"A sus ¨®rdenes, se?ora ministra"

"A sus ¨®rdenes, se?ora ministra". ?sa fue la frase que m¨¢s escuch¨® ayer Carme Chac¨®n, la primera mujer que ostenta en Espa?a la cartera de Defensa. Se la repitieron casi todos los militares a los que salud¨® en la base de Herat, despu¨¦s de cuadrarse y antes de tenderle la mano. Chac¨®n asegur¨® que planeaba viajar a Afganist¨¢n desde que, hace ya un mes, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero le ofreci¨® el Ministerio de Defensa y rechaz¨® que el viaje fuese una respuesta a quienes, desde un sector de la derecha medi¨¢tica, auguraban que su embarazo le impedir¨ªa ejercer plenamente sus funciones.

En todo caso, los soldados agradecieron su gesto. "Siempre es bueno saber que en Espa?a se acuerdan de nosotros. Ha demostrado tenerlos bien puestos, aunque quiz¨¢ haya sido un poco temeraria", coment¨® el teniente de la Legi¨®n C¨¢ndido Gal¨¢n. "Tiene un m¨¦rito muy grande por haber venido, pero ella no tiene que demostrar nada", apostillaba su compa?era, la sargento Puri Exp¨®sito.

La ministra tiene intenci¨®n de viajar en breve a L¨ªbano, Bosnia y Kosovo

Si alguien ten¨ªa dudas de que el Ej¨¦rcito est¨¢ preparado para recibir ¨®rdenes de una mujer, ayer quedaron despejadas. Chac¨®n no adopt¨® en ning¨²n momento aire marcial, al contrario, pero demostr¨® la seriedad con que se ha tomado esta tarea.

La ministra aterriz¨® en Herat a las 9.15 hora local (dos horas y media menos en la Pen¨ªnsula), despu¨¦s de nueve horas de vuelo y dos de escala en Kuwait. La primera parte del trayecto la realiz¨® en un Airbus 310, m¨¢s confortable, y la ¨²ltima en un H¨¦rcules de transporte, penoso aunque se habilitaron algunas butacas. La ministra, que viaj¨® acompa?ada por un equipo sanitario, con ginec¨®logo, pediatra y anestesista, asegur¨® que el viaje no supon¨ªa ning¨²n riesgo, a pesar de que ha entrado en el s¨¦ptimo mes de gestaci¨®n. "Mucho m¨¢s dura ha sido la campa?a", asegur¨®, en alusi¨®n a su actividad como cabeza de lista del PSC por Barcelona en las recientes elecciones generales. Cont¨® que antes de salir consult¨® con su m¨¦dico y que ¨¦ste le dio suficientes garant¨ªas. "Nunca pondr¨ªa en peligro a mi hijo", dijo. Seg¨²n explic¨®, se llamar¨¢ Miguel y est¨¢ previsto que nazca en el hospital Sant Joan de Deu de Barcelona a principios de junio. Tan satisfecha se mostr¨® de su decisi¨®n, que anunci¨® su prop¨®sito de visitar a los restantes contingentes en el exterior (L¨ªbano, Bosnia y Kosovo) en pr¨®ximas semanas.

La ministra viaj¨® a Afganist¨¢n acompa?ada por el secretario de Estado de Defensa, Constantino M¨¦ndez, y por la secretaria de Estado de Cooperaci¨®n, Leire Paj¨ªn, as¨ª como el jefe del Estado Mayor de la Defensa, F¨¦lix Sanz. En Camp Arena, un pedregal que hace honor a su s¨ªmbolo (un escorpi¨®n) y donde en verano se alcanzan los 50 grados, fue recibida por el jefe de la base, el coronel espa?ol Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Fontecha.

Ataviada con una camisa blanca, anudada a la espalda, con botas militares de clima ¨¢rido y un pantal¨®n beige, Chac¨®n escuch¨® una grabaci¨®n del himno nacional y pas¨® revista a la compa?¨ªa de honores. Luego, asisti¨® a una conferencia en la que se le explicaron las caracter¨ªsticas de la unidad y de la misi¨®n, aunque obviando los puntos m¨¢s espinosos, como el hecho de que la OTAN haya perdido el control de Farah, la provincia m¨¢s meridional donde operan las tropas espa?olas, o que los se?ores de la guerra y los narcotraficantes campen a sus anchas por los distritos cercanos a la frontera. Los responsables militares coinciden en que el contingente espa?ol en Afganist¨¢n, con casi 780 efectivos, es insuficiente para cumplir con sus cometidos, sobre todo ahora que la actividad talib¨¢n se ha recrudecido, pero ayer no era el d¨ªa de plante¨¢rselo a la ministra.

Chac¨®n recorri¨® las principales instalaciones de la base, la mayor con que cuenta la OTAN en el oeste de Afganist¨¢n, y en la que hay 1.600 soldados, de los que 460 son espa?oles y el resto italianos (995), albaneses (112) y, en menos medida, eslovenos y b¨²lgaros. En el comedor, transmiti¨® a m¨¢s de un centenar de mandos y soldados un abrazo del Rey y del presidente del Gobierno. Fue un discurso improvisado, alejando del lenguaje de la arenga y casi en voz baja, en el que expres¨® su "respeto, admiraci¨®n y orgullo" por la misi¨®n "nada sencilla" que realizan los militares en el exterior "al servicio de Espa?a, de la paz, de la libertad y de la ley".

La ministra reiter¨® su compromiso de trabajar desde Defensa en favor de los militares destinados en el exterior durante los pr¨®ximos cuatro a?os. Eso, por si alguien dudaba de su determinaci¨®n de agotar la legislatura. En ese momento le interrumpi¨® por megafon¨ªa un aviso en ingl¨¦s de emergencia a¨¦rea: un H¨¦rcules italiano se dispon¨ªa a aterrizar en la base con un motor averiados. Al final no sucedi¨® nada, pero sirvi¨® como recordatorio de que viajar a Afganist¨¢n tiene sus riesgos.

Chac¨®n visita a las tropas espa?olas en Afganist¨¢n