Sese?a, capital del fiasco inmobiliario

Una mara?a de gr¨²as mustias, en reposo, planea sobre la macrourbanizaci¨®n de Francisco Hernando, Paco El Pocero, en Sese?a (Toledo). Tras la pomposa entrada, con un retorcido monumento y el nombre del constructor en letras doradas, aparece una ciudad fantasma. Las persianas de las miles de viviendas est¨¢n selladas a cal y canto. Apenas hay coches ni personas, y las que hay provocan un inquietante eco s¨®lo con el ruido de sus pasos. La conversaci¨®n de m¨®vil que una mujer mantiene desde el balc¨®n del cuarto piso de un bloque de casas se convierte, en mitad de nada y de nadie, en un tranquilizador esc¨¢ndalo. Las calles, bautizadas con nombres de pintores, est¨¢n sembradas de bancos relucientes en los que nadie se sienta y de se?ales de tr¨¢fico que obligan a ceder el paso. ?A qui¨¦n? El ¨²nico signo de vida omnipresente son los carteles de Se vende. Cuelgan de cada fachada y no los ha puesto el constructor, sino sus compradores. Un ej¨¦rcito de especuladores de carne y hueso, la feroz competencia.

La mayor parte compr¨® una vivienda para vivir de ella, no en ella

El promotor quer¨ªa construir 13.508 casas, pero s¨®lo tiene licencia para 5.096

"Te lo rebajo a 203.000 euros. La promotora lo vende por 10 millones m¨¢s, ?eh? Yo pierdo dinero. A m¨ª me cost¨® hace tres a?os 10.000 euros m¨¢s de lo que te pido. Tengo prisa, much¨ªsima prisa por venderlo", confiesa Santiago al otro lado del tel¨¦fono, tras bajar en 6.000 euros el precio en el primer minuto de conversaci¨®n. Vende un piso de 109 metros cuadrados en el que nunca pens¨® vivir. "Lo compr¨¦ como una inversi¨®n. Tengo otros dos chal¨¦s en Madrid. Le pagu¨¦ a El Pocero los 3.000 euros de entrada y una letra de 645 euros al mes durante tres a?os, pero ahora el banco no me concede la hipoteca para pagar lo que me queda porque dice que tengo dos casas m¨¢s y con mi n¨®mina no se arriesgan", explica.

Tambi¨¦n tiene tres casas Ian, de 41 a?os. En las dos que ha comprado en el residencial Francisco Hernando acaba de poner un cartel: Se alquila o se vende. ?l vive con su mujer y sus dos hijas en Rivas Vaciamadrid. "El ¨¢tico, de 210 metros cuadrados, y el piso, de 164, los compramos por 45 millones cada uno. Ahora vendemos por 54 porque la promotora los vende por 55. Todos pens¨¢bamos que esto era el chollo del siglo. Hay gente aqu¨ª que ha comprado 10 pisos. Yo compr¨¦ estos dos para que mis hijas peque?as tengan la vida solucionada".

Y mientras, en la oficina de ventas de Onde 2000, la empresa de El Pocero, cuatro empleadas, sentadas en torno a la mesa de una de ellas, pasan el rato. Nadie quiere hacer declaraciones. No hay clientes. La cosa pinta mal para los planes de Hernando de levantar 13.508 viviendas en este secarral de Sese?a, multiplicando por seis la poblaci¨®n del municipio. Ya tienen licencia de primera ocupaci¨®n 2.536, pero s¨®lo hay 750 personas censadas en la macrourbanizaci¨®n. Cuando la mayor parte de los compradores de El Pocero adquirieron su vivienda, no lo hicieron con la intenci¨®n de vivir en ella, sino de ella. Pero la inversi¨®n en el ladrillo ha dejado de ser "el chollo del siglo". Los bancos han cerrado el grifo. La concesi¨®n de hipotecas ha bajado un 25% en el ¨²ltimo a?o con la crisis financiera, seg¨²n el INE, y sin cr¨¦ditos es imposible comprarse una casa.

