Sin carnet ni ganas de recuperarlo
S¨®lo 58 de los 1.700 conductores que han perdido todos los puntos de su permiso asisten a cursos para recobrarlos - Los alumnos suelen ser j¨®venes reincidentes
Un total de 1.700 conductores en Catalu?a han perdido ya todos los puntos de su permiso en Catalu?a. Pero s¨®lo 58 de esos infractores se han apuntado a los cursos que organizan Tr¨¢fico y el RACC para recuperarlos. ?Qu¨¦ pasa con el resto? O han dejado de conducir, o siguen haci¨¦ndolo sin documentos. Y tanto la polic¨ªa como los gestores del tr¨¢fico ven un tanto ingenua la primera posibilidad. Sobre todo, porque cada vez detienen a m¨¢s personas que circulan sin permiso o con uno falsificado.
La ¨ªnfima muestra de los que acuden a clase revela que un grup¨²sculo social -nengs o fittipaldis, en el habla coloquial- compone el grueso de los que se han quedado a cero. Son j¨®venes reincidentes que, en muy poco tiempo, se dejan puntos a mansalva en el asfalto por su vertiginoso idilio con la velocidad, y por su desinhibici¨®n a la hora de ponerse al volante con unos cubatas de m¨¢s entre pecho y espalda.
La mayor¨ªa de los conductores sigue en la carretera pese a perder el permiso
Tr¨¢fico tramita 1.698 infracciones en tres meses por circular sin papeles
Estos valientes llegan al aula cabreados con el mundo. Han tenido que pagar una fuerte sanci¨®n econ¨®mica por sus infracciones, a la que tienen que sumar el importe del curso: en su caso, 341 euros para recuperar apenas cuatro puntos. "Llegan con cierta resistencia porque creen que es una medida recaudatoria. Creen que los accidentes son inevitables, y se toman las clases como un castigo. Pero al final, vemos un cambio de actitud sustancial en muchos de ellos", sostiene Xavier Figueres, coordinador de los cursos del RACC, que son voluntarios. La misi¨®n de Figueres es, sobre todo, "sensibilizar" a los alumnos sobre el riesgo que implica un comportamiento irresponsable en la carretera.
"Los conductores que pierden todos los puntos en pocas semanas son, por lo general, infractores habituales", afirma el jefe de la oficina del plan de seguridad vial del Servicio Catal¨¢n de Tr¨¢fico, Xavier Almirall. El t¨¦cnico conf¨ªa en que la reciente modificaci¨®n penal -que castiga la conducci¨®n sin permiso con penas de tres a seis meses de c¨¢rcel- sirva para disuadir a los j¨®venes de coger el coche sin ning¨²n tipo de documentaci¨®n. En el primer trimestre del a?o, Tr¨¢fico ha tramitado 1.698 expedientes sancionadores firmes por circular sin autorizaci¨®n administrativa.
Almirall asegura, en este sentido, que el n¨²mero de alumnos ir¨¢ en aumento en los pr¨®ximos meses, a medida que la retirada de los carnets se haga efectiva. "En 2007 tuvimos 21 alumnos para los cursos de recuperaci¨®n del permiso. Y en lo que va de 2008 se han apuntado ya 37 personas".
Del total de 58 alumnos matriculados, la mayor¨ªa son j¨®venes "de en torno a los 20 a?os", aunque "cada vez hay m¨¢s gente de mediana edad que empieza a acumular infracciones", sostiene Figueres. Durante las 24 horas que dura el curso de reeducaci¨®n -viernes por la tarde y s¨¢bados por la ma?ana- los profesores abundan sobre seguridad vial. "En eso se llevan una sorpresa, porque vienen con la idea de que se les va a hablar de las se?ales de tr¨¢fico", insiste el formador del RACC.
Aunque algunos alumnos "salen insensibilizados", Figueres asegura que hay un punto de inflexi¨®n en el cambio de actitud: el testimonio de una v¨ªctima de accidente de tr¨¢fico. Al final, los alumnos tienen que superar un examen, que consiste en un sencillo test. El 98% lo consigue.
Desde que se iniciaron los cursos, los conductores catalanes han recuperado 7.044 puntos, incluyendo los cursos de recuperaci¨®n parcial.
"Creen que los culpables son otros"
Vicente S¨¢nchez es uno de los responsables de que los alumnos salgan "reeducados" del curso. Es presidente de la secci¨®n de v¨ªctimas de la Asociaci¨®n de Prevenci¨®n de Accidentes de Tr¨¢fico y ¨¦l mismo perdi¨® a su hijo de 16 a?os. Ha participado como testigo en diversas clases y sabe c¨®mo captar la atenci¨®n de los chicos. "Les digo que las sillas donde est¨¢n sentados son inc¨®modas. Que una silla de ruedas es a¨²n m¨¢s inc¨®moda. Pero que yo no tengo ni el derecho de ver a mi hijo en una de esas sillas, porque a ¨¦l le mataron".
Pese a que existe un rechazo inicial -"piensan que el curso es un sacacuartos"-, S¨¢nchez observa una evoluci¨®n "muy positiva". As¨ª, asegura que mucha gente se compromete a "no volver a conducir despu¨¦s de beber". A otros, incluso, "se les saltan las l¨¢grimas".
Aunque tambi¨¦n ha tenido experiencias desagradables. Como en Terrassa, donde tuvo que reeducar a tres conductores. Uno de ellos, recuerda, era un hombre de unos 40 a?os "que reconoci¨® su error por conducir ebrio y estaba arrepentido". Los otros dos, j¨®venes de 20 a?os que "se saltan las normas a la torera", encarnaban el prototipo del "delincuente vial", a su juicio. "Est¨¢n convencidos de que todo el mundo tiene la culpa menos ellos; creen que son los ¨²nicos inocentes".
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