Haciendo 'clicking'
Vueling y Clickair se dan un mes para cerrar una fusi¨®n que ven imprescindible para su supervivencia
Aquello de que m¨¢s vale casarse que quemarse le serv¨ªa a San Pablo para tratar de alejar a los corintios de la lujuria. A Vueling y Clickair el matrimonio les intentar¨¢ salvar del pecado de seguir perdiendo dinero a espuertas por la sangrienta guerra de precios que se declararon el pasado verano las dos mayores aerol¨ªneas de bajo coste espa?olas.
El enlace estaba vaticinado por los augures desde hace m¨¢s de un a?o, pero fue tomando cuerpo a medida que arreciaban las dentelladas entre los contrayentes. Ahora les corre cierta prisa pasar por el altar: se han dado un mes para valorar las compa?¨ªas, decidir el reparto del accionariado y del gobierno de la aerol¨ªnea.
Los novios tienen mucho en com¨²n. Ambos residen en El Prat de Llobregat (Barcelona), operan con la misma flota (unos 24 aviones Airbus 320) y comparten un enfoque del negocio similar: vuelos a buen precio pero con ciertos servicios a?adidos (de pago, claro), en aeropuertos principales.
Iberia aportar¨¢ no s¨®lo la comercializaci¨®n y las tarjetas de puntos sino que previsiblemente habr¨¢ acuerdos sobre 'handling' y mantenimiento
Pero hay algo que Clickair ha tenido desde el principio y que fue precisamente lo que acab¨® por cavar la fosa del equipo fundador de Vueling el pasado oto?o. Clickair dispuso desde su nacimiento (comenz¨® a operar en octubre de 2006) de la cobertura de Iberia (due?a del 20%) para comercializar sus billetes.
El anterior presidente de Vueling, Carlos Mu?oz, se neg¨® en redondo a entrar en los sistemas de reservas de las agencias de viajes, un aro por el que el a?o pasado, con diversas f¨®rmulas, fueron pasando otras aerol¨ªneas de bajo coste, como Easyjet. Lo que hace s¨®lo un par de a?os era un anatema se fue convirtiendo en ortodoxia (para todos menos para Ryanair) a medida que la sobreoferta de vuelos baratos en Europa tiraba las tarifas hasta cifras casi rid¨ªculas.
El deterioro de los resultados de Vueling y la salida del accionariado del fondo Apax Partners en junio pasado (vendi¨® su 20,97% de la compa?¨ªa a 31 euros y el viernes cerr¨® a 9,33) se?al¨® el camino del desencuentro del anterior equipo gestor y el principal due?o de la compa?¨ªa, Inversiones Hemisferio, del grupo Planeta.
Su presidente, Jos¨¦ Manuel Lara, da alguna pista de sus pretensiones con el matrimonio clicking. No aspira a tener el control de la empresa resultante, pero s¨ª pretende que se mantenga su identidad: "La marca, la sede y los equipos humanos".
La resultante ser¨¢ una gran aerol¨ªnea (quiz¨¢ la tercera espa?ola por n¨²mero de pasajeros) con sede en Catalu?a, que est¨¢ llamada a buscar la paz a las broncas recurrentes entre Iberia y una parte de la clase pol¨ªtica y empresarial catalana.
Una nueva marca no tiene mucho sentido, seg¨²n las fuentes consultadas, as¨ª que lo de clicking se quedar¨¢ en una broma de los empleados de las compa?¨ªas. Probablemente se apostar¨¢ por mantener la denominaci¨®n de Vueling, que se ha gastado 25 millones de euros en publicidad el pasado a?o, casi el doble que el anterior (12,7). Se da por hecho que, al menos durante la temporada de verano, seguir¨¢n operando cada una con sus marcas.
Nadie discute que la compa?¨ªa fusionada permanezca en El Prat ni que se mantenga como presidente Josep Piqu¨¦, ex ministro portavoz de Asuntos Exteriores y de Industria en los Gobiernos de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Sus contactos internacionales y el haber abjurado del ala m¨¢s derechista del PP le hacen aceptable para casi todos en Catalu?a.
Solapamiento
Pero nadie se moja sobre la continuidad de Alex Cruz, director general de Clickair, o Lars Nygaard, consejero delegado de Vueling desde noviembre y ex director general de Spanair.
