Cinco historias inesperadas
De la explosi¨®n de Gasol a la depresi¨®n de Sergio Rodr¨ªguez, la NBA cierra la temporada regular con m¨¢s espa?oles
La temporada regular de la NBA con mayor presencia espa?ola termin¨® el mi¨¦rcoles. Gasol y Calder¨®n siguen. Sergio Rodr¨ªguez y Navarro ya est¨¢n de vacaciones y Garbajosa contin¨²a su recuperaci¨®n. 82 partidos y cinco historias con sorpresas suficientes como para concluir que mucho de lo acontecido no estaba en el libreto inicial. De Gasol, que toca el cielo, hasta Sergio Rodr¨ªguez, el que ha salido peor parado, ¨¦sta es la cr¨®nica m¨²ltiple de nuestro quinteto emigrante en la mejor Liga del mundo.
PAU GASOL El 'gordo' cay¨® en Memphis
Si la suerte es siempre necesaria, en la NBA, teniendo en cuenta lo que puede cambiarte la vida de caer en un equipo o en otro, resulta capital. A Gasol nunca le ha faltado, pero llegado a ese punto clave de la carrera donde la combinaci¨®n de madurez y pujanza f¨ªsica resulta ideal, la fortuna parec¨ªa haberle abandonado. Semienterrado en Memphis, un equipo sin ninguna proyecci¨®n, en una ciudad con poco significado m¨¢s all¨¢ de ser la cuna de Elvis Presley y rodeado de una banda de individualistas incapaces de entender conceptos colectivos y jerarqu¨ªas ganadas en la cancha, el des¨¢nimo era evidente en su cara y juego. Pero lleg¨® el uno de febrero. Y su vida se dio la vuelta como un calcet¨ªn. En uno de los intercambios m¨¢s escandalosamente desiguales por la diferencia entre lo que consigui¨® uno y otro (hasta Popovich, entrenador de San Antonio, pidi¨® una investigaci¨®n) Gasol fue fichado por los Lakers. Dos meses y medio despu¨¦s, la carrera de Pau ha dado un salto exponencial. Sus aspiraciones, su juego y sobre todo su valor en el mercado han subido hasta extremos impensables. En una conjunci¨®n hasta el momento perfecta, los Lakers han encontrado en ¨¦l un escudero de lujo para Kobe Bryant y, gracias a la ingenier¨ªa colectiva de Phil Jackson, Gasol explota por fin al m¨¢ximo su tremendo potencial. Y es que el gordo no s¨®lo cae en Navidad.
JOS? MANUEL CALDER?N Un sacrificio ejemplar
La NBA lleva a?os en una encrucijada. Por un lado, su aparato de mercadotecnia necesita la fuerza que le dan sus jugadores estrella, esos espectaculares talentos que protagonizan las mejores jugadas de cada noche y venden camisetas. Por otro, cada d¨ªa es m¨¢s evidente que, al final, son los buenos funcionamientos colectivos los que posibilitan alcanzar los objetivos deportivos deseados. Pocos ejemplos de ambos modelos son m¨¢s expl¨ªcitos que la pareja T.J. Ford y Calder¨®n en los Raptors de Toronto. En los inicios de temporada, la combinaci¨®n Ford titular-Calder¨®n reserva de lujo parec¨ªa rendir buenos cr¨¦ditos. Pero la lesi¨®n del norteamericano otorg¨® mando en plaza a Calder¨®n y el equipo gan¨® en consistencia y armon¨ªa.
El base espa?ol complet¨® dos meses espl¨¦ndidos que le colocaron en las candidaturas para el All Star. El problema surgi¨® con la recuperaci¨®n de Ford, que coincidi¨® con un baj¨®n de juego de los Raptors y ciertas muestras de cansancio de Calder¨®n. Las derrotas se encadenaban y el entrenador, Sam Mitchell, se reuni¨® con el extreme?o para exponerle su idea. Volver al principio con Ford en el quinteto titular. Calder¨®n ten¨ªa todo el derecho a reivindicar un puesto que se hab¨ªa ganado en la cancha, pero hizo honor a algo que en su ideario es innegociable. Lo primero es el equipo. Y acept¨®. Nada ha cambiado en los Raptors, que siguen bajo m¨ªnimos. Los n¨²meros de Calder¨®n han descendido. Su sacrificio le honra y esperamos que una filosof¨ªa tan loable como extra?a en ese mundo se vea recompensada.
