El Consell evita imponer el ahorro en los municipios
Elche ejecuta un plan propio y planta c¨¦sped artificial
No tenemos que alarmar a la poblaci¨®n porque eso produce un mayor consumo". As¨ª respondi¨® el consejero portavoz, Vicente Rambla, a los llamamientos del Ejecutivo socialista en julio de 2006 para que se adoptaran medidas de ahorro en el riego de jardines, baldeo de calles y llenado de piscinas para contrarrestar la sequ¨ªa. La Generalitat ha evitado imponer restricciones a los municipios o lanzar un plan integral contra la sequ¨ªa. Al contrario que Andaluc¨ªa, Madrid y Catalu?a, que al menos en 2005 acordaron medidas excepcionales para ahorrar agua.
El portavoz socialista de Medio Ambiente en las Cortes, Francesc Signes, denunci¨® de nuevo ayer la "total permisividad" del Consell ante otro verano muy seco. "Se sigue malgastando agua porque no se ha aprobado ninguna norma que evite que se sigan llenando piscinas y regando jardines sin ning¨²n tipo de prohibici¨®n ni sanci¨®n", asever¨®. Los socialistas pedir¨¢n a sus alcaldes que "activen campa?as en sus municipios de concienciaci¨®n de ahorro de agua", seg¨²n explic¨® en una conferencia de prensa junto a la diputada nacional Juana Serna, quien asegur¨® que el Gobierno lleva invertidos 1.000 millones de euros para garantizar agua.
Los ayuntamientos han mantenido una doble actitud ante el problema. La mayor¨ªa se limita a baldear las calles con agua no potable y aplicar planes puntuales de ahorro. Entre las grandes ciudades, Alicante es un ejemplo de la paradoja del agua en la que est¨¢ inmerso el Consell, que rechaza las desaladoras pero necesita el agua de la planta Alicante II para aprobar el Plan Rabassa, con 15.000 nuevas viviendas. Esta es una ciudad sin plan espec¨ªfico de ahorro que presume de usar agua depurada para regar las zonas verdes, al igual que Castell¨®n, que ahora abrir¨¢ pozos de agua no potable para el baldeo. El consumo de recursos reutilizados para Alicante y otros siete municipios de la comarca se ha disparado desde 2003, al pasar de los 82.000 metros c¨²bicos a los 432.000 de 2007, seg¨²n la empresa suministradora. Para las mismas poblaciones, el consumo de agua potable asciende a 34,9 millones de metros c¨²bicos.
Valencia tambi¨¦n exhibe como ventaja el baldeo, riego y alimentaci¨®n de fuentes con agua no potable de la red de baja presi¨®n, y para ello gasta 3,6 millones de metros c¨²bicos anuales. El gobierno que dirige Rita Barber¨¢ tampoco ha desplegado grandes campa?as para incentivar el ahorro —la bonificaci¨®n en el consumo no entr¨® en vigor hasta el pasado enero—. Sus intervenciones desde que comenz¨® la sequ¨ªa se han centrado en criticar que la ciudad se ve obligada a beber m¨¢s agua del Turia que del J¨²car, con recursos de mayor calidad, y en rechazar un convenio con la sociedad estatal Acuamed para invertir 90 millones de euros en obras necesarias para mejorar la red de agua potable. Al final, Barber¨¢ ha firmado un paquete de infraestructuras similar con la Generalitat. La alcaldesa considera que ser¨¢ m¨¢s "barato", a pesar de que se ha perdido tiempo y los fondos europeos de estas obras est¨¢n en el aire.
En este contexto, el portavoz socialista en la Diputaci¨®n y concejal del Ayuntamiento, Rafael Rubio, ha vuelto a criticar las fugas en la red de agua, que alcanzan el 27% de los 49 millones de metros c¨²bicos que consume la ciudad. La concejal del PP Mar¨ªa ?ngels Ram¨®n-Llin asegura que se aprovecha el 90% del agua, se han reducido p¨¦rdidas y el consumo se mantiene estable a pesar del aumento de poblaci¨®n.
Pocos ayuntamientos tienen un plan integral como el que Elche, gobernado por el PSPV con el apoyo de Comprom¨ªs, emprendi¨® en 2001, informa Cristina Medina. Los resultados son palpables y han conseguido ahorrar 12 millones de metros c¨²bicos de agua. ?C¨®mo se ha conseguido? Modernizando toda la red de agua potable, con campa?as de sensibilizaci¨®n ciudadana, con un reglamento para las nuevas edificaciones que debe incluir elementos que contribuyan a reducir el consumo, sistemas de ahorro en infraestructuras como piscinas o fuentes y la sustituci¨®n del c¨¦sped natural por el artificial (que no hay que regar) en jardines, plazas e instalaciones deportivas.
La concejal responsable, Mar¨ªa Teresa Sempere, afirma que los ciudadanos se han implicado "mucho". Los ilicitanos gastan al a?o unos 17 millones de metros c¨²bicos y el ahorro se ha conseguido a pesar del aumento de poblaci¨®n estos siete a?os se han construido tres campos de f¨²tbol con c¨¦sped artificial, utilizado tambi¨¦n en 13 rotondas de tr¨¢fico. Las fuentes tienen sistemas de reutilizaci¨®n del agua, y los baldeos de calles se ha restringido considerablemente. "No nos paramos ah¨ª. El ahorro del agua es cosa de todos y diaria", a?ade orgullosa esta edil.
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