"La desconfianza de los bancos y la falta de liquidez han frenado la demanda. Y hay un claro exceso de oferta porque el momento en el que un promotor decide construir queda ya muy lejano a todo esto, se remonta a 2005 o 2006. Hay promotores de zonas tur¨ªsticas de la costa que llevan siete meses sin vender un piso. El exceso de oferta se traduce en una desaceleraci¨®n de los precios. Y la gente no compra porque piensa que pueden bajar m¨¢s", explica Julio Rodr¨ªguez, ex presidente del Banco Hipotecario.

El precio de la vivienda baj¨® de enero de 2007 a enero de 2008 un 3,08%, tras haber subido una media del 12,8% en los seis a?os anteriores. 2003, el a?o en que El Pocero puso en marcha su urbanizaci¨®n, fue el a?o del pico de los precios: subieron un 18% respecto al a?o anterior. "Tardar¨¢ a?os en vender lo construido y seguir con el plan de 13.000 casas ser¨ªa suicida", opina Rodr¨ªguez. "Ha construido al margen de la demanda, de los puestos de trabajo, de la disposici¨®n de agua y de transporte... Tal y como est¨¢ dise?ada, esta urbanizaci¨®n iba m¨¢s encaminada a inversores que a gente que quisiera vivir all¨ª, pero los que compraron lo hicieron con unas expectativas de revalorizaci¨®n que ahora no existen. Sese?a es el s¨ªmbolo de los excesos urban¨ªsticos del periodo anterior".

El Pocero rechaz¨® hacer cualquier declaraci¨®n a este diario.

Carlos y Yolanda conf¨ªan en que vayan llegando m¨¢s vecinos, pero hoy sus hijos, de 12 y 6 a?os, tienen pocos ni?os con los que jugar. "Yo estoy contenta. En el colegio que iba antes, el mayor suspend¨ªa siempre y ahora lo est¨¢ aprobando todo", dice Yolanda. Compraron un piso de 121 metros en el residencial Francisco Hernando por 40 millones (240.404 euros). "Este piso es imposible en Madrid", asegura Carlos. Pero a costa de algunos sacrificios. Carlos hace 50 kil¨®metros cada d¨ªa para ir a trabajar. "Yo me quedo encerrada porque no tengo coche y aqu¨ª s¨®lo llega un autob¨²s a primera hora de la ma?ana y otro por la tarde". El pan se puede comprar en el ¨²nico bar de la urbanizaci¨®n. Pero si un d¨ªa falta az¨²car, hay que hacer 11 kil¨®metros hasta el comercio m¨¢s cercano.

De momento, El Pocero tiene licencias para edificar 5.096 viviendas, y mucho tienen que cambiar las cosas para que el resto, hasta 13.508 que pretende construir, la consigan. "No damos m¨¢s licencias porque faltan infraestructuras y agua y hay una l¨ªnea de alta tensi¨®n que pasa por la zona y habr¨ªa que desplazar. Tenemos que ejercer cierto control para no poner en peligro las necesidades de los ciudadanos. Ning¨²n municipio puede asumir un aumento poblacional tan grande en un plazo tan corto", se?ala el alcalde de Sese?a, Manuel Fuentes (IU), el azote de El Pocero, que le ha puesto seis querellas.

"Tiene su temperamento, pero es un gran hombre", dice del constructor alguien que le conoce muy bien. "Llevo 20 a?os trabajando con don Francisco. Desde que empez¨® a construir en Boadilla [Madrid], me ha dado trabajo en todas las obras que ha hecho", se?ala Jos¨¦ Antonio, mientras recorre con una escoba y un cubo las calles desiertas de la urbanizaci¨®n. "Me levanto a las siete de la ma?ana y termino a las siete de la tarde, porque soy el ¨²nico empleado de limpieza. Estoy muy agradecido. Con lo que me paga pude comprar aqu¨ª un piso para vivir con mi mujer y mis tres hijos. Yo s¨®lo creo en dos cosas, en Dios y en don Francisco".