L¨ªderes mundiales tratan de alumbrar el nuevo progresismo

El primer ministro brit¨¢nico, el laborista Gordon Brown, ha querido revivir la red mundial de la llamada gobernanza progresista (antes Tercera V¨ªa) en la reuni¨®n celebrada ayer en la campi?a inglesa. Al encuentro asistieron una docena de presidentes y primeros ministros, dirigentes de organizaciones internacionales y expertos de todo el mundo. Se trataba de definir la agenda para una "globalizaci¨®n incluyente", centrada en la lucha contra la pobreza, el calentamiento global, la reforma de las instituciones y un comercio mundial equitativo. Pero la crisis financiera se ha cruzado por medio.

Brown impulsa el debate sobre la llamada gobernanza progresista

El momento es cr¨ªtico, cuando la izquierda socialdem¨®crata est¨¢, en general, en retirada -una gran excepci¨®n es Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, el gran ausente de esta reuni¨®n en raz¨®n de la proximidad de su debate de investidura- y cuando, en palabras de Brown, el mundo vive su "primera crisis financiera verdaderamente global" de esta fase de la globalizaci¨®n. En el debate participaron el presidente de Sur¨¢frica, Thabo Mbeki; de Chile, Michelle Bachelet, o los primeros ministros de Italia, Australia y Nueva Zelanda. Tambi¨¦n el alto representante europeo, Javier Solana. El ¨²nico ex presente en Watford fue Bill Clinton.

El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, alert¨® de que va a reducir las previsiones de crecimiento mundial en los pr¨®ximos d¨ªas al 3,7%, cuando en enero ya las rebaj¨® al 4,1%.

El propio Brown, que significativamente nunca habl¨® de la UE, parte de que "la justicia social es ahora necesaria para la eficiencia econ¨®mica".

El viernes, en la reuni¨®n de expertos previa a la cumbre, Brown desgran¨® su agenda, que recibi¨® un amplio apoyo de los participantes en torno a los siguientes elementos: un nuevo mecanismo global, en el Banco Mundial, para regular el medio ambiente, y crear y financiar un mercado de emisiones de carbono; un nuevo papel para el FMI para ejercer de alerta temprana ante las crisis y como supervisor de todas las econom¨ªas del mundo; unas Naciones Unidas y organizaciones regionales que sirvan para estabilizar pa¨ªses fr¨¢giles o que salen de conflictos; una sociedad civil global, basada en los nuevos medios de comunicaci¨®n; un di¨¢logo interreligioso, y, sobre todo, un nuevo pacto global entre los pa¨ªses ricos y los pobres para que a cambio de abrir sus econom¨ªas -la ronda de Doha, de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio, podr¨ªa concluirse en unos meses, seg¨²n su director, Pascal Lamy- se beneficien de la ayuda a la educaci¨®n y de las nuevas tecnolog¨ªas, y un nuevo conjunto de reglas globales basadas en valores compartidos.

El pernicioso efecto para los m¨¢s pobres del marcado aumento de los precios de los alimentos fue objeto de debate, pero no centr¨® la agenda.

Para aplicar su agenda, los progresistas necesitan ganar elecciones. ?se es el mensaje que lanz¨® de forma provocadora Wouter Bos, ministro holand¨¦s de Finanzas y l¨ªder del partido laborista (PvdA), para el cual los progresistas tienen que ser "menos acad¨¦micos y m¨¢s populistas".