El FMI, optimista
Las dos estad¨ªsticas dom¨¦sticas m¨¢s importantes publicadas en la semana han sido las cuentas trimestrales no financieras de los sectores institucionales (CTNFSI) del cuarto trimestre del pasado a?o y el IPC de marzo. La tasa de inflaci¨®n volvi¨® a repuntar en marzo hasta el 4,5% (3,5% en la UEM), confirmando las amenazas inflacionistas que impiden al BCE bajar los tipos de inter¨¦s. Pero la noticia estrella ha sido el WEO (World Economic Outlook-Perspectivas Econ¨®micas Mundiales) de primavera del FMI.
El FMI ha sorprendido relativamente con unas previsiones de crecimiento de las econom¨ªas avanzadas en 2008 significativamente inferiores a las del consenso de analistas privados. Ahora bien, haciendo un poco de autocr¨ªtica, hay que decir que las previsiones de consenso hasta marzo no eran muy coherentes con la informaci¨®n disponible y con lo que estaba en boca de todos. Por ejemplo, todo el mundo hab¨ªa asumido que EE UU iba a caer o rozar la recesi¨®n a lo largo de este a?o, y sin embargo, el crecimiento medio del PIB previsto por las 26 instituciones que formaban parte del Consensus Forecasts de marzo s¨®lo contemplaba una suave desaceleraci¨®n, con tasas del 1,4% para 2008 y del 2,3% para 2009 (el FMI da ahora un 0,5% y 0,6%, respectivamente).
Las previsiones del FMI para 2009 suponen una salida de la crisis en forma de V
Sabemos todos que la crisis financiera desatada en ese pa¨ªs es la m¨¢s seria desde 1929 y que detr¨¢s de ella est¨¢ otra grave crisis, la del sector inmobiliario, con la que interact¨²a y se retroalimenta, un c¨®ctel explosivo, pero a pesar de ello, pocos hab¨ªan asumido una desaceleraci¨®n de la econom¨ªa en EE UU siquiera similar a la de 2001. El FMI ha venido a poner las cosas en su punto.
Esto es v¨¢lido al cien por cien para el caso espa?ol. Es m¨¢s, no es por rizar el rizo, pero a m¨ª me parece que el FMI es optimista con la econom¨ªa espa?ola. Ciertamente, el crecimiento del PIB del 1,8% que nos augura para 2008 (gr¨¢fico central) se queda notablemente por debajo del consenso de analistas espa?oles (2,5%), y m¨¢s a¨²n de la previsi¨®n del Gobierno (3,1%), pero a la vista de los datos del primer trimestre y de c¨®mo se est¨¢ produciendo el ajuste en el sector de la vivienda, la cifra parece razonable.
La que no me lo parece tanto es la de 2009, un 1,7%. Pensemos que una tasa media anual del 1,8% implica que en el ¨²ltimo trimestre podemos estar en torno al 1%. Pues bien, el FMI piensa que un a?o m¨¢s tarde, en el ¨²ltimo trimestre de 2009, la tasa se habr¨¢ recuperado hasta el 2,4%, es decir, est¨¢ contemplando una salida r¨¢pida en forma de V. Yo no veo c¨®mo puede suceder esto teniendo en cuenta que el m¨¢ximo efecto contractivo sobre el crecimiento del PIB del ajuste de la vivienda se producir¨¢ en 2009 y que el resto de componentes de la demanda no estar¨¢n en condiciones de compensarlo: el consumo estar¨¢ entonces acusando el aumento del paro (gr¨¢fico derecho); la inversi¨®n de las empresas seguir¨¢ afectada por expectativas negativas, altos tipos de inter¨¦s y una notable disminuci¨®n de la rentabilidad; y las exportaciones, ni siquiera es previsible que crezcan en l¨ªnea con los mercados exteriores, dada la p¨¦rdida de competitividad acumulada durante a?os.
El escenario m¨¢s probable es una salida en forma de L, en el que la duraci¨®n de la base de esta L depender¨¢, entre otros factores, de si el Gobierno es capaz de llevar a cabo reformas que permitan a las empresas mantener la rentabilidad y recuperar la competitividad.
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (Funcas).
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