Como siempre, la cuesti¨®n fundamental es c¨®mo de iguales son los protagonistas de la "fusi¨®n entre iguales" que anunciaron el martes pasado a la Comisi¨®n del Mercado de Valores.
Los datos de Vueling son p¨²blicos, ya que la compa?¨ªa cotiza en Bolsa, pero Clickair declina aportar m¨¢s informaci¨®n que la referida a pasajeros o empleados.
Las p¨¦rdidas de Clickair est¨¢n, seg¨²n los mismos medios, en el entorno de los 50 millones de euros. En socarrona expresi¨®n de Jos¨¦ Manuel Lara, el matrimonio es jur¨ªdicamente entre iguales pero ¨¦l pesa "el doble" que su mujer.
Las cuestiones m¨¢s espinosas son obviamente c¨®mo queda el accionariado y el precio de canje de los t¨ªtulos. El m¨¦todo de la fusi¨®n ser¨¢ seguramente mediante una ampliaci¨®n de capital de Vueling, una f¨®rmula que contar¨ªa con el respaldo del presidente de Iberia, Fernando Conte. La otra opci¨®n que se maneja, una OPA de exclusi¨®n que sacar¨ªa a Vueling de Bolsa, ser¨ªa m¨¢s compleja y bastante m¨¢s cara.
Iberia s¨®lo confirma que seguir¨¢ en la aerol¨ªnea fusionada con una presencia significativa, sin m¨¢s precisi¨®n. Ahora tiene un 20% de Clickair, pero el 80% de los derechos econ¨®micos. En la compa?¨ªa resultante se quedar¨ªa en torno a un 30%, seg¨²n fuentes del sector. La antigua compa?¨ªa espa?ola de bandera, tambi¨¦n embarcada en la puja por Spanair, aportar¨¢, seg¨²n fuentes cercanas a las conversaciones, no s¨®lo los canales de comercializaci¨®n y las tarjetas de fidelizaci¨®n por puntos sino que previsiblemente habr¨¢ acuerdos en handling (asistencia a aviones en tierra) y mantenimiento.
Y al final del camino estar¨¢n inevitablemente las autoridades de competencia. Ambas aerol¨ªneas se solapan ahora en aproximadamente la mitad de sus rutas. Tendr¨¢n que pronunciarse sobre el eventual monopolio o casi monopolio de la compa?¨ªa fusionada en las rutas dom¨¦sticas desde Barcelona. Sobre las europeas desde la capital catalana, tendr¨ªa que intervenir en caso de que alguien lo solicite, la Comisi¨®n Europea. Pero en el fondo, a nadie le preocupa que le obliguen a cerrar alguna ruta en un momento en el que el problema es de sobrecapacidad.
Una industria en cuidados intensivos
La Asociaci¨®n Internacional de Transporte A¨¦reo (IATA) ha revisado otra vez a la baja las previsiones de beneficio de la industria a¨¦rea mundial para este a?o, un mal pron¨®stico que afecta sobre todo a Norteam¨¦rica y Europa y de la que culpa a la estagflaci¨®n (inflaci¨®n con ralentizaci¨®n de la econom¨ªa y mayor desempleo). En septiembre pasado, preve¨ªa 7.800 millones de d¨®lares (4.980 millones de euros) de beneficio global, en diciembre rebaj¨® la previsi¨®n a 5.000 millones y esta semana pasada los dej¨® en 4.500.Adem¨¢s del impacto de la crisis financiera y del precio del petr¨®leo, la IATA se?ala que las aerol¨ªneas se ven afectadas por un pico en el ciclo de entrega de aviones (1.231 previstos este a?o, 190 m¨¢s que el pasado) y la creciente competencia por el acuerdo de cielos abiertos entre la UE y Estados Unidos, que presiona m¨¢s a los mercados espa?ol y brit¨¢nico.Ante este panorama, la IATA reclama el apoyo de gobiernos y sindicatos a la consolidaci¨®n de una industria con "m¨¢s de mil actores que genera un margen del 1% en un buen a?o". "No hay futuro seguro a largo plazo para una industria constantemente al borde de los cuidados intensivos", alerta su presidente, Giovanni Bisignani.
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