?Ch¨¢vez o Sarkozy?
La misi¨®n humanitaria francesa destapa una pugna soterrada con el presidente venezolano para liberar a la reh¨¦n colombiana Ingrid Betancourt
"Yo estar¨ªa dispuesto, con Sarkozy, a ir a buscar a Ingrid", ha dicho Hugo Ch¨¢vez, presidente de Venezuela, al comentar la misi¨®n humanitaria francesa que lleg¨® a Colombia el pasado mi¨¦rcoles para salvar la vida de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y otros secuestrados por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que est¨¢n enfermos. Y lanz¨® un desaf¨ªo ante las c¨¢maras de televisi¨®n: "Presidente Sarkozy, vamos al Cagu¨¢n
[territorio donde opera la guerrilla]". Consciente de las dificultades de la misi¨®n francesa, que tiene el respaldo de Suiza y Espa?a, Ch¨¢vez reaparece en escena en una pugna soterrada para lograr la liberaci¨®n de Betancourt, cautiva en la selva desde hace seis a?os.
Las FARC guardan silencio y no han dado luz verde a la operaci¨®n
El primer indicio de que el operativo puesto en marcha por Francia es bastante m¨¢s complicado de lo que dio a entender al mundo el presidente Sarkozy es que el avi¨®n Falcon 50 que lleg¨® a Bogot¨¢ el jueves sigue varado en la zona militar del aeropuerto de esta capital. Te¨®ricamente, ya deber¨ªa estar en el departamento del Guaviare, donde se cree est¨¢ secuestrada Ingrid Betancourt. Cuatro d¨ªas despu¨¦s de su llegada, el personal m¨¦dico desplazado desde Par¨ªs con una unidad de cuidados intensivos aguarda en Bogot¨¢, mientras los enviados Noel Saenz (franc¨¦s) y Jean Pierre Gontard (suizo) realizan gestiones contrarreloj junto a personal de las embajadas de los tres pa¨ªses implicados en la misi¨®n.
"Quien piense que esto es llegar, ver y vencer est¨¢ muy equivocado", advierte un diplom¨¢tico. "?sta es una coyuntura muy complicada en la que cada parte tiene su estrategia y su agenda propia", a?ade. El sigilo rodea los pasos de la misi¨®n, anunciada a bombo y platillo.
Operativamente, el Falcon franc¨¦s poco podr¨ªa hacer para trasladar el material m¨¦dico a un territorio de selva espesa de 54.000 kil¨®metros cuadrados. S¨®lo ser¨ªa posible desplazarse en helic¨®ptero, siempre y cuando las FARC facilitaran las coordenadas de un punto preciso de encuentro. Esto no se ha producido porque, formalmente, la guerrilla mantiene un hermetismo absoluto y no ha dado luz verde a la misi¨®n.
Tras la muerte del n¨²mero dos de las FARC, Ra¨²l Reyes, el pasado 1 de marzo en un bombardeo de la aviaci¨®n de Colombia, Ch¨¢vez mantiene, probablemente, la ¨²nica o m¨¢s directa v¨ªa de comunicaci¨®n con las FARC a trav¨¦s de Iv¨¢n M¨¢rquez, miembro de la c¨²pula guerrillera. "Tengo la sensaci¨®n de que esta misi¨®n no fue concertada previamente con las FARC y as¨ª no funcionan las cosas", opina Carlos Lozano, director de la revista La Voz, ¨®rgano del Partido Comunista y buen conocedor de las interioridades de las FARC. Una fuente cercana a la misi¨®n niega esta versi¨®n y asegura que la guerrilla dio se?ales positivas antes de que el avi¨®n despegara de Par¨ªs. El otro canal de comunicaci¨®n con las FARC es el dirigente Rodrigo Granda, actualmente en Venezuela, que fue excarcelado por el presidente ?lvaro Uribe en 2007 para incentivar un acuerdo humanitario con la guerrilla. La Interpol acaba de dictar una orden de captura contra ¨¦l por el secuestro y asesinato de la hija del ex presidente paraguayo Ra¨²l Cubas en 2005.
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