JORGE GARBAJOSA Un caso extra?o
Arrieritos somos y en el camino nos encontraremos, reza el dicho popular. A los Toronto Raptors no les qued¨® otro remedio que aceptar algo que desde luego no deseaban. Despu¨¦s de un culebr¨®n que dur¨® todo el verano, Garbajosa pudo disputar el Europeo el pasado a?o. A partir de esta circunstancia, su vuelta a la NBA desencaden¨® situaciones extra?as que desembocaron en la aparici¨®n de una sorprendente y grave lesi¨®n que por otro lado no le estaba impidiendo jugar. Eso s¨ª, hasta ese momento su participaci¨®n en el equipo hab¨ªa bajado en minutos e importancia, lo que intu¨ªa que los Raptors le estaban haciendo pagar lo que ellos siempre consideraron una temeridad. Garbajosa tuvo que operarse por segunda vez en poco m¨¢s de seis meses y ah¨ª est¨¢, con fecha de reaparici¨®n indeterminada y con otro futuro problema a la vuelta de la esquina, su participaci¨®n en los Juegos de Pek¨ªn. Por no hablar de la reclamaci¨®n econ¨®mica a la Federaci¨®n Espa?ola. A toro pasado es f¨¢cil sacar conclusiones, pero su ensalzado empecinamiento en jugar con la selecci¨®n al final no ha tra¨ªdo buenas consecuencias. Su carrera en la NBA est¨¢ parada y aunque ninguna de las partes lo muestra p¨²blicamente, da la impresi¨®n que su relaci¨®n con Toronto no goza de la mejor salud.
JUAN CARLOS NAVARRO Robin se queda sin Batman
Necesitado de mayores retos y apadrinado por Gasol, Navarro recal¨® en Memphis jug¨¢ndose minutos y dinero. No era ni el mejor ni el peor destino, aunque la presencia de su mejor amigo se antojaba saludable para la adaptaci¨®n. Desde el principio dio muestras de sus capacidades y de la idoneidad de su explosivo arsenal, pero tuvo que lidiar con cierta esquizofrenia en su rol en el equipo, pasando de la titularidad al banquillo, de partidos deslumbrantes a noches irrelevantes. Lo que no estaba en el gui¨®n era quedarse sin su m¨¢ximo valedor. En ausencia de Batman, Robin se ha puesto la coraza emocional y en la segunda parte de la temporada ha ido a lo ¨²nico salvable. Lo suyo, con un toque muy al gusto de all¨ª: buscar el r¨¦cord de triples de un novato, que no logr¨® (se qued¨® a dos). Resuelta la primera cuesti¨®n (ha demostrado que es carne de NBA), falta conjugar el lograr un buen contrato y el seguir en un equipo saludable. Y no parece que los Grizzlies est¨¦n en esa categor¨ªa.
SERGIO RODR?GUEZ El dilema
El precio de jugar en la NBA no siempre compensa. La temporada de Sergio ha sido tan frustrante que el base se encuentra en una encrucijada. Este curso no ha tra¨ªdo ninguna buena noticia. Las cosas no han dejado de empeorar, hasta el punto de que su relevancia en Portland ha sido casi insignificante. Y lo peor es que no se vislumbran se?ales de que vaya a cambiar, al menos con su actual entrenador. Estamos hablando de un jugador de 21 a?os que necesita jugar. Donde sea, pero jugar, para desarrollarse. No lo hace y las dudas cada vez son mayores. Y este verano puede aparecer un efecto secundario nada despreciable. Sergio puede quedarse fuera de la lista de Pek¨ªn. Su mala actuaci¨®n en el Europeo y una desalentadora temporada le apuntan como uno de los posibles cambios de Pepu, en beneficio de Ricky Rubio o Ra¨²l L¨®pez.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.