G¨®mez y Mayorga llevan a escena las trampas del antiterrorismo
'La paz perpetua' representa una par¨¢bola con perros como protagonistas
Cuando el teatro deja de cumplir su m¨¢ximo objetivo, ser espejo de la sociedad, deja de ser teatro y se convierte en algo rarito. De ah¨ª que, en los ¨²ltimos tiempos, los dramaturgos se empiecen a adentrar en un asunto que se ha convertido en una gran preocupaci¨®n compartida planetariamente: el terrorismo. Gerardo Vera quer¨ªa que el Centro Dram¨¢tico Nacional que dirige abordara el asunto de frente y pidi¨® a Juan Mayorga (Premio Nacional de Teatro 2007 y autor en el que el teatro espa?ol tiene depositadas grandes esperanzas) que escribiera sobre tan inc¨®modo tema. As¨ª naci¨® La paz perpetua, cuyo t¨ªtulo es heredero de Kant y cuya puesta en escena se le brind¨® a uno de los grandes del teatro espa?ol, Jos¨¦ Luis G¨®mez. El director confiesa que tiene entre manos el texto m¨¢s importante que ha escrito Mayorga, que adem¨¢s de dramaturgo es matem¨¢tico y fil¨®sofo. "Es una mezcla magn¨ªfica, utiliza la filosof¨ªa como gran semillero de donde extraer y extraer, as¨ª ha enriquecido mucho este texto, en el que tambi¨¦n est¨¢ presente el humor y el concepto de Dios", afirma el director.
El montaje se estrenar¨¢ el 24 de abril en el teatro Mar¨ªa Guerrero de Madrid, donde permanecer¨¢ hasta el 8 de junio, cuando iniciar¨¢ una gira nacional. Para abordarlo, el director, que tambi¨¦n firma la escenograf¨ªa, se ha valido de cinco actores de confianza y especialmente entrenados (Israel Elejalde, Fernando Sansegundo, Susi S¨¢nchez, Jos¨¦ Luis Alcobendas y Julio Cort¨¢zar), as¨ª como del figurinista Alejandro And¨²jar y el videoartista ?lvaro Luna, entre otros. Todos cuentan esta historia de perros que compiten para poder ingresar en un cuerpo antiterrorista de ¨¦lite y que, inevitablemente, recuerdan a los famosos black waters (mercenarios pertenecientes a empresas de seguridad privadas que est¨¢n en Irak).
"Utilizar los perros es una par¨¢bola maravillosa", se?ala G¨®mez, quien trabaj¨® durante largo tiempo para encontrar el lenguaje corporal a utilizar. "Hubiera sido un error imitar a perros, mi idea central ha sido tratar a esos personajes como canes b¨ªpedos convertidos en gente corriente con sus necesidades". Tanto Mayorga como G¨®mez han utilizado antes el mundo animal para profundizar en la naturaleza humana.
En esta ocasi¨®n es un s¨ªmbolo con el que hablar del terrorismo: "Y a partir de ah¨ª, de la vida humana, de nuestro futuro". G¨®mez tambi¨¦n recuerda que hacen teatro y, por tanto, se trata de un juego simb¨®lico con el que el espectador se lo pueda pasar bien, al tiempo que se pregunte qui¨¦n es el terrorista. Tampoco ignora que estrena en una ciudad azotada por el terrorismo: "Nosotros hemos tenido el 11-M no en la cabeza sino en el coraz¨®n". En su montaje no hay escenas violentas: "Hay otra violencia mucho mayor, que es la violencia del sistema, sin sangre", comenta.
Para el director, lo m¨¢s grande de Mayorga es que, a partir de esa met¨¢fora central, habla de la conculcaci¨®n de derechos por motivos de seguridad, del precio de la seguridad: "Y expande la obra hacia otros asuntos fundamentales como el amor, la lealtad, el resentimiento, el rencor, el servilismo ante el poder, la falta de oportunidades..., todo entra ah¨ª". Tanto Mayorga como G¨®mez han hurgado hasta la saciedad en el mundo interior de los personajes. Ver ensayar al director es como asistir a la cuidada elaboraci¨®n de un lienzo por parte de un pintor renacentista, perfeccionista hasta el manierismo. Los actores abordan una escena. Magistralmente para todos. Menos para G¨®mez, que se acerca, les habla de otra posible intencionalidad en el tono de la voz, en el gesto. Repiten lo mismo y, de repente, aparece algo que estaba escondido bajo las mismas palabras. Un texto en sus manos se convierte en una cebolla a la que saca capas y capas.
El director, que s¨®lo monta aquellos textos que le conmueven, sigue al frente del prestigioso teatro de la Abad¨ªa al tiempo que confiesa sentirse ilusionado "como si fuera una actriz moderna" al ser requerida por Pedro Almod¨®var para su pr¨®xima pel¨ªcula. Despu¨¦s vendr¨¢ su puesta en escena de Simon Boccanegra, de Verdi, en el Liceo.
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