primero es el canon del agua, un tributo con finalidad ecol¨®gica, de acuerdo con la directiva comunitaria. Lo recauda la ACA y grava los da?os al medio ambiente. El segundo es una tasa de alcantarillado -que no todos los ayuntamientos aplican- para subsanar los vertidos y la depuraci¨®n de la red. Luego se aplica el 7% de IVA sobre el precio de suministro y sobre el canon. Y finalmente, la mayor¨ªa de los ayuntamientos aprovechan para cobrar alg¨²n servicio p¨²blico; en el ¨¢rea metropolitana de Barcelona es la recogida de basuras. No tiene nada que ver con el agua, cierto, pero se carga en el mismo recibo porque a los consistorios les resulta m¨¢s pr¨¢ctico: es l¨®gico que los hogares sigan el mismo patr¨®n para consumir agua que para generar residuos.
?Por qu¨¦ un hogar que consuma por debajo del m¨ªnimo establecido, que la ACA fija en seis metros c¨²bicos mensuales por vivienda, debe seguir pagando el m¨ªnimo? ?Qu¨¦ clase de incentivo es ¨¦se? "Hay unos gastos que son fijos. Por mucho que una persona gaste poco, siempre querr¨¢ que cuando abra el grifo salga agua. Y eso tiene unos costes de estructura y de mantenimiento", arguyen la ACA y las empresas suministradoras.
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