Emprender no es un chupa-chups
Las firmas familiares ocupan a 13,5 millones de espa?oles, pero s¨®lo un 10% de ellas llega a los nietos
De abuelo emprendedor, hijo derrochador y nieto mendigo". En masculino o en femenino, a ese dicho tremendista se aferra Julia T¨¦llez, socia directora del ¨¢rea de Empresa Familiar del despacho de abogados G¨®mez-Acebo & Pombo, para ilustrar las dificultades que afrontan las compa?¨ªas de capital familiar cuando llega la hora de traspasarlas de una generaci¨®n a otra.
Seg¨²n datos hechos p¨²blicos en la jornada El reto de la sucesi¨®n en la empresa familiar, organizada la semana pasada por GE Money junto a la Fundaci¨®n Tejerina en Madrid, en el ¨¢mbito internacional s¨®lo un 30% de las compa?¨ªas logra ser transmitida a la segunda generaci¨®n, y un a¨²n m¨¢s exiguo 15% llega a la tercera, la de los nietos, o m¨¢s all¨¢. El caso espa?ol reciente m¨¢s medi¨¢tico ha sido el de la legendaria Chupa-Chups, firma catalana de origen familiar que en 2006 pas¨® a manos italianas.
El 65% de las compa?¨ªas familiares est¨¢ en la primera generaci¨®n; el 25% en la segunda, y apenas un 9% ha llegado a la tercera
El 78,2% de las empresas familiares admite no contar con una planificaci¨®n adecuada para afrontar el relevo generacional
El Instituto de la Empresa Familiar (IEF) cifra en 2,8 millones el n¨²mero de firmas de este tipo existentes en Espa?a (un 65% del total del parque empresarial). De ellas, en torno a medio mill¨®n deber¨¢ enfrentarse al relevo generacional en la pr¨®xima d¨¦cada. Y la gran mayor¨ªa lo har¨¢ en el marasmo de la improvisaci¨®n, con riesgo de descarrilar. El problema de la sucesi¨®n se entiende mejor si se tiene en cuenta que, seg¨²n se desprende de un estudio de la escuela de negocios Esade, el 78,2% de las empresas con este patr¨®n admite no contar con una planificaci¨®n adecuada para afrontar dicho proceso.
En la actualidad, de acuerdo con el IEF, el 65% de las compa?¨ªas familiares espa?olas est¨¢ en la primera generaci¨®n; el 25% en la segunda; apenas un 9% ha llegado a la tercera, y el 1% est¨¢ en la cuarta o m¨¢s. En conjunto, son unos 13,5 millones de espa?oles quienes trabajan en las firmas familiares.
Seg¨²n Julia T¨¦llez, para afrontar con ¨¦xito ese proceso de transmisi¨®n de padres a hijos, dichas compa?¨ªas deben "eliminar, o al menos minimizar, las debilidades o patolog¨ªas t¨ªpicas" que suelen acompa?arlas, entre ellas, la resistencia a recurrir a fuentes de financiaci¨®n externa por temor a perder el control de la gesti¨®n; la confusi¨®n entre el patrimonio personal y el empresarial, as¨ª como entre los valores que imperan en cada uno de dichos ¨¢mbitos, y la falta de profesionalizaci¨®n de la acci¨®n empresarial, marcada en demasiadas ocasiones por criterios puramente emocionales.
En palabras de dicha experta, los "declives empresariales irreversibles" habitualmente se asientan en tales carencias, unidas a "problemas de comunicaci¨®n que tensionan las relaciones entre los distintos miembros de la familia". Rivalidades entre hermanos e incompetencia del sucesor en materia de habilidades directivas y empresariales son dos armas que carga el diablo a la hora de socavar una sucesi¨®n ordenada y satisfactoria.
Para evitar estos descalabros, Julia T¨¦llez recomienda, si la empresa es grande, "dotarse de un consejo de administraci¨®n eficaz y operativo, en el que los consejeros independientes puedan aportar un valor a?adido". Para firmas de cualquier tama?o, aconseja, entre otras medidas, "formalizar un protocolo familiar que establezca las reglas que deben gobernar las relaciones familia-empresa, y revisarlo y actualizarlo peri¨®dicamente". Dicho protocolo, subraya, debe evitar "inconsistencias" entre su texto y lo que dicen otros instrumentos de rango legal, como los estatutos de la empresa, los pactos de accionistas, el testamento del propietario y las capitulaciones matrimoniales